"Redescubrir el médico de familia es una ganancia para el Estado, para el profesional de la salud y para el paciente" Mario Paredes, CEO de SOMOS community care: "¡No a las deportaciones! ¡Sí a la inmigración con humanidad!"

Francisco, entre Paglia (izda) y Mario Paredes, de SOMOS Community Care
Francisco, entre Paglia (izda) y Mario Paredes, de SOMOS Community Care Vatican Media

"Hay más de un millón doscientas mil personas inscritas, apoyando y promoviendo la campaña 'Gracias doctor'", dice el CEO de SOMOS Community Care

"En Estados Unidos gastamos billones de dólares al año, y los resultados que obtenemos son muy deficientes, porque se ha puesto el énfasis en la enfermedad y no en la salud. Y ese es un grave error"

"Redescubrir el médico de familia es una ganancia para el Estado, una ganancia para el profesional de la salud y para el paciente"

"A los que somos inmigrantes y tenemos a USA como país de adopción nos duele que se critique al Papa como si fuese un enemigo de esta imperfecta democracia nuestra"

Inmigrante chileno que vive desde hace más de 50 años en Estados Unidos, Mario Paredes, director general de SOMOS Community Care, proclama, en sintonía con el Papa Francisco: "¡No a las deportaciones! ¡Sí a la inmigración con humanidad!". Y también le duele que "se critique al Papa como si fuese un enemigo de esta imperfecta democracia nuestra, que ha ido perdiendo las fuentes de la Biblia hebrea y del Evangelio del Señor de la historia".

De visita en Madrid, para lanzar la campaña 'Gracias doctor', para redescubrir y volver a potenciar la figura del médico de familia, un proyecto católico, bendecido por el Papa Francisco y que hunde sus raíces en lo que hacía Jesús: enseñar y sanar. Un proyecto al que ya se han inscrito "más de un millón doscientas mil personas".

A juicio de Paredes, se trata de "humanizar el sistema sanitario", colocando a la persona en el centro (no a los edificios). Por eso, redescubrir el médico de familia es "una ganancia para el Estado, para el profesional de la salud y para el paciente". De ahí que esté convencido de que su organización llegará a un acuerdo con Robert F. Kennedy, el nuevo secretario de Sanidad USA.

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El NUncio y Paredes
El NUncio y Paredes

Sobre Trump, Paredes piensa que es un "comerciante, que vende su propia marca". Por eso, quizás se vea tentado a tirar la cuerda en su relación con el Papa, la otra gran personalidad global mundial, con el que va a chocar sobre todo en la defensa de los derechos humanos civiles y sociales. Pero el doctor sabe también que "el Papa es un hombre sabio", para hacer frente a los "muros de ignominia" de Trump sin romper la baraja del diálogo.

-¿La campaña de Somos que habéis lanzado está siendo un éxito?

-Gracias Doctor es el nombre de la campaña que hemos diseñado para redescubrir al médico de familia, lo que también se ha llamado en el pasado el médico de cabecera o el médico primario. Ciertamente tiene éxito, pero éstos son apenas los comienzos. Llevamos un año y medio, dos años a lo más de campaña. Hay más de un millón doscientas mil personas inscritas, apoyando la campaña, promoviéndola. Después tenemos más de treinta organizaciones sanitarias que se dedican a lo que es el cuidado de la salud, que favorecen y apoyan esta iniciativa.

-¿En qué consiste el núcleo de la campaña?

-El elemento principal de nuestra campaña es abogar por un nuevo modo de crear conciencia para servir a las personas que tienen dificultades de salud o dificultades físicas. Y este nuevo modo de defender, de desarrollar, de ampliar, está en el proceso de la campaña, marcado por lo que fue en el pasado el médico de cabecera en la vida de una familia concreta.

-¿Quién puso en marcha este proyecto?

-El fundador de este proyecto es el doctor Ramón Talláj, un destacado médico dominicano que inmigra a Nueva York a petición del cardenal arzobispo, que lo invita a trabajar con los inmigrantes en el campo de la salud en los años noventa. Y él acepta la invitación del cardenal y se incorpora al mundo profesional médico en la arquidiócesis de Nueva York, donde teníamos una veintena de hospitales, que después del SIDA, y la pandemia, muchos de ellos desaparecieron, se vendieron, y entonces los servicios disminuyeron mucho.

Gracias, doctor
Gracias, doctor

-Estás hablando de hospitales de la Iglesia

-Sí, sí, sí. La iglesia, sabemos, ha sido la gran impulsora de lo que hemos conocido como hospital. Y siguiendo al maestro de nuestra fe, el Señor Jesús. Él hacía dos cosas esenciales:  enseñar y sanar. Y de ahí que tenemos siglos de religiosos, religiosas y laicos comprometidos en esos mundos, la educación y la salud.

-José María Castillo, un teólogo amigo de RD, que murió hace poco, tiene varios libros escritos sobre eso. Y respecto a ese punto concreto, llegaba a decir que Jesús sanaba más que enseñaba

Claro. Y seguramente que la visión de este Dios revelado en la persona de Jesús era precisamente mostrarnos la humanidad del ser humano. Y al mostrarnos la humanidad, Él demostraba el cariño, el cuidado, la misericordia, el amor por ese cuerpo humano que es criatura del Creador. Y de ahí se desprende una visión diferente del trato que la fe cristiana ofrece a aquel que pasa por pruebas de salud o pruebas físicas o emocionales.

Así que, la campaña, gracias a Dios, es exitosa, y estamos, de alguna manera, reuniendo a los sectores médicos en distintos países y ayudamos a abogar para que los gobiernos, los que administran el tema sanitario en cualquier sociedad, caigan en la cuenta que debe revisarse el rol del médico primario hoy en día.

-Eso vale para Estados Unidos, para España o para Europa, con sistemas sanitarios muy diferentes

-Así es. Porque la clave está en poner a la persona en el centro de la cuestión. Y hoy en día no es así. El centro del tema sanitario está en el edificio, en la construcción de una gran estructura, con mucha decoración, muchas flores, con grandes paseos, linda música, pero donde los resultados de los pacientes son cuestionables y se perpetúa la enfermedad a través de diferentes métodos. Todos queremos resultados y eso significa superar la crisis de salud que se experimenta.

En Estados Unidos gastamos billones de dólares al año, y los resultados que obtenemos son muy deficientes, porque se ha puesto el énfasis en la enfermedad y no en la salud. Y ese es un grave error.

Gracias, doctor
Gracias, doctor

Poner el énfasis en la salud, en la persona que está afectada y que padece; eso es humanizar el sistema sanitario. Y, a la vez, le devolvemos, tanto al paciente como al médico, el gozo de servir en la vida.

El paciente se siente escuchado. Siente que se le mira a los ojos. Que se le reconoce como persona. Y el médico tiene el gozo y la alegría de estar ayudando a una persona a recuperar su vida para poder integrarse en la familia, en la comunidad y en la sociedad.

-Es decir, en esta visión de redescubrir al médico de familia, gana el paciente y gana el médico. Y también gana el Estado porque se reducen los costos

-En vez de someter al paciente a análisis muchas veces innecesarios y costosísimos por la tecnología, eso hoy implica ahorros enormes y el Estado gana también. Redescubrir el médico de familia es una ganancia para el Estado, una ganancia para el profesional de la salud y para el paciente.

-Qué bonito. Pero si gana el Estado, si gana el paciente, si gana el médico, ¿debería ser fácil implementar ese sistema en todas partes?

-Debería ser fácil. Pero no lo es. Y no lo es porque los intereses creados de los monopolios, tanto en lo gerencial del mundo sanitario como en el campo de la farmacéutica, entre otros, son monopolios tan grandes, donde el lucro es lo que prima, pero no el servicio y no la visión que lleve a redescubrir a la persona. Porque la humanidad es lo primero que debemos atender en el campo de la salud.

-O sea que al final los grandes laboratorios mundiales, específicamente de Estados Unidos, tienen otro modelo

-Sí, claro.

-El modelo del beneficio y del lucro

-Sí, claro.

Paredes, Tallaj y los haitianos, con el Papa
Paredes, Tallaj y los haitianos, con el Papa

-Y eso se da de patadas con este modelo que ofrecéis desde SOMOS

-Por eso que nosotros estamos en campaña de abogar, de crear movimientos en distintos países, para que cada país haga sus ajustes, haga cómo replantearse el tema y puedan ser mucho más efectivos. La contribución nuestra es prender una llama que alumbre nuevas posibilidades, para enseñar al mundo a descubrir que a través del médico primario el gobierno, el país, la sociedad están ahorrando recursos enormes. Pero claro, a ese médico hay que remunerarlo. A ese médico hay que darle incentivos. A ese médico hay que formarlo con una nueva conciencia profesional. Y eso es lo que nos permite favorecerlo. De lo contrario, el médico, en vez de atender diez pacientes al día, tiene que atender cincuenta o sesenta pacientes al día. Entonces ya, con los números, usted se dará cuenta de que no puede mantener una atención que permita la relación paciente-médico como debe ser.

-El eco en España a esa campaña y a ese nuevo planteamiento está siendo positivo. Por lo que vimos en la presentación de la campaña 'Gracias doctor', por ejemplo

-Sí, yo creo que la respuesta cada vez es mucho más aceptada, porque se están reuniendo instituciones, médicos, colegios, universidades, escuelas, que están revalorizando lo que se ha hecho y buscando vías nuevas, para resaltar la relación paciente-médico.

-Me sorprendió que en la presentación de la campaña en Madrid hubiese poca gente del sector religioso español. San Juan de Dios, por ejemplo, o las Hermanas Hospitalarias. Hay toda una serie de congregaciones religiosas en España que están específicamente centradas en la sanidad

-Cierto, nosotros informamos a las autoridades de la Iglesia en Madrid sobre este evento. Invitamos al Cardenal Cobo y él me comentó que apoyaba muchísimo la iniciativa, pero recién llegado su calendario y agenda es imposible de compromiso, y seguramente que no lograron con suficiente tiempo avisar a las instituciones religiosas que están dedicadas al campo de la salud. Pero sin lugar a dudas la Iglesia es uno de los grandes agentes de la salud en este país y en muchos países.

-Sobre todo teniendo el aval que ya tenéis y el apoyo explícito y directo del Papa

-Sí, sí, absolutamente. Es fascinante recordar cuando le planteamos al Santo Padre esta iniciativa. Él reunió 300 médicos de distintos continentes y nos habló largo sobre el tema y nos narró cómo él recordaba al médico de su familia y que lo atendió a él y a todos sus hermanos y todos los miembros de la familia lo conocían y mantenían una relación muy cálida con él. Y el médico pues igual se preocupaba, lo cuenta el Papa en sus propias palabras, por el bienestar de la familia.

Gracias, doctor
Gracias, doctor

-Me sorprendió ayer tu presidente, Ramón Tallaj,  diciendo que "el sistema sanitario de Estados Unidos es un gigante con pies de barro". ¿A qué se refería?

-En Estados Unidos, tenemos un presupuesto de 800 billones de dólares al año para atender las necesidades de los más pobres en el campo de la salud. Un sistema que allá se conoce como Medicaid, la ayuda a los más vulnerables. Con los resultados que esa inversión anual produce, que son muy pobres o deficientes. Efectivamente, la riqueza que se pone al servicio del mundo sanitario no da resultados como se espera, entonces es prueba de que tiene los pies de barro. Tiene un cuerpo sólido, que son los hospitales, las instituciones, los laboratorios, las grandes empresas farmacéuticas, etc. Pero, a la vez, dejan mucho que desear los resultados que dan. Cuando se miden y se estudian los análisis médicos y se ve que se continúa y se progresa cada vez más en lo profundo de la enfermedad en vez de valorar y disminuir los efectos de una enfermedad concreta, es porque no está dando resultados. Además, todo aquel que estudie el sistema sanitario norteamericano se da cuenta de que hay... mucha corrupción, mucho defecto, y se ha descuidado realmente el tema del paciente por lucrarse con el capital que tiene el Estado para este rubro.

-¿Robert F. Kennedy, el nuevo secretario de Sanidad de Estados Unidos, va a cambiar eso?

-Creemos que sí. La pena con Kennedy es haberle leído como un gurú antivacunas. Pero el hombre es una persona muy sensible. Ha seguido temas delicados de la cultura moderna que lo hacen ser un hombre que puede darle una vuelta, para corregir toda clase de defectos que tiene nuestro sistema sanitario en estos momentos.

-¿Conoce vuestro modelo, el nuevo secretario de Sanidad?

-Personalmente, no. Nos estamos encargando de poder tener una conversación amplia con él.

-Porque vosotros, en la actualidad, trabajáis en Nueva York con el alcalde demócrata

-Sí. Pero también siempre hemos querido mantener neutralidad y no convertir en partidismo ideológico el trabajo que hacemos al enfatizar estos aspectos del cuidado a la salud. Porque de lo contrario, se queda en lucha de ideas y teoría y no avanzamos realmente en la solución a cuál sería el mejor método para establecer esta importante relación médico-paciente, que nos ayuda a prevenir los temas de salud de graves consecuencias.

Somos community care
Somos community care

-O sea que, si te entiendo bien, ¿los pobres de Nueva York o de Estados Unidos en este momento no tienen que tener miedo a lo que se les viene encima a nivel sanitario?

-Es nuestro sentir, es nuestra visión, que hasta ahora nos ha ido muy bien, porque el Estado nos ha escuchado y ha sabido dar los recursos que se han necesitado. En la nueva administración hay discursos encontrados, que no aclaran todavía cuál va a ser la dirección que van a tomar. Mientras tanto, nosotros estamos agilizando los contactos con la nueva administración, para que se conozca lo bien que hemos podido hacer con los recursos que se nos han dado y el progreso tanto para los médicos que están en nuestra red como para el millón de pacientes que en nuestra red se atiende.

-En España, llamó mucho la atención el discurso de la obispa episcopaliana, Marian Budde. ¿Cómo se vivió desde allí?

-Primero, la Catedral de Washington es una catedral protestante y, claro, el común de los mortales católicos no conoce esa iglesia ni mucho menos a una obispa. Yo pienso que en el común de los católicos no tuvo mayor impacto. Pero, lo que es la prensa, sí se hizo eco. La prensa generalista, la prensa secular, se hizo eco, porque el presidente Trump estaba presente en el servicio religioso. Fue un mensaje que dio ella de fuerte sentido, de fuerte sentido evangélico, basado en las enseñanzas de Jesús. Pero, muchos se preguntan si ese era el lugar apropiado para comunicarle ese mensaje a un señor que había comenzado hacía 24 horas su responsabilidad como presidente de la nación. 

-En cambio, aquí tuvo mucho impacto. LLamó mucho la atención que, con el Evangelio en la mano, fuese capaz de 'profetizar' ante el presidente Trump.  Incluso se hacía la comparación con la presencia del cardenal Dolan el día anterior en su toma de posesión, sin decir nada de este estilo

-Eso es verdad. Su actuación fue diferente, era un momento para haberle hablado a Trump y al país de la necesidad de construir una sociedad abierta y solidaria. Ahora bien, hubo un cura católico que habló al final, el día de la toma de posesión. Fue brillante. Sí. Brillante. Un cura raso, que iba al cementerio a ver a sus padres. Y, al lado o cerca de la tumba de los papás del cura, está la tumba de los papás de Donald Trump. Y eso era una montaña de pasto. Y el cura se dedicó a cuidar las tumbas y le mandó una foto de las tumbas ya limpias. Trump, ni corto ni perezoso, lo mandó llamar y lo invitó a su casa y, por lo visto se entendieron muy bien. Y entonces, Trump le dijo: ven a mi toma de posesión y tú cierras el acto. Y el sacerdote lo hizo muy bien, realmente admirable y con un profundo sentido evangélico.

El Papa y Trump

-Visto desde aquí hay como cierto miedo, cierto recelo hacia la administración Trump. Tú, en cambio, parece que tienes más esperanza o que tienes más optimismo

-Es que yo creo que hay que molestarse en tratar de entender al nuevo presidente. Yo no voté por él ni por Biden. Lo hice por un partido no reconocido y escribí un artículo donde no aconsejaba a ninguno de los 2. Pero sí me doy cuenta que, en Trump, hay algo con la identidad americana, el nacionalismo americano. Y entonces él quisiera hacer insertar a su modo cosas buenas y grandes. Pero a la vez, por su estilo, su arrogancia, su modo de atropello que tiene, arruina las buenas intenciones que tiene el hombre. Estoy requete convencido de que este Presidente es un comerciante a ultranza. Lo único que le interesa es el comercio. Y él vende su marca. Y su marca es él. Es la marca Trump. Y es lo que le interesa: comerciar con la marca Trump. Y eso es muy arriesgado como política en el concierto de las naciones.

-El Papa francisco y Trump, dos personalidades mundiales globales, que van a tener que chocar en algún momento, ¿no?

-Yo creo que Francisco es un hombre muy sabio y sabe ser paciente. Sabe leer muy bien a las personas. Y sabe que lo que él enseña, que estamos en un cambio de época, es muy real. Y por eso aparecen todas estas figuras que no cuadran con el devenir histórico que hemos visto en los últimos 200 años. Desde todo ángulo que uno mire los cambios de la sociedad actual, no tienen nada que ver con lo que conocíamos antes. Es otro modo, otro estilo. Es decir, usted va a cualquier recepción, la gente se viste como le da la gana. Pero jamás formalmente. Los críos se ponen tatuaje hasta no sé dónde: Cara, frente, cuerpo, etc. Las relaciones humanas de los jóvenes sin matrimonio. Nadie habla de matrimonio. Se están acostando a los 15 y 16 años en la casa con los padres que admiten esas conductas. Y no pasa nada. Es decir, eso en mis tiempos sería realmente inaceptable. El cambio es abismal. Entonces, efectivamente, el mundo cambió. Y no nos hemos dado cuenta de que el mundo cambió. ¿Cómo es posible que la Unión Soviética colapse? El muro de Berlín cae. Se reorganiza. Pensamos que íbamos a tener una primavera de paz. Con esos hechos históricos, de repente despertamos a otra tragedia mundial que es la que tenemos en estos momentos.

Es interesante, a este respecto, la película El Cónclave, que acaba de salir. Y las sutilezas que tiene esa película. En ella, el Papa es un mexicano, que lo mandan al Medio Oriente. Después que está electo, el cardenal Carmalengo se entera de que ese Papa recién elegido tiene un problema de salud muy serio, que no lo había contado.

Conclave, la parábola del útero de Dios
Conclave, la parábola del útero de Dios

-¿Y cuál es el problema de salud del Papa de 'Cónclave'?

-El problema de salud es que el Papa es hermafrodita. Los guionistas de la película o metieron esto para ridiculizar y burlarse de la Iglesia o para mostrar los nuevos fenómenos que están en boga.

-Volviendo a la pregunta, ¿cómo se va a llevar Donald Trump con el Papa?

-Es un misterio, por un lado. Pero yo tengo mucha confianza en la sabiduría de Francisco como Pontífice, que significa ser puente. No así en la de Trump. Porque Trump es homo faber, no 'homo sapiens'. 

-¿La reciente carta del Papa a los obispos norteamericanos es una desautorización radical a la política de deportación de migrantes del presidente Trump?

Es mi parecer que el papa aboga por una sociedad que tenga la mejor política, donde el bien común, la solidaridad y el respeto a la dignidad humana sean los pilares de todo gobierno o sistema político, porque esos valores nos diferencian de las dictaduras y de otros sistemas, que no viven los valores que defiende Francisco en nombre del Evangelio.

A los que somos inmigrantes y tenemos a USA como país de adopción nos duele que se critique al Papa como si fuese un enemigo de esta imperfecta democracia nuestra, que ha ido perdiendo las fuentes de la Biblia hebrea y del Evangelio del Señor de la historia. ¡No a las deportaciones. Si a la inmigración con humanidad!

Paredes, con el Papa
Paredes, con el Papa

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