Los obispos mexicanos instan a la unidad y la prudencia frente la política del presidente Trump "El verdadero enemigo lo tiene México": La Iglesia mexicana se compromete a cooperar en el diálogo nacional

(ADN Celam).- Los obispos mexicanos emitieron un mensaje que convoca a la unidad y corresponsabilidad, instando a la sociedad mexicana y a la opinión pública a trabajar conjuntamente por un futuro con esperanza.

En su mensaje, expresaron su reconocimiento a la apertura al diálogo de la nueva mandataria y recalcaron la oportunidad de “marcar la diferencia desde su mirada y sensibilidad propiamente femenina”.

Los pastores de la Iglesia católica manifestaron su preocupación por la necesidad que hay de tomar decisiones políticas y sociales con una visión de corto, mediano y largo plazo, recordando que todos los mexicanos son responsables, de diversas maneras, del presente y futuro del país.

Preocupación por la política de Trump

Una de las preocupaciones más significativas que señalaron los obispos, fue la política del nuevo presidente de los Estados Unidos hacia México, caracterizada por medidas enfocadas en combatir el narcotráfico, abordar la migración y mejorar las relaciones económicas en favor de su país.

Ante esto, los obispos hicieron un llamado a la unidad política en México para establecer un diálogo respetuoso con el gobierno estadounidense, promoviendo una colaboración mutua y prudente.

“Cada uno de estos planteamientos pueden tener solución en un clima de unidad entre las distintas fuerzas políticas mexicanas para propiciar un diálogo respetuoso y una prudente apertura hacia el gobierno norteamericano para acordar una mutua colaboración”, afirmaron.

"Los mexicanos debemos unirnos"

Para los obispos mexicanos “el verdadero enemigo”, lo tiene México: “donde necesitamos una auténtica unidad nacional, para superar nuestros graves problemas internos que no han sido debidamente atendidos durante años y cada vez se agravan más”.

“Los mexicanos debemos unirnos para defender al interior de nuestro país nuestra identidad, nuestra libertad, nuestros valores, nuestros derechos humanos y constitucionales, nuestras instituciones y nuestra seguridad”, exclaman los obispos.

Asimismo, sugieren estrategias gubernamentales incluyentes que tomen en cuenta a las distintas fuerzas políticas, a la sociedad civil organizada, a las asociaciones religiosas y la participación ciudadana en general.

Problemas urgentes

Entre los problemas más urgentes, señalaron: Desigualdad social y pobreza, que requieren respuestas de fondo para generar oportunidades de desarrollo social; corrupción generalizada, que continúa afectando todos los ámbitos de la sociedad.

Inseguridad creciente, que extiende su influencia en territorios dominados por el crimen organizado, abarcando no solo el narcotráfico, sino también la extorsión, asaltos en carreteras y robos cotidianos; la crisis en el sistema de salud pública y baja calidad educativa, que afectan directamente a la población más vulnerable.

También señalan la situación de los migrantes, que deben ser tratados con dignidad y respeto a sus derechos humanos, sin ser usados como moneda de cambio en negociaciones internacionales; y el deterioro del Estado de Derecho, señalando una creciente imposición de voluntades sobre el respeto a la ley.

Trabajar unidos ante la adversidad

“Como Iglesia en México nos comprometemos a cooperar en este diálogo nacional por la reconciliación, la paz y el restablecimiento del Estado de Derecho”, expresan en su mensaje a tiempo de pedir a los mexicanos “trabajar unidos ante la adversidad”.

Exhortaron de manera especial a las autoridades políticas, comenzando por la presidencia de la República “para superar la división y confrontación social, para continuar con los diálogos en la construcción de la paz, para propiciar mayores inversiones para el desarrollo económico, con mejores condiciones laborales, especialmente para los jóvenes, que necesitan menos apoyos que generan dependencia y más formación y oportunidades de trabajo, a fin de que se sientan orgullosos de sí mismos y de su aportación social”.

En este sentido, recordaron las palabras del Papa Francisco: “La unidad prevalece sobre el conflicto”, exhortando a todos los mexicanos a ser protagonistas en la construcción de un México más justo, fraterno y en paz.

Oración por un México más justo y en paz

El mensaje también destacó la importancia de “enfocar mejor los esfuerzos y anteponer el bien común al particular” ante los desafíos actuales provenientes no solo del norte, sino también del sur del país. En este contexto, llamaron a ver estos retos como una oportunidad para unir a la nación en torno al desarrollo social integral, en consonancia con un verdadero humanismo.

Asimismo, subrayaron la importancia de continuar el diálogo y la colaboración con las autoridades civiles, afirmando: “Hacemos permanente oración por nuestras autoridades civiles, con quienes buscamos dialogar respetando las propias competencias”.

El mensaje concluye con una invitación a toda la sociedad mexicana a unirse en oración por la patria y a comprometerse activamente en la búsqueda del bien común: “Invitamos a todos los mexicanos a ser constructores de paz en sus entornos cotidianos”, expresaron los obispos, recordando.

Los obispos encomendaron a México a la protección de Santa María de Guadalupe, Madre de los mexicanos, confiando en su intercesión para lograr la unidad y la paz tan anheladas.