Monseñor Ojea celebra en Matanza la misa en homenaje a las "madres de la patria" La Iglesia argentina reconoce a las mujeres al frente de los comedores comunitarios "en toda la República"
"Nos da mucha alegría recibir al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, que preside esta Acción de Gracias", expresó monseñor Eduardo García, obispo de San Justo
"El fuego calienta desde abajo, las cosas grandes vienen desde abajo, desde los pequeños gestos, como estas Hermanas Nuestras que día a día ofrecen su vida. ¡Gracias a todos por venir!"
Esta misa es un homenaje a las cocineras que alimentaron a cientos de miles de personas en pandemia y que hoy se encuentran al frente de todos los comedores comunitarios en la República Argentina
Además se expresó la necesidad de una opción por un plan nacional alimentario que asegure la llegada de comida a absolutamente todas las familias argentinas que lo necesiten
Esta misa es un homenaje a las cocineras que alimentaron a cientos de miles de personas en pandemia y que hoy se encuentran al frente de todos los comedores comunitarios en la República Argentina
Además se expresó la necesidad de una opción por un plan nacional alimentario que asegure la llegada de comida a absolutamente todas las familias argentinas que lo necesiten
| Conferencia Episcopal Argentina
Hoy 19 de junio de 2024, en el Santuario de la Virgen de Caacupé y San Blas de La Matanza, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea, celebró la Misa en homenaje a las mujeres que trabajan en los comedores comunitarios en todo el país.
En el inicio de la ceremonia, el Obispo de San Justo, monseñor Eduardo García dio la bienvenida a todos diciendo: “Gracias a nuestros padres obispos, a los sacerdotes por venirse hasta La Matanza donde más de una vez hemos sido castigados por el olvido, por la ausencia del Estado, por la falta de educación y de cloacas, o de una vivienda digna, castigados también a veces por los medios que no perdonan el crecer y el avanzar como pueblo. Por eso nos da mucha alegría recibir al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, que preside esta Acción de Gracias. Esto es lo que queremos hacer hoy: El fuego calienta desde abajo, las cosas grandes vienen desde abajo, desde los pequeños gestos, como estas Hermanas Nuestras que día a día ofrecen su vida. ¡Gracias a todos por venir!”.
En la homilía, monseñor Ojea expresó:
“En esto estamos trabajando para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, para no entregar nuestros barrios al enemigo que se constituye en dueño de nuestras vidas y que va formando un ‘estado’ dentro de otro Estado. Estamos a tiempo, hay tanto que hacer, tanto que trabajar, cada uno tiene que mirar su responsabilidad. Nuestras mujeres se encuentran con estos chicos y estas chicas, y a veces también se encuentran con adultos.
”Hoy es tanta la confusión en muchas situaciones en nuestros barrios que a veces la gente se enoja y viene enojada a pedir comida. No lo vemos solamente en nuestros barrios, lo vemos también con personas en situación de calle. El otro día me decía un señor que trabaja durante la noche recorriendo la ciudad para dar de comer: ‘Padre, me arrancan la comida, ahora me arrancan la comida, no me esperan’ ”.
Esta misa es un homenaje a las cocineras que alimentaron a cientos de miles de personas en pandemia y que hoy se encuentran al frente de todos los comedores comunitarios en la República Argentina. Además se expresó la necesidad de una opción por un plan nacional alimentario que asegure la llegada de comida a absolutamente todas las familias argentinas que lo necesiten. El impulso de la oración estuvo dado en favor de la unidad, de la vida y rezando por todos los argentinos y argentinas que están pasando necesidades.
Concelebraron la misa Mons. Juan José Chaparro y su auxiliar, Mons. Oscar Eduardo Miñarro de Merlo-Moreno; Mons. Marcelo Julián Margni de Avellaneda-Lanús; Mons. Eduardo García de San Justo; monseñor Jorge Torres Carbonell de Gregorio de Laferrere y monseñor Gustavo Carrara, vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires. Y también más de 40 presbíteros del Equipo de sacerdotes que viven y trabajan en las villas y barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense.
Al finalizar la Misa monseñor Ojea, acompañado por los demás obispos, bendijo las manos y la vida de las mujeres que fueron honradas en la celebración. Las cocineras de todos los comedores que estaban presentes recibieron, como símbolo de unidad y hermandad, una banda con los colores de la bandera argentina.
En estos días también se están celebrando misas en diversas partes del país rezando por las mismas intenciones: La Banda, Santiago del Estero, a cargo del Padre José María “Pepe” Di Paola; Ciudad de Córdoba, celebrada por el cardenal Ángel Rossi; Mar del Plata, presidida por monseñor Ernesto Giobando.