Fallece el obispo más anciano del mundo Hugo Norberto Santiago, nuevo obispo de San Nicolás de los Arroyos
El Papa Francisco ha nombrado nuevo obispo de la diócesis de San Nicolás de los Arroyos, en Argentina, a Hugo Norberto Santiago. Sustituye a Héctor Sabatino Cardelli, cuya renuncia aceptó el pontífice.
La decisión fue anunciada este miércoles por la Santa Sede. Sigue a la petición de renuncia enviada por Sabatino al Papa después de haber cumplido, el pasado agosto, los 75 años, edad a la cual los obispos deben presentarla al pontífice, según el Código de Derecho Canónico.
Santiago, de 62 años, nació el 12 de abril de 1954 en María Juana, diócesis de Rafaela, y estudió en la Escuela Santa María de los Ángeles en su localidad de origen.
Entró en el seminario mayor de la archidiócesis de Córdoba después de haber estudiado Filosofía y obtuvo el titulo de Teología en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Fue ordenado presbítero el 19 de diciembre de 1985 por la diócesis de Rafaela y posteriormente fue vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen en Cees y en la catedral de Rafaela.
En Roma obtuvo en 1999 el título en Teología Espiritual en el Pontificio Instituto Teresianum.
Luego fue párroco de San Fidel en Vila; de San Ramón en Ramona y de la catedral Nuestra Señora de Fátima en Rafaela; fue además director espiritual del Movimiento Cursillos de Cristiandad, coordinador diocesano de la Pastoral Vocacional, párroco de la iglesia de San Guillermo en Lehmann y vicario episcopal de la zona sur de su diócesis; profesor de Teología en la sección de Rafaela de la Universidad Católica de Santiago del Estero; y director de la Escuela diocesana para el diaconado permanente.
El 5 de diciembre de 2006 fue nombrado obispo de Santo Tomé y recibió la ordenación episcopal el 19 marzo de 2007.
Fallece el obispo más anciano del mundo
Peter Leo Gerety, exarzobispo de Newark en el estado de Nueva Jersey, falleció este martes a la edad de los 104 años, según informó dicha archidiócesis. En junio celebró su 50 aniversario como obispo y su 77 como sacerdote.
Gerety había cosechado una reputación como uno de los prelados más progresistas de los Estados Unidos, como recordó su sucesor en Newark, el cardenal Theodore McCarrick. "Tomó el mensaje del II Concilio Vaticano como un llamamiento a la acción, y se dedicó a seguir su directrices en las Iglesias a las que estuvo al frente", declaró el cardenal a NJ.com.
Algunos de los logros por los que se le recordará a Gerety son las absoluciones generales masivas que ofreció para traer de nuevo a católicos no practicantes al seno de la Iglesia, su apoyo por los derechos civiles para afroamericanos, y su defensa de la igualdad de mujeres en la sociedad. Mantuvo su compromiso con estas causas hasta el fin de sus días, hasta el punto en que, en su aniversario de ordenación en junio, rezó para que la Iglesia no se olvidara de "cuidar de los pobres" y de luchar "contra el racismo". (RD/Agencias)