El episcopado de Honduras denuncia que el Nuevo Código Penal protege a los corruptos Obispos hondureños: "El nuevo Código Penal se convierte en un instrumento de protección de los corruptos y narco políticos"
El delito de malversación de caudales públicos pasó de una pena de 6 a 12 años, a una de 4 a 6 años
La Conferencia Episcopal de Honduras ha expresado en más de una ocasión la preocupación ante el "nivel tan profundo y extenso de la corrupción, que es vergüenza de la vida pública, peligro para la paz social y raíz de la inequidad social"
"No hay nada oculto que no llegue a descubrirse, no hay nada escondido que no llegue a saberse", dijo el cardenal Maradiaga
"No hay nada oculto que no llegue a descubrirse, no hay nada escondido que no llegue a saberse", dijo el cardenal Maradiaga
| Patricia Ynestroza
(Vatican News).- El nuevo Código Penal de Honduras entró en vigencia el pasado 25 de junio, en medio de una serie de controversias. Diferentes sectores de la sociedad y la Iglesia consideran que este nuevo código garantiza la imposibilidad de poder procesar a una persona por actos de corrupción.
Por ejemplo, en el anterior Código Penal, al abordar el delito sobre el abuso de autoridad, este tenía una pena de tres a seis años de prisión, actualmente en la propuesta del nuevo documento no está considerada ninguna pena que prive de su libertad a quien cometa ese delito. Otro ejemplo, el delito de malversación de caudales públicos pasó de una pena de 6 a 12 años, a una de 4 a 6 años, es decir que probablemente con los beneficios que se establecen en una normativa penal, las personas involucradas en estos delitos probablemente jamás pondrán un pie en la cárcel.
El anterior Código Penal tenía data del 23 de agosto de 1983, es decir que han pasado 36 años desde esa fecha. En Honduras, en todos estos años, se han dado muchos cambios sociales, han surgido nuevas formas de delitos, ha evolucionado también el tipo de pena que merece uno u otro delito lo que ha provocado que se hayan introducido cantidad de reformas en sus artículos.
VaticanNews, en entrevista con el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Angel Garachana, dijo que era necesario un nuevo Código Penal que respondiera a las actuales circunstancias y necesidades. El nuevo Código Penal aprobado en el Congreso y publicado en la Gaceta el 10 de mayo del año 2019, se le concedió hasta el mes de noviembre de 2019 como vacatio legis, y dadas las críticas que tuvo, se amplió ese tiempo hasta el 25 de junio del 2020.
De tal manera que, afirmó el prelado, ese día 25 de junio de 2020, si el Código Penal Publicado en la Gaceta, no tenía nueva prolongación, o no era abrogado, entraba en vigencia. VaticanNews le pregunta a Mons. Garachana, por qué hacer vigente este código ahora en este tiempo de pandemia, el prelado afirmó que el nuevo Código Penal ya fue aprobado el 10 de mayo del 2019, ya ha tenido una vacatio legis, y automáticamente entró en vigencia pasadas las 12 horas del 24 y empezando el día 25. Lo único que hubiera impedido su entrada en vigencia es que el Congreso antes de esta fecha del 25 lo hubiera abrogado o prolongado la vacatio legis, pero no lo hizo. “Porque este código es el código que quieren y el códig que les conviene”, señaló el presidente de la Conferencia episcopal de Honduras.
La Iglesia ha denunciado en más de una ocasión la corrupción
Desde que el nuevo Código Penal fue aprobado, hasta el 25 de junio pasado, se han pronunciado por su abrogación y la no entrada en vigencia, la Conferencia Episcopal en sus asambleas plenarias, la sociedad, instituciones de orden político, de orden gremial, de orden académico e instituciones internacionales.
La Conferencia Episcopal de Honduras ha expresado en más de una ocasión la preocupación ante el “nivel tan profundo y extenso de la corrupción, que es vergüenza de la vida pública, peligro para la paz social y raíz de la inequidad social, de la pobreza del país”. Los obispos han afirmado que el nuevo Código Penal se convierte en un instrumento de protección de los corruptos y narco políticos, y han insistido en este aspecto, por la dimensión moral que conlleva, "pues la corrupción arranca de la corrupción de la conciencia moral y termina en la corrupción de las instituciones, de hecho las diversas instituciones del gobierno, no gozan de credibilidad para la mayoría de la población", según el prelado.
El cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, dijo en su homilía del 21 de junio, hablando sobre el código penal, que no se puede ignorar, ni tampoco pensar que una ley pueda proteger a aquellos que tienen cuentas pendientes. Ojalá, afirmó, que a la perspectiva de esta palabra de Dios que dice: "No hay nada oculto que no llegue a descubrirse", el que tiene algo que ocultar porque es un delito o un crimen piensen en estas palabras, expresó. Y traten de enmendar sus vidas, en la justicia. Dios es misericordioso, Dios nos ama, pero no puede pactar con el mal y el que hace el mal, tiene que arrepentirse, pedir perdón y restituir lo que se ha robado o lo que se quiere robar. "No hay nada oculto que no llegue a descubrirse, no hay nada escondido que no llegue a saberse", dijo.