El obispo de Jericó (Colombia) acompaña a la II Caravana por la Ecología Integral Noel Londoño: "Estamos lucrándonos, pero a costa de la sangre de los pobres"
"De lo primero que se trata es de pensar, de reflexionar, y eso obliga a ciertos cambios de actitudes. A decir no me voy a dar tantos lujos, no voy a usar el carro a toda hora, no voy a malgastar, voy a cuidar el agua, voy a reciclar las basuras…"
"Que la gente también piense a dónde van a dar sus inversiones. Si de una botella de vino, a uno le dicen tiene D.O.C., documentación de origen controlado, esta uva fue cogida en tal época, en tal lugar, en tal año, en tal zona, se elaboró de esta manera en barricas de roble de no sé qué… ¿Por qué no hacer lo mismo con el dinero? Yo pongo un dinero y ni sé si va a ir para producir armas, para explotación minera, o para producir insecticidas, fungicidas, herbicidas a Monsanto… Estamos lucrándonos, pero a costa de la sangre de los pobres"
"Yo creo que ese símbolo de Jericó tiene un detalle curioso. Y es que el ciego preguntó por Jesús y le dice no moleste, no moleste. Y él insiste, y cuando Jesús lo llama y le dice ven, lo primero que hizo fue tirar el manto. Es decir, hay que tirar la comodidad. Hay que tirar lo que asegura y hay que ponerse inseguro. Un ciego que se acerca a Jesús, ¿que es seguridad tiene? Ninguna. Pero Jesús entonces lo cura y lo integra a la caravana: ahí está"
"Yo creo que ese símbolo de Jericó tiene un detalle curioso. Y es que el ciego preguntó por Jesús y le dice no moleste, no moleste. Y él insiste, y cuando Jesús lo llama y le dice ven, lo primero que hizo fue tirar el manto. Es decir, hay que tirar la comodidad. Hay que tirar lo que asegura y hay que ponerse inseguro. Un ciego que se acerca a Jesús, ¿que es seguridad tiene? Ninguna. Pero Jesús entonces lo cura y lo integra a la caravana: ahí está"
A Noel Londoño, obispo de Jericó, en Colombia, una empresa minera de Sudáfrica intentó 'comprar' su voluntad ofreciéndole edificar una catedral de cobre. "Yo no lo pensé un instante. No sé por qué, inmediatamente me levanté a abrir la puerta y dije muchas gracias por la visita. No se discutió el tema". Ahora, Londoño acompaña a cinco jóvenes latinoamericanos en la II Caravana por la Ecología Integral, que partiendo desde Madrid viaja por toda Europa para denunciar el extractivismo minero, la falta de acceso al agua o el silenciamiento de las voces de las comunidades indígenas.
Monseñor Londoño es un obispo valiente, alegre, y que lo tiene claro: "Merece la pena luchar"
-Estamos con monseñor Londoño, obispo de Jericó… Un nombre muy bíblico para para Colombia, ¿no?
-Sí, todos los nombres de esa zona fueron hechospor curas, hace cien años, y muchos son Petulia, Betania, Támesis, Tarso… son nombres bíblicos.
-Pues es curioso.
-Pues no es curioso porque los sacerdotes iban a crear como una especie de Nueva Palestina y pusieron Jericó, que se volvió la capital de la zona. Pero la Jericó de Israel está a 400 metros bajo el nivel del mar o 200, por lo menos, y nosotros estamos a 2.000 metros de altura.
-La noche y el día, y en el Nuevo Mundo. Pero es curioso que, haciendo la paráfrasis bíblica, Jesús fue un hombre que caminó mucho, que estuvo muy en contacto con la tierra, con las gentes, entendiendo sus sus planteamientos. Y, precisamente, venís a Europa estos días, en la caravana, a reivindicar el derecho de la tierra, de sus habitantes, del entorno frente a los ataques de las grandes empresas extractoras, las multinacionales que están esquilmando el Amazonas, uno de los grandes pulmones del planeta, y que nos afecta a todos.
-Sí, aún no estamos en el contexto de pensar que estas grandes empresas traen el gran progreso y realmente no medimos el gran hueco que van a dejar por contaminación, por subsidencia; que es que se caen las montañas porque no resisten huecos tan grandes dentro, y también por la descompensación social. Es clarísimo y comprobable que donde llega la minería llegan el licor, la prostitución, la violencia, los desalojados o salen los habitantes locales y llegan otros.
Entonces, realmente son zonas que se vuelven muy violentas y muy peligrosas.
-¿De quién es esa tierra? Porque no estamos acostumbrados a defender a los legítimos propietarios. Pasó en la conquista de los españoles, pasó en el Far West en en Estados Unidos…
-Sí, eso es evidente. Estas sierras, curiosamente, tuvieron indígenas hace mil años. Pero desde hace por lo menos 700 años no hay memoria de presencia indígena en todo ese territorio. Y no fue colonizado por las familias que quedaron de los españoles o de los esclavos negros. Pero, hace 150 años Antioquia vio que la minería no le daba suficiente, y quiso pasar a la agricultura. Buscar terrenos. Y curiosamente ese territorio se lo dieron a dos familias ricas diciéndoles lleven gente que colonice, pero mantengan las vías de comunicación con el sur. Entonces, les dieron así como, no sé, 3,000 km. O sea, eran grandes.
Esas familias trajeron colonos, trajeron muchas cosas, y se organizaron poco a poco, pero a nivel agrícola de subsistencia familiar. Empezaron con maíz y con frijol, que son cosechas rápidas. Después, un poquito el café. Y ahora está entrando el aguacate Hass, y hubo un tiempo cultivo de cardamomo que fue muy interesante porque había casi 500 empleos de cardamomo, que exportaban para Arabia Saudita, pero se dice que a los dueños les dio por contaminar un container, es decir, meterle droga. Los pillaron, fueron a la cárcel y se perdieron 500 empleos en una semana. Una situación triste allá. Hubo mucha dificultad en ese momento, pero luego la gente se fue acomodando con el aguacate, con el café, con algo de ganadería, pero muy poca y más bien en las zonas más cercanas al gran río. Ahora están subdivididas; no hay latifundios, sino minifundios.
-¿Y cómo llegan las empresas extractoras?
-Llegan desde el Estado que les da el apoyo y les dan el título minero. Entonces, el que dio el título minero no conoce Jericó. No conoce que hay minifundios. Dicen, no vamos a atacar la tierra, sino el subsuelo solamente. ¿Y dónde tengo yo la finca? Sobre el subsuelo.
-Supongo que el Gobierno, esos permisos no los de gratis.
-Claro, probablemente por debajo de la mesa. Pero es ilícito que a una comunidad que vive ahí cien, ciento cincuante años, no le pregunten ¿ustedes quieren la minería? Nunca le han preguntado. Pero, por Constitución, le deben preguntar si son afros o si son indígenas. Pero como en la zona no hay ni indígenas ni afrodescendientes, entraron a mansalva.
Pero, incluso, veo que donde hay comunidades indígenas y afros, la manera como hacen estos sondeos, estas cosas, es ir, pagar a cuatro o cinco muy bien y decir 'convencimos al Cabildo' (como decimos a los jefes de la comunidad), y todos quedan afectados.
-Usted ha contado, en la rueda de prensa, que le quisieron construir una catedral de cobre. ¿Cómo fue aquello?
-En Colombia es muy famosa la catedral de Sal. Hace 500 años se comenzó a explotar la sal y se creó una mina de las más, digamos, fecundas, y se hizo una excavación muy grande. Por eso, hace unos 100 años se dijo esto, que ya no tiene más sal, y ya se hizo el hueco, volvámoslo a una iglesia. Entonces se creó lo que se llamó la catedral de Sal.
Recientemente, estoy hablando de 40 años, viendo que había derrumbamientos y cosas, la hicieron en otra zona donde se habían sacado la sal y es ahora mucho más moderna, mucho más bonita, muy atractiva, y en la otra zona no hay cuidado, y no se puede entrar fácilmente. Entonces, existe la antigua Catedral de Sal y la nueva Catedral de Sal, que es muy visitada.
Entonces, vino esta empresa y dijeron vamos a buscar, pero buscamos cobre. Buscaban cobre y ofrecieron el hacer un gran espacio con paredes de cobre porque era la mina. Que podríamos hacer, en honor a Santa Laura Montoya, que es la santa de la región y que es la primera santa canonizada de Colombia, la catedral de cobre Santa Laura.
Yo no lo pensé un instante. No sé por qué, inmediatamente me levanté a abrir la puerta y dije muchas gracias por la visita. No se discutió el tema.
-¿Qué hubiera pasado si hubiera aceptado? La Iglesia hubiera dejado de ser una voz profética.
-Ya uno no dice me pusieron la medalla del mérito por la lucha, sino que me la pusieron aquí en los labios. Entonces, quedé mudo.
-¿Merece la pena luchar?
-Yo creo que sí. No es fácil y no es a corto. Pero merece la pena luchar. El que me digan le agradecemos el que haya luchado por la defensa del territorio, lo siento como el honor más grande que haya recibido. Más que haber dicho hice 5000 confirmaciones.
-¿Qué pretenden con esta segunda caravana? Viajan a Europa cinco jóvenes acompañados por usted para denunciar las técnicas extractivas, la falta de voz a las comunidades originarias, el tema del agua; que también es muy, muy relevante.
Me ha gustado mucho la frase que ha dicho la compañera de que en el norte global estamos viviendo gracias a los sufrimientos del sur global. ¿Cómo hacernos ver a los que no pensamos, cuando estamos utilizando un móvil de dónde viene, que estamos acostumbrados a cosumie en cualquier época del año tomates o naranjas porque no nos preocupa donde se recolecten o cómo, o que nos ponemos ropa cara que a lo mejor se está fabricando en lugares en condiciones de esclavitud. ¿Cómo enseñarnos a nosotros que tenemos la boca, los oídos y los ojos cerrados a esta realidad?
-Yo no creo que estén tan cerrados porque ya hay una preparación remota; es decir, el cambio climático se siente. La gente ya se va dando cuenta que las cosas no son lo mismo. Los campesinos dicen ya no llueve como antes, ya no hace sol como antes, los tiempos están desajustados, ya no coinciden fechas 'la borrasca de mayo' como decían en mi tierra…
Ya hay una preparación de conciencia y la gente se pregunta y dice para dónde vamos, cuál es nuestro futuro… Y recientemente, tuvimos el covid que tiene que ver con todo esto. Entonces, la invasión de la foresta, de la zona selvática, el contacto con animales… dentro de poco entraremos a Marte, y si nos traemos un virus de Marte, cómo vamos a hacer…
Me parece que hay una preparación remota. El otro aspecto es que vienen personas que están en el territorio; no hablamos de una teoría, no somos profesores universitarios, sino que somos gente que vive con la realidad ahí, a la mano. Eso me parece muy importante, y también el que el hecho de que la mayoría son jóvenes (yo soy el abuelo del grupo). Este hecho le da un sentido; se trata de jóvenes pensando en el futuro y de la preocupación actual para que las cosas no se compliquen más. Me parece que eso es muy bueno.
Hay dos cosas que esperamos que se puedan dar y por eso son muy buenas todas estas redes, como Manos Unidas, Iglesia y Minería, Ecclesia…, todos estos grupos son redes que dan a comunicar esto. Que dan a entender, que explican si hay preguntas. Entonces, un auditorio muy grande que nosotros, de donde venimos, en nuestro pequeño mundo, no tenemos. Y aquí vamos a tener una audiencia realmente multifacética y desde muchos aspectos.
-¿Qué podemos hacer desde aquí?
Yo creo que lo primero, a veces se habla de la conversión individual como si hubiera una pena, y yo creo que no se trata de eso.
De lo primero que se trata es de pensar, de reflexionar, y eso obliga a ciertos cambios de actitudes. A decir no me voy a dar tantos lujos, no voy a usar el carro a toda hora, no voy a malgastar, voy a cuidar el agua, voy a reciclar las basuras…, son pequeñas cosas que se van haciendo. Pero hay cosas más amplias que son voy a presionar para que si algún político dice 'no me interesa lo que decida el Senado sobre esto'…, un momentico; a nosotros si nos interesa, así que no lo vamos a votar. Un político que vota por el aborto, diría uno desde el campo moral más de la vida, pues tampoco lo voy a votar. Pero en este caso estamos hablando de un político que estaba a favor de la minería extractivista en cualquier lugar del mundo, de producir plata, a favor de la fábrica de armas… Un momento, seamos serios.
Luego, en la otra parte en la parte financiera, que la gente también piense a dónde van a dar sus inversiones. Si de una botella de vino, a uno le dicen tiene D.O.C., documentación de origen controlado, esta uva fue cogida en tal época, en tal lugar, en tal año, en tal zona, se elaboró de esta manera en barricas de roble de no sé qué… ¿Por qué no hacer lo mismo con el dinero? Yo pongo un dinero y ni sé si va a ir para producir armas, para explotación minera, o para producir insecticidas, fungicidas, herbicidas a Monsanto… Estamos lucrándonos, pero a costa de la sangre de los pobres.
-Monseñor Londoño, muchísimas gracias. Desde el otro Jericó, Jesús una vez juro un ciego, ojalá ustedes ustedes desde Jericó, y desde distintos rincones de América, nos levanten la venda de los ojos a muchos y entre todos consigamos trabajar para que este, de verdad, sea un mundo más habilitable. Esa 'cui-da-da-ní-a global' de la que se ha hablado y que me parece un concepto muy a tener en cuenta.
-Yo creo que ese símbolo de Jericó tiene un detalle curioso. Y es que el ciego preguntó por Jesús y le dice no moleste, no moleste. Y él insiste, y cuando Jesús lo llama y le dice ven, lo primero que hizo fue tirar el manto. Es decir, hay que tirar la comodidad. Hay que tirar lo que asegura y hay que ponerse inseguro. Un ciego que se acerca a Jesús, ¿que es seguridad tiene? Ninguna. Pero Jesús entonces lo cura y lo integra a la caravana: ahí está.
-Y no hay que tener miedo a montar lío, y a molestar.
-Eso, eso.
-Muchísimas gracias. Que la caravana sea un éxito y que lo podamos contar aquí también, en Religión Digital.
-No. Lo contarán nuestros nietos, decían.
-Esperemos que nuestros nietos lo puedan contar. Eso sí que es algo que nos preocupa y que nos tiene que ocupar. Muchísimas gracias
-Qué gusto, hombre.