Ante el clima de inseguridad y las manifestaciones que exigen la renuncia del presidente La Iglesia católica haitiana pide a Moise escuchar la "voz de la sabiduría"
El arzobispo metropolitano de Puerto Príncipe, Max Leroy Mésidor, exclamó en la catedral de la capital, que "algo tiene que cambiar en este país", confesando que lloró cuando miró la lista de personas muertas en las protestas
Mésidor pidió fuerzas a varios estudiantes que se encuentran en huelga de hambre
Una protesta de solidaridad con los periodistas asesinados y heridos durante las protestas, ha sido convocada para este miércoles
Una protesta de solidaridad con los periodistas asesinados y heridos durante las protestas, ha sido convocada para este miércoles
| RD/EFE
La Iglesia católica haitiana pidió este martes al presidente del país, Jovenel Moise, y a la clase política en general, escuchar la "voz de la sabiduría" ante la "grave" y "difícil" situación que atraviesa la nación caribeña.
El arzobispo metropolitano de Puerto Príncipe, Max Leroy Mésidor, exclamó en la catedral de la capital, que "algo tiene que cambiar en este país", citando al papa Juan Pablo II cuando visitó Haití hace 36 años.
"Ante esta peligrosa situación, hago un llamamiento al jefe de Estado, al Parlamento, a la clase política y a todos aquellos que quieren ayudar a Haití, a que escuchen la voz de la sabiduría", dijo el prelado ante cientos de feligreses que antes marcharon por varias calles de Puerto Príncipe.
El arzobispo ha insistido constantemente en la implicación de la Iglesia católica junto al pueblo, en medio de las manifestaciones y protestas violentas que se producen en el país desde hace seis semanas, convocadas por sectores de la oposición, para exigir la renuncia de Moise.
#HAITÍ🇭🇹| La #VidaConsagrada haitiana marchó para reiterar la confianza, solidaridad y compromiso inquebrantable con el pueblo haitiano. https://t.co/FAOypP9C96pic.twitter.com/hg8G5TMs6z
— CLAR (@clar_vr) October 23, 2019
"Demasiadas personas mueren en el país", dijo Mésidor, al confesar que lloró cuando miró la lista de personas muertas en las protestas. Pidió a los líderes haitianos que escuchen la miseria y los gritos de angustia de la gente.
Muchos de los feligreses no dejaron de gritar "Jovenel debe irse, Jovenel debe irse", "Se ha derramado demasiada sangre, Jovenel debe irse". Era tanto el ruido que por momentos era difícil escuchar atentamente las intervenciones de los sacerdotes que auxiliaron a Mésidor.
El desabastecimiento de combustible disparó el descontento popular, producido por la honda crisis económica y política en Haití
"La justicia de Dios se hará realidad a toda costa", exclamó Mésidor, seguido de un gran aplauso del público. El arzobispo envió sus condolencias a los familiares de todas las víctimas y pidió fuerzas a varios estudiantes que se encuentran en huelga de hambre.
La misa puso fin a una procesión que duró varias horas en la que participaron niños, jóvenes, adultos y mayoritariamente mujeres. A lo largo de todo el camino los fieles cantaron canciones. Algunos de ellos vestían camisetas blancas y rezaban.
"Madre María, sálvanos, no ves que nuestras vidas están en peligro", cantaron los fieles en la ruta de esta marcha organizada por la Conferencia de Religiosos Haitianos (CRH). Oficiales de policía del Cuerpo de Intervención y de Mantenimiento del Orden (CIMO, en francés) acompañaron la marcha que transcurrió sin incidentes.
Una protesta de solidaridad con los periodistas asesinados y heridos durante las protestas, ha sido convocada para este miércoles en las calles de Puerto Príncipe. Este lunes se produjeron nuevas manifestaciones en las calles de Puerto Príncipe, donde las universidades y las escuelas permanecen cerradas más de un mes.
Las protestas se desencadenaron por el desabastecimiento de combustible, un problema ya resuelto, y que disparó el descontento popular, producido por la honda crisis económica y política que vive el país más pobre de América.
El presidente Moise, sin embargo, ha reiterado que no tiene planes de renunciar al cargo que ostenta desde 2017. El período constitucional para el que fue elegido es de cinco años.