"Con fecha, jueves 14 de marzo de 2019, el Arzobispo de Santiago ha enviado a la Santa Sede la solicitud de dimisión del ministerio del presbítero Tito Rivera, sugiriendo al Santo Padre que se tramite con celeridad". Tras las polémicas declaraciones del sacerdote (acusado de violar a un hombre en la catedral), asegurando que al menos la mitad del clero es homosexual, la diócesis ha reaccionado de manera fulminante.
En un comunicado, el Obispado dirigido por el cardenal Ezzati (cuestionado por su posible encubrimiento de dicho acoso), lamenta las declaraciones de Rivera a un programa de televisión, donde "se emitieron gravísimas afirmaciones en contra de víctimas de abusos, del ministerio sacerdotal y de los sacramentos del matrimonio y de la confesión, entre otras expresiones, que rechazamos tajantemente".
Del mismo modo, el propio Ezzati condenó el jueves las palabras de Rivera, y explicó que se ha tramitado con "celeridad" la solicitud de dimisión de ese sacerdote al Vaticano. El purpurado está imputado por la Fiscalía por presuntos encubrimientos de abusos sexuales, y mencionado en la denuncia contra Tito Rivera, pues el denunciante asegura que le confesó la violación, y el cardenal no hizo nada al respecto. Es más, según otras fuentes, trató de impedir que la denuncia se tramitase.
Comunicado de prensa Arzobispado de Santiago respecto sacerdote Tito Rivera https://t.co/e3dlK4FdHE
— IglesiadeSantiago.cl (@Iglesiastgo) 14 de marzo de 2019
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