Los venezolanos le piden primero al próximo beato y luego se confía en el médico. O al revés El coronavirus impide a Parolin presidir la beatificación de José Gregorio Hernández en Venezuela
Tras las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, en pleno corazón de Caracas, reposan los restos del hombre que este viernes será beatificado
Dentro, los albañiles trabajan contra reloj para adecentar antes de la ceremonia una iglesia cerrada por la pandemia y que, cuando reabra, muchos feligreses no reconocerán
No muy lejos, en una esquina del colorido barrio de La Pastora, con más aspecto de un pequeño pueblo dentro de la capital venezolana, los devotos hacen otra parada obligada
Allí falleció el hombre, atropellado por un vehículo. ajo su estampa, los venezolanos se sientan y le rezan como quien habla con un viejo amigo o con su médico de confianza, sin temor a la covid-19
No muy lejos, en una esquina del colorido barrio de La Pastora, con más aspecto de un pequeño pueblo dentro de la capital venezolana, los devotos hacen otra parada obligada
Allí falleció el hombre, atropellado por un vehículo. ajo su estampa, los venezolanos se sientan y le rezan como quien habla con un viejo amigo o con su médico de confianza, sin temor a la covid-19
| RD/Efe
El cardenal espera que este momento "contribuya a profundizar en la fe de los venezolanos y en su vida cristiana, a imitación del nuevo Beato, a afrontar juntos la crisis humanitaria y a promover la convivencia plural y pacífica". La misa de beatificación será presidida por Monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico en Venezuela.
Experiencia de fe
"Llegó él con un lápiz, yo me quedé así (parado), era él, tenía un lápiz que era como una linterna y empezó a ponérmelo en los ojos. Yo sabía que era él así que me dejé hacer. Después me quedé dormido y cuando me fueron a ver los médicos no tenía (nada) y no me hicieron la operación", explica a Efe Jose Alberto Torrealba antes de subrayar: "Fue él".
Jose Alberto tiene su propio milagro pero no es el único. Fe, ciencia o acaso una línea intermedia que se entrelaza para los feligreses.
Por eso, los venezolanos, nacidos en el país o llegados en las diversas olas migratorias, le piden primero al próximo beato y luego se confía en el médico. O al revés.
Él está convencido de que José Gregorio, doctor en vida y llamado "el médico de los pobres", le devolvió una vista amenazada sin necesidad de cirugías. Por eso acude, con o sin pandemia, a rezarle.
La Arquidiócesis de Caracas informó la mañana de este miércoles 28 de abril que el Nuncio Apostólico en Venezuela, Mons. Aldo Giordano, será quien presidirá la ceremonia de beatificación del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. pic.twitter.com/foOsOpwW78
— En Conexión (@EnConexionWeb) April 28, 2021
Beato para la Iglesia, santo para la gente
Tras las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, en pleno corazón de Caracas, reposan los restos del hombre que este viernes será beatificado. Fuera, nunca cesa el tránsito de fieles, católicos o no, que se acercan hasta las puertas del templo -cerrado por la covid-19- y le agradecen.
Le agradecen en plural y, estar parado unos minutos frente a la iglesia, atrae decenas de historias, narraciones de fe para un creyente o de ciencia para un escéptico. Quienes pueblan Venezuela no tienen dudas.
Dentro, los albañiles trabajan contra reloj para adecentar antes de la ceremonia una iglesia cerrada por la pandemia y que, cuando reabra, muchos feligreses no reconocerán. El boato y la ceremonia vaticana han rodeado al "doctor de los pobres". Fuera, ya es santo para muchos, especialmente para los humildes a los que poco les dice un San Pedro.
"Para mí, el doctor José Gregorio Hernández es una divinidad, es un santo, (...) ya Dios le había beatificado y dado esos dones y ahora la Iglesia se lo está dando como requisito necesario porque se lo ganó", comenta José Castillo Rojas, otro feligrés de los que han incluido en su rutina -con o sin covid- acercarse a la puerta del templo, rezar, y continuar su camino.
Faltan 2 días para la Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, y los invitamos a seguir la transmisión de este hecho histórico por radio , televisión y redes sociales. #AristóbuloPorSiemprepic.twitter.com/g8Zi5llSJP
— OFICIALVEN911 (@oficialven911) April 28, 2021
Alrededor, solo las puertas cerradas del templo y un policía, megáfono en mano que busca depurar las esencia de la cuarentena frente a la cámara, impiden que se multipliquen alrededor del humilde féretro del doctor, fallecido en 1919, los agradecimientos por el favor concedido.
Católicos o no: "Hay personas que tienen facultades, que lo ven, que hablan con él y hacen las sanaciones por intermedio de otras personas, otros medios", explica Castillo.
No los menciona pero se refiere a santeros, curanderos, médiums y acólitos, que, más eclécticos que nadie y más eficientes con la clientela que ninguno, han integrado a José Gregorio en sus rituales.
Por eso, aclara con rotundidad que no utiliza "nada de eso", aunque deja en el aire que "son las facultades de cada quien".
#28Abr 🌍 | El cardenal Pietro Parolin no viajará al país para celebrar la beatificación de José Gregorio Hernándezhttps://t.co/iu3OyHtbq2
— El Cooperante (@El_Cooperante) April 28, 2021
Un "milagro" por creyente
Como un manto que une más que la política o el origen, en la esquina de la plaza, de espaldas al templo que alberga los restos del futuro beato, Osmary Santos explica su "milagro", con el que José Gregorio le permitió recuperarse tras un ataque epiléptico que le impedía andar.
"Yo tuve un sueño con él. Me estaba enyesando el cuerpo completo y me decía que en tres días iba a estar curada. Ese día yo me desperté, mi tío me preguntó si necesitaba ir al baño, le dije que sí, pero que se esperara que yo iba a ir y en ese momento me paré, estuve caminando", explica la mujer cuyo apellido ya adjudica al doctor.
Tocada con una gorra contra el severo calor de Caracas, Osmary comenta que ella no está "acostumbrada a ir a la iglesia", pero promete que irá en cuanto reabran los templos, para agradecerle su personal milagro.
A su alrededor, se aglutinan personas, fervientes creyentes o no, todos con su milagro. Muchos de ellos, españoles, portugueses o descendientes de ellos, que construyeron esta zona de Caracas con sus manos y la moldearon a la imagen y semejanza de los países que dejaron atrás.
En el marco de la celebración de la beatificación de José Gregorio Hernández,el gobernador Henry Rangel Silva decretó el 30/abril como día de júbilo no laborable en todo el estado Trujillo,con la finalidad de que el pueblo viva la alegría de la llegada del Venerable a los altares pic.twitter.com/gUEMA4bWGy
— Giancarlo Di Martino (@gcdimartino) April 28, 2021
También ellos, con acentos extranjeros y hábitos adquiridos, se han sumado a la devoción por un médico nacido en plena cordillera andina.
No muy lejos, en una esquina del colorido barrio de La Pastora, con más aspecto de un pequeño pueblo dentro de la capital venezolana, los devotos hacen otra parada obligada.
Allí, en una esquina hoy decorada con la imagen canónica del doctor, falleció el hombre, atropellado por un vehículo en una cuesta en la que no es difícil imaginar que perdió los frenos, pero también comenzó la devoción.
Bajo su estampa, los venezolanos se sientan y le rezan como quien habla con un viejo amigo o con su médico de confianza, sin temor a la covid-19.
Al fin y al cabo, como médico atendió la pandemia de gripe española y, como casi beato, están seguros que acabará con el nuevo coronavirus. Si se contagian, ya acudirá José Gregorio a sus lechos para sanarlos.
#CEVNoticias Departamento de Liturgia ofrece subsidio para la celebración en familia de la Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández https://t.co/ZYGxpW9i60pic.twitter.com/1YL2ADKI64
— Conferencia Episcopal Venezolana CEV (@CEVmedios) April 28, 2021
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