Para la directora del INPAS, "las estructuras eclesiales están sobrecargadas de una burocracia inútil" María Irene Nesi: "Urge una nueva visión de la ministerialidad laical basada en su bautismo y no en el sacramento del orden"
"La parroquia es la instancia eclesial más cercana al cristiano de a pie"
"En el Sínodo, los planteamientos de realidades que se desconocen o que no se tratan en ámbitos eclesiales marcaron una llamada fuerte al Papa junto con los obispos, a escuchar el clamor de la gente"
"El Dios del Éxodo que escuchó el clamor de su pueblo, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, sigue escuchando, y esa voz sube hoy de Venezuela con gemidos de angustia cada vez más apremiantes"
"El Dios del Éxodo que escuchó el clamor de su pueblo, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, sigue escuchando, y esa voz sube hoy de Venezuela con gemidos de angustia cada vez más apremiantes"
La hermana salesiana María Irene Nesi, curtida en mil batallas, es la directora del Instituto Nacional de Pastoral (una institución modelo, que nació del Concilio plenario venezolano), y coorganizadora, junto a Rafael Luciani, del seminario internacional sobre 'Reformas de estructuras y cambio de mentalidades en la Iglesia hoy', que se va a celebrar en Caracas a mediados de noviembre. La teólogo asegura que "urge una nueva visión de la ministerialidad en la Iglesia" y cree que Dios dscucha la voz del pueblo venezolano "con gemidos de angustia cada vez más apremiantes"
¿Qué espera del seminario internacional sobre 'Reformas de estructuras y cambio de mentalidades en la Iglesia hoy', que se va a celebrar en noviembre en Caracas?
Debo comenzar diciendo que la respuesta a este seminario ha superado todas las expectativas, con decir que no pudimos casi hacer propaganda porque la cantidad de inscritos supera la capacidad de los espacios donde pueda realizarse. De hecho, será en el auditorio del Colegio María Auxiliadora (Altamira – Caracas) que tiene una capacidad para 1.200 asistentes.
Una respuesta así, genera una expectativa muy grande, ya no solo personal sino pensando en todas estas personas que quieren escuchar una palabra sobre Cristo y sobre la Iglesia. Por lo que no dudaría en afirmar que espero que este seminario sea una ocasión de pensar la Iglesia en términos nuevos: de renovación, de cambio, de conversión.
Si a esto se añade que como Iglesia en Venezuela hemos comenzado todo un proceso de consulta (proceso verdaderamente sinodal) al Pueblo de Dios sobre la estructura más cercana a la gente, la parroquia, en salida, y misionera, puedo esperar, sin miedo a equivocarme, que este seminario será un impulso a esta nueva experiencia sinodal de nuestra Iglesia, que mueva al laicado a pensar en serio cómo ha de ser la Iglesia que queremos construir en esta Venezuela de hoy que espera no sólo una palabra, sino un testimonio y una presencia de Jesús en medio del sufrimiento y la lucha por la libertad.
En la sede de la CEV se reunieron los delegados provinciales del Instituto Nacional de Pastoral INPAS, junto a su Directora la Hna. Irene Nesi para la inducción de la nueva plataforma virtual que ofrecerá cursos y diplomados on line de este instituto de formación Pastoral. pic.twitter.com/X0L69cn5ve
— Conferencia Episcopal Venezolana CEV (@CEVmedios) February 20, 2019
"El riesgo de clericalización es fuerte y eso lo ha advertido repetidas veces Francisco"
A su juicio, ¿cuáles son las estructuras eclesiales que necesitan una reforma más urgente?
Quizá lo más visible son las estructuras de gobierno, porque son las que más han acumulado el peso de los años y se sobrecargaron de una burocracia complicada y hasta inútil que las hace inamovibles, esto en todos los niveles.
Pero de manera particular pienso en la parroquia, la instancia eclesial más cercana al cristiano de a pie, y que es más una oficina de atención al público que una comunidad movida por el evangelio de Jesús, al servicio del Reino, en salida y atenta al hermano herido en el borde de la carretera.
¿Espera que alguna de esas reformas se haga realidad tras el Sínodo de la Amazonía, que se ha celebrado en Roma?
Desde luego el Sínodo de la Amazonía fue un soplo de aire fresco, de Espíritu, en el mismo corazón de la Iglesia de Roma. Los planteamientos de realidades que se desconocen o que no se tratan en ámbitos eclesiales marcaron una llamada fuerte al Papa junto con los obispos, a escuchar el clamor de la gente y responder desde el Evangelio a sus planteamientos. Creo que este Sínodo es una especie de vuelta al camino del Vaticano II con nueva profecía.
¿Por mucho que la queramos camuflar, la situación de la mujer en la Iglesia sigue clamando al cielo? ¿La sufre usted especialmente como mujer?
Creo que toda mujer que tiene el valor de aceptar el reto de trabajar en ambientes curiales, llámese curia romana, curia diocesana o conferencias episcopales, tiene que defender su derecho a expresarse, a participar, a opinar y a participar en la toma de decisiones. Logrado este espacio, que no siempre es fácil, creo que se logra una cierta equidad en la participación. Y digo valor, porque hay que pasar por alto actitudes y expresiones e incluso acciones discriminatorias. Sin embargo superado esto creo que se abre espacio a una rica y fructífera experiencia de aportar desde la propia identidad, crecer juntos y trabajar con la misma pasión y entrega por la misión de la Iglesia.
¿Está cerca una nueva forma de entender los ministerios ordenados en la Iglesia?
Sí, por lo menos en nuestro país y en nuestro continente es urgente una nueva visión de los ministerios ordenados y sobre todo de la ministerialidad laical basada en su bautismo y no en el sacramento de orden. El riesgo de clericalización es fuerte y eso lo ha advertido repetidas veces Francisco en discursos a la directiva y coordinación del CELAM y en encuentros con conferencias episcopales en sus viajes a América Latina.
¿Qué significa para la Iglesia venezolana y para su Universidad la celebración de este encuentro de teólogos Iberoamericanos?
Una ocasión invaluable de enriquecimiento y de apertura al pensamiento teológico desde otras latitudes, es una llamada a la reflexión, a pensar desde la fe y la razón la realidad social y a la Iglesia en este contexto social.
¿Qué papel está jugando el Instituto Nacional Pastoral, nacido del concilio plenario venezolano y que usted dirige, en la implementación del modelo eclesial del Vaticano II y del Papa Francisco?
Creo que lo expresa claramente la misión del INPAS:
El INPAS quiere contribuir a la reflexión, investigación, formación y difusión de los aspectos relacionados con la dimensión evangelizadora, misionera y pastoral de la Iglesia en Venezuela, atendiendo a la Sagrada Escritura, el Magisterio Universal de la Iglesia, los planteamientos del Episcopado Latinoamericano, el Concilio Plenario de Venezuela y el aporte de las ciencias humanas, para promover la comunión, la participación y la solidaridad.
En colaboración con los Departamentos del Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, quienes son responsables de la animación y coordinación de la pastoral a nivel nacional, se ofrecen cursos y diplomados que realicen dicha misión.
¿Espera que los teólogos se hagan eco y denuncien la situación del país?
No estoy clara que sea ese su papel… las denuncias abundan, necesitamos la profecía del que “anuncia buenas nuevas a su pueblo”.
¿La solución para Venezuela pasa, como dicen los obispos, por la retirada de Maduro y la celebración de elecciones?
No creo que sea este el espacio indicado para este tipo de respuestas. Hay opciones personales y son válidas.
Yo creo en la necesidad de libertad, paz y reconstrucción de Venezuela y que, con el trabajo y el compromiso de todos tiene que encontrarse caminos de salida pacíficas. Como Iglesia nos toca este aporte hecho de testimonio y acción, para la reconstrucción del tejido social del país.
El impasse se eterniza y, mientras tanto, ¿la población sufre? ¿Hay gente que pasa hambre real y escasez de medicinas?
Desde luego que sí. Y el Dios del Éxodo que escuchó el clamor de su pueblo, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, sigue escuchando, y esa voz sube hoy de Venezuela con gemidos de angustia cada vez más apremiantes.