El cardenal se defiende: "Debes hacer ñoquis con la pasta que tienes" Miles de activistas católicos critican a Dolan: "No hay nada 'pro-vida' en la agenda de Trump"
Los firmantes de la carta, que ha sido publicada el 1 de mayo a iniciativa de Faith in Public Life Action, se muestran ofendidos porque "los líderes católicos se han alineado con un presidente que destroza familias de inmigrantes, niega el cambio climático, aviva la división racial y apoya las políticas económicas que perjudican a los pobres"
El intercambio de piropos durante la llamada telefónica vino seguido de tuits de Trump y de apariciones en medios del cardenal, con nuevas muestras de sintonía y mutua admiración, aireadas incluso desde el altar de la catedral de San Patricio, en plena eucaristía
El mensaje de denuncia y reproche, que incluye firmas como la de la hermana Simone Campbell, Stephen Schneck o la hermana Pat McDermott (todos directores de relevantes grupos de presión e incidencia política del ámbito católico) ha tenido a su vez respuesta pública por parte del cardenal Dolan
El mensaje de denuncia y reproche, que incluye firmas como la de la hermana Simone Campbell, Stephen Schneck o la hermana Pat McDermott (todos directores de relevantes grupos de presión e incidencia política del ámbito católico) ha tenido a su vez respuesta pública por parte del cardenal Dolan
Más de mil activistas católicos, de reconocidos organismos pro justicia social, han firmado una carta dirigida al cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, tras la reciente polémica que han suscitado sus extraordinarios elogios al presidente Trump.
Como recogen varios medios de información religiosa estadounidenses, como NCR, la carta, que ha sido publicada el 1 de mayo a iniciativa de Faith in Public Life Action, denuncia que las muestras públicas de apoyo a Trump que Dolan ha protagonizado indignan porque manifiestan -en un contexto de problemas agravados por la crisis del coronavirus- que "los líderes católicos se han alineado con un presidente que destroza familias de inmigrantes, niega el cambio climático, aviva la división racial y apoya las políticas económicas que perjudican a los pobres".
Todo comenzó el pasado 25 de abril, cuando Dolan, junto a otros cardenales católicos y líderes de educación, participó en una llamada telefónica con Donald Trump. Como publicó Crux, el presidente de Estados Unidos calificó al cardenal Dolan de "gran amigo" y Dolan reconoció su cercanía bromeando con el hecho de que se comunica más a menudo con Trump que con su madre anciana. El intercambio de piropos vino seguido de tuits de Trump y de apariciones en medios del cardenal, con nuevas muestras de sintonía y mutua admiración, aireadas incluso desde el altar de la catedral de San Patricio, en plena eucaristía.
Lo que más acerca al presidente y el cardenal sin duda es su postura contra el derecho a abortar, a lo que los firmantes de la carta que critica a Dolan han respondido: "No hay nada 'pro-vida' en un líder que usa la crueldad como arma política y muestra desprecio por cualquiera que desafíe su imprudente agenda".
La sintonía de dos bromistas
El mensaje de denuncia y reproche, que incluye firmas como la de la hermana Simone Campbell, Stephen Schneck o la hermana Pat McDermott (todos directores de relevantes grupos de presión e incidencia política del ámbito católico) ha tenido a su vez respuesta pública por parte del cardenal Dolan. Durante un evento de video en Facebook Live con el editor de la revista America, el jesuita P. Matt Malone, el 1 de mayo, Dolan ha justificado su connivencia con la administración Trump defendiendo el deber de la Iglesia de comprometerse en política para mejorar la sociedad.
Por una parte, ha definido, con grandilocuencia, su papel como "sagrada empresa de acompañamiento" a los líderes políticos. Por la otra, ha demostrado una vez más coincidir con el presidente (que, según la carta, "burla de los valores cristianos en sus palabras y políticas") en su tendencia a la broma de mal gusto y a la demagogia. "Debes hacer ñoquis con la pasta que tienes", han sido sus palabras.