Congreso Internacional Bíblico-Teológico de UNICATÓLICA de Cali César Buitrago: "No somos la religión de un libro, sino de la persona de Jesús"
"La ABP en América Latina se va constituyendo punto de partida en el momento de pensar y proponer nuestra acción evangelizadora"
"'La fontalidad de la Palabra de Dios' fue el tema de mi tesis doctoral, y llegó a convertirse en la primera tesis mundial con relación a dicho tema"
"Siempre será necesario insistir y cuidar que la Biblia se lea teniendo en cuenta el contexto en el que surgieron esos textos"
"Siempre será necesario insistir y cuidar que la Biblia se lea teniendo en cuenta el contexto en el que surgieron esos textos"
| Editorial Verbo Divino
Entrevistamos al biblista César Buitrago López, uno de los ponentes del Congreso Internacional Bíblico-Teológico de UNICATÓLICA de Cali (Colombia), que se celebrará del 28 de septiembre al 3 de octubre. Este evento ha sido promovido y organizado por los programas de Teología y la Especialización en Educación y Sagrada Escritura de la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades desde el año 2011. En esta edición, se suma también como coorganizadora la Universidad Católica de Manizales.
El Dr. César Buitrago López es rector del Santuario Nacional Virgen de los Treinta y Tres, patrona de Uruguay, y secretario ejecutivo del Sector Palabra de Dios de la Conferencia Episcopal de Uruguay. Además ha realizado algunas colaboraciones con el Equipo Bíblico de Verbo Divino.
¿Qué significa para usted participar en este congreso?
En primer lugar, es un honor poder participar de este congreso como invitado para presentar la experiencia del Ser y Hacer de la Palabra de Dios desde su realidad Fontal. Este es un tema que realmente está marcando un nuevo modo de vincularnos con la Palabra de Dios en todas nuestras pastorales. Queremos que ella sea de verdad la fuente inspiradora de toda la vida y misión de la Iglesia. En segundo lugar, el poder participar de este congreso es una oportunidad más para estar al día de la reflexión bíblico-teológica en la vida de la Iglesia, algo que, sin ninguna duda, será de gran riqueza para mi ministerio.
¿Podría citar algunos aspectos más relevantes del momento que vive la animación bíblica de la pastoral en Latinoamérica?
La ABP en América Latina se va constituyendo punto de partida en el momento de pensar y proponer nuestra acción evangelizadora. Signo de lo anterior es que contemos a nivel de América Latina y El Caribe con las Orientaciones Pastorales de ABP emanadas del CELAM y que ya en la mayoría de las conferencias episcopales se hayan elaborado o se estén terminando de elaborar sus propias Orientaciones Pastorales de ABP. En América Latina, la ABP se ha asumido de verdad como paradigma para renovar desde la centralidad de la Palabra de Dios la vida del creyente y por ende de toda la Iglesia.
¿Qué importancia tiene y qué aporta la Biblia en las comunidades de Latinoamérica?
Puedo decir que en Latinoamérica hemos venido en un in crescendo en relación a la importancia que tiene la Biblia como tal para las comunidades, y esto me llena en lo personal de mucha alegría y esperanza, porque estoy convencido de que en la medida en que la Biblia vuelve a estar en manos de nuestros fieles, que la desempolvamos y nos ponemos a leerla, ya sea de manera personal o grupal, ella por ser mediación privilegiada del hablar de Dios, puede generar en nosotros el deseo de seguir conociéndola. Para muchas comunidades, es el libro rector de sus vidas. Es verdad que no somos la religión de libro, sino de la persona de Jesús.
¿Podría apuntarnos brevemente qué temas va a compartir en la comunicación de su experiencia?
Se me ha pedido que comparta en el congreso la experiencia de “La fontalidad de la Palabra de Dios”. Fue el tema de mi tesis doctoral, y que llegó a convertirse en la primera tesis mundial con relación a dicho tema. Proponer la fontalidad de la Palabra de Dios desde el modelo de la ABP en el marco de una pastoral orgánica en la Iglesia. En este sentido, mi compartir en el congreso se centrará en: 1) su génesis, cómo se llegó a hablar de ABP y su propuesta fontal; 2) su fundamentación cristológica y eclesial de la ABP; 3) desafíos y perspectivas de la ABP en esta clave de fontalidad de la Palabra de Dios. Vale la pena señalar que, en relación con estos temas, el CELAM me ha publicado tres tomos que corresponden a cada una de las temáticas señaladas.
¿Qué caracteriza principalmente al Departamento de ABP en Uruguay?
El concebirnos como un cuerpo, el asumirnos y comprendernos desde la clave de la pastoral orgánica. Es por eso por lo que podemos hablar del Sector Palabra de Dios y trabajar muy unidos cada uno aportando lo propio. Desde el año 2018, tengo el honor de estar colaborando en el Sector como secretario ejecutivo y da mucha alegría que podamos juntos llevar adelante muchas iniciativas. El Sector Palabra de Dios está conformado por: Liturgia, Misión, Catequesis, Pastoral popular y ABP.
¿Hasta qué punto la Biblia está en el centro de la pastoral eclesial?
Actualmente se están elaborando en la Conferencia Episcopal las orientaciones pastorales que servirán luego como sugerencia para que cada diócesis elabore su plan pastoral. Las orientaciones de la CEU tendrán como centro la Palabra de Dios. Esto significa tener como libro principal la Biblia. Se va a la Biblia, ahora no como realidad que sirve para fundamentar los planes pastorales, sino como realidad que da luz, que hace surgir el plan pastoral como respuesta al hoy de la vida eclesial. Me parece, por tanto, que cada día más se va teniendo la Biblia en un lugar central.
¿Por qué es importante insistir en la lectura contextual de la Biblia? ¿Por dónde va la academia? Y ¿qué busca el creyente de a pie?
Este es un tema que nunca podemos dar por hecho. Siempre será necesario insistir y cuidar que la Biblia se lea teniendo en cuenta el contexto en el que surgieron esos textos. Solo en la medida en que seamos fieles al texto, seremos fieles a nuestros contextos particulares, así podemos de verdad hacer una lectura contextual de la Biblia.
El mundo de la academia me parece que en estos momentos va tomando mayor conciencia de la importancia de cuidar dos aspectos: por un lado, la fidelidad al texto, y esto requiere poner todas las cualidades personales (académicas) y usar todas las herramientas de la exégesis y hermenéutica para llegar a los contenidos genuinos de los textos y así desentrañar lo que el autor quiso decir hace ya tantos siglos; y por otro lado, ser fiel al hombre de hoy, hablarle al hombre actual con todas sus particularidades. Prueba de lo anterior es, por ejemplo, toda la propuesta formativa que ofrece permanentemente el Centro Bíblico Teológico para América Latina y El Caribe (CEBITEPAL).
El cristiano sencillo o, como me lo plantea en la pregunta, el cristiano de a pie, busca sobre todo sentir que el texto tiene poder para narrar su vida, para iluminar sus situaciones más apremiantes. Necesitamos, en este sentido, presentar la Palabra de Dios desde una clave dialogal-narrativa.
¿Cuál es la dinámica (metodología) que lleva un grupo bíblico? ¿Qué recomendaría para lograr el mejor desarrollo?
Hoy en día toda la Iglesia de América Latina, y tengo la impresión de que en la Iglesia en general, han ido surgiendo cada vez más grupos bíblicos. Los nombres pueden ser muy variados: lectio divina, reflexión con la Palabra de Dios, grupo de formación con la Sagrada Escritura, etc. Pero vemos que todos guardan un esquema muy similar: invocar al Espíritu Santo, leer varias veces alguna perícopa de un libro sagrado, dar pistas de lo que es el texto como tal, preguntarse en qué afecta lo que el texto dice la vida personal y eclesial y luego orar-contemplar, teniendo como base el texto que se ha compartido. De la oración surge el compromiso para que el texto llegue a afectar realmente nuestra existencia. Aquí somos muy sensibles a unir texto y vida.
Para los grupos bíblicos se cuenta con mucho material de apoyo. Tenemos una guía bíblica que publica cada año la Comisión de ABP de la CEU; está el material muy valioso que publica la Editorial Verbo Divino de España en su colección justamente de ABP con su dinámica: leemos, compartimos, oramos. Aquí en Uruguay siempre lo estamos usando; también existe la propuesta para que cada grupo asuma una de las lecturas bíblicas del domingo siguiente y que con ella tenga su reunión.
"Necesitamos presentar la Palabra de Dios desde una clave dialogal-narrativa"
Y lo que podría recomendar para el desarrollo: especialmente me parece que las mejores experiencias de los grupos bíblicos son cuando se le da toda la importancia al texto como tal. Esto implica ponernos a la escucha del texto, que bien sabemos no es cualquier texto, sino la misma Palabra de Dios; es decir, estamos escuchando a Dios que nos habla. De una buena escucha viene siempre un buen hacer. Sin la escucha del texto, corremos el peligro de escucharnos a nosotros mismos y convertimos las reuniones bíblicas es un simple espacio donde se expresan sentimientos personales.
¿Cómo la Palabra se hace nueva cada día en nosotros y es actual?
La Palabra de Dios tiene la cualidad de ser en relación con cualquier otra palabra, Palabra creadora y recreadora. Ella nos ha creado y ella nos sigue recreando. Recrear es como volver a crear en nosotros los creyentes un ser nuevo. Por eso, afirmamos de ella que tiene poder para decir y hacer. En la medida que la recibimos con fe, humildad y obediencia, ella ilumina mis situaciones concretas, las transforma si es necesario. Tiene el poder de hacernos desear siempre más y asumir nuestra historia y transformarla en historia de salvación. Comprendemos que nuestra historia de vida no es cualquier historia sino una historia que ha estado visitada permanentemente por el Dios de la Palabra.
La Palabra de Dios es para nuestro hoy, y la hemos de asumir con objetividad y esperanza sabiendo que para cada época Dios suscita una acción veraz, pues la Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir y menos condicionar. Es hermoso lo que dice san Marcos de la Palabra como semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola, ya sea que el agricultor duerma o esté despierto.
¿Cómo se puede pensar en una evangelización con futuro, que ayude al hombre del siglo XXI a afrontar su futuro con esperanza?
Tengo una convicción muy profunda: una evangelización con futuro, con capacidad de ayudar al hombre a asumir su presente con esperanza, pasa por poner la Palabra de Dios en el centro del ser y quehacer de todas las pastorales. Para mí, no hay evangelización que se sostenga en el tiempo sin la Palabra de Dios que en definitiva es la persona de Jesús. Cuando no ponemos a Jesús en el centro de nuestra misión terminamos adoctrinando y no evangelizando. La Iglesia existe para evangelizar y para eso solo hay un medio, un camino: Jesucristo, Palabra de Dios por excelencia.
¿Qué crees que puede aportar la ABP a la sociedad actual?
Algunos autores definen la sociedad actual como una sociedad o “cultura con poco significado trascendente”. Pareciera que todo estuviera perdido. Desde la ABP que tiene como centro la Palabra de Dios, nuestra mirada no ha de ser pesimista, aunque un sano realismo nos lleve a constatar aquellos signos de una sociedad que adolece de trascendencia, de juicios objetivos, de fundamentos que garanticen verdades perennes. Antes bien, miramos estos tiempos con esperanza, porque estamos convencidos que desde el Logos (la Palabra Encarnada) siempre está surgiendo algo nuevo (cf. Is 43,19), que la Iglesia gracias al Espíritu Santo sabe percibir y proponer para cada época según sus necesidades. Justamente en esta sociedad la ABP está llamada a proponer la Palabra de Dios como realidad viva, comprometida con el hombre y capaz de dar sentido a todas aquellas realidades que hoy solo se viven desde una dirección: lo inmanente.
¿Alguna reflexión final sobre la importancia del próximo congreso internacional?
En primer lugar, invitarlos a participar. Aprovechemos esta oportunidad que tenemos para participar ya que en esta ocasión y por la pandemia va a ser virtual. Considero que para muchos de nosotros es una gran oportunidad para escuchar reflexiones actualizadas en torno al campo teológico y bíblico. Pienso que si fuera presencial muchos no podríamos estar por la distancia y los costos. Veamos esto como algo positivo de la pandemia. Les invito a que se inscriban y participen en el siguiente link, porque como se dice, antes de que te lo cuenten, vívelo tú mismo.