La Suprema Corte de Justicia determinará el 9 de noviembre si viola la Constitución México: ¿Prohibirán los nacimientos navideños en espacios públicos?

(Desde la fe).- Ante la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de México determine si colocar nacimientos en los espacios públicos viola la Constitución, la Arquidiócesis Primada de México señala que lo que se debe establecer en todo caso es la laicidad positiva, que consiste en respetar las distintas manifestaciones sociales -religiosas y convicciones éticas- con armonía e inclusión.

“Lo más adecuado es atenernos al principio constitucional de libertad religiosa y libertad de expresión, y fomentar una sociedad tolerante, incluyente y respetuosa de la libertad de todos sus habitantes”, aseguró el padre Mario Ángel Flores Ramos, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis.

¿Qué está pasando en la Suprema Corte?

La Suprema Corte de Justicia de la Nación discutirá el próximo 9 de noviembre un proyecto de sentencia por medio del cual se determinará si la colocación de nacimientos en espacios públicos es violatorio de la libertad religiosa, y con ello definir si se mantiene esa tradición en las dependencias públicas.

El ministro José Luis González Alcántara Carrancá presentará, ante sus pares de la Primera Sala, el proyecto con el que además se establecería si el adornar dichos lugares con imágenes del natalicio de Jesús violenta los principios constitucionales del Estado laico y el principio de igualdad y no discriminación.

Este juicio de revisión tiene su origen en una demanda presentada por una persona en diciembre de 2020 en contra del municipio de Chocholá, Yucatán, que con motivo de los festejos de fin de año instaló, en espacios públicos significativos, adornos alusivos a la celebración de la Navidad y que escenificaban el nacimiento de Jesucristo.

¿Qué propone la sentencia?

De acuerdo con el proyecto de sentencia, Alcántara Carrancá planteará a los integrantes de la Primera Sala que los nacimientos de Navidad o cualquier otro adorno, signo o manifestación que haga alusión a una convicción religiosa no se coloquen en los espacios públicos del ayuntamiento ni se paguen con recursos del erario.

Al referirse a la reparación integral del daño, el ministro promoverá que se ordene al Ayuntamiento de Chocholá “adoptar las medidas que considere necesarias, en ejercicio de sus atribuciones legales y constitucionales, para promover el ejercicio de la libertad religiosa y, en vía de consecuencia, promover la pluralidad ideológica dentro del Municipio”.

Lo anterior, por considerar al municipio responsable de haber violado diversos derechos en perjuicio del ciudadano quejoso, así como frente al impacto social que genera la colocación pública de símbolos religiosos estáticos en la inmediatez de cualquier persona que los perciba u observe.

Se debe impulsar la laicidad positiva

En entrevista para Desde la fe, el padre Mario Ángel Flores Ramos subrayó que, más allá de tomar decisiones en torno a la colocación o no de imágenes religiosas que representen el Nacimiento del Niño Jesús, lo que se debe promover desde el gobierno es la laicidad positiva. “La laicidad positiva consiste en respetar las distintas manifestaciones sociales, religiosas y convicciones éticas, con armonía e inclusión”, explicó el director de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis Primada de México.

El padre Flores Ramos consideró que el principio que se está invocando en el proyecto que se discutirá la próxima semana es el de la neutralidad democrática, por lo que en los ámbitos gubernamentales no podrían favorecer ninguna expresión ideológica en particular, en sentido estricto, ni religiosa ni otras convicciones particulares.

“Siendo congruentes, tampoco se podrían promover convicciones de determinados colectivos que no representan a toda la sociedad.Sería un absurdo llegar a este extremo”, subrayó el sacerdote. En este tenor -continuó-, “lo más adecuado es atenernos al principio constitucional de libertad religiosa y libertad de expresión, para fomentar una sociedad tolerante, incluyente y respetuosa de la libertad de todos sus habitantes, en el tenor del Artículo 10.

Dicho precepto constitucional -concluyó- establece que las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con la Constitución y con los Tratados Internacionales de la materia, favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia, con la restricción constitucional de que no constituyan un delito penado por la ley, como lo establece el Artículo 40.

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