Enfrentamiento entre militares y supuestos traficantes de personas ocasionó la tragedia Iglesia en México denuncia que militarización de política migratoria ocasionó muerte de seis personas
El nuevo gobierno mexicano inició con un lamentable hecho en el estado de Chiapas, donde tras el enfrentamiento de militares y sujetos que presuntamente transportaban a personas cerca de la frontera entre México y Guatemala, murieron seis migrantes de nacionalidad diferentes: Honduras, Perú, Egipto y El Salvador.
Por lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano a través de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana rechazó de manera enfática el uso desproporcionado de la fuerza letal por parte de agentes del Estado que ocasionó, la muerte de estas seis personas migrantes y diez más heridas.
Jimena Hernández corresponsal en México
Tras el lamentable hecho ocurrido en la frontera de México y Guatemala, Mons. J. Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez y Responsable de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana, aseguró que esta tragedia surge no como un hecho aislado, sino como consecuencia de la militarización de la política migratoria, y una mayor presencia de fuerzas armadas en la frontera sur del país la cual ha sido una constante.
La Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana, aseguró que por la naturaleza y gravedad de los hechos y al existir un contexto de violación sistemática de derechos humanos, así como una política migratoria basada en la militarización, el Estado mexicano está obligado a realizar una investigación seria, imparcial y efectiva; de lo contrario, si estos hechos no son investigados con la debida diligencia, resultaría de algún modo, auxiliados por el poder público comprometiendo la responsabilidad internacional del Estado mexicano.
“Solicitamos al Estado mexicano adoptar medidas de no repetición para limitar la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de orden público y en materia de control y revisión migratoria a situaciones excepcionales y asegurar el cumplimiento de medidas preventivas en el uso de la fuerza”.
Los obispos mexicanos, recordaron que ante esta situación es importante recordar que el principio de la centralidad de la persona humana, expresado con firmeza por el Papa Benedicto XVI, nos obliga a anteponer siempre la seguridad personal a la nacional. Por tanto, es necesario formar adecuadamente al personal encargado del control en las fronteras.
“En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la contención de las personas en situación migratoria irregular que entran en el territorio nacional y la militarización de la frontera”.
La Iglesia en México, se solidarizó con las víctimas y sus familiares, extendiendo oraciones por las personas migrantes que murieron en este operativo del Ejército mexicano, y por la pronta recuperación de las personas heridas.
“Que el Dios que camina con las personas migrantes y refugiadas, lleve el consuelo y la paz y el pronto alivio a las familias de las víctimas”.
“Como Iglesia que acompaña siempre a los más pobres, confiamos que la violencia nunca será la solución”.