En el quinto aniversario del levantamiento popular, que reprimió causando más de 300 muertos Nicaragua: Ortega, 'desencadenado', arremete contra los obispos y el Vaticano
Cinco años después del levantamiento popular por una subida de cuotas que fue brutalmente reprimida por el gobierno sandinista de Daniel Ortega, el mandatario nicaragüense ha arremetido de forma furibunda contra la Iglesia de Nicaragua y el Vaticano, a los que acusó de alentar un golpe de Estado contra él y de ser "demonios" y "criminales"
En lo que denominó “mensaje de paz” con motivo de ese aniversario, en el que declaró esa jornada como Día Nacional de la Paz, el dirigente recordó que “ahí [en abril del 2018] estaban los mismos descendientes de Caín, conspirando contra sus hermanos, al servicio de quién, al servicio de los emperadores, de los imperios yanquis, europeos y también de cúpulas de la Iglesia”
Cinco años después del levantamiento popular por una subida de cuotas que fue brutalmente reprimida por el gobierno sandinista de Daniel Ortega, el mandatario nicaragüense ha arremetido de forma furibunda contra la Iglesia de Nicaragua y el Vaticano, a los que acusó de alentar un golpe de Estado contra él y de ser "demonios" y "criminales".
En lo que denominó “mensaje de paz” con motivo de ese aniversario, en el que declaró esa jornada como Día Nacional de la Paz, el dirigente recordó que “ahí [en abril del 2018] estaban los mismos descendientes de Caín, conspirando contra sus hermanos, al servicio de quién, al servicio de los emperadores, de los imperios yanquis, europeos y también de cúpulas de la Iglesia”.
En una alocución a través de los medios públicos, un Ortega desencadenado, inalterable ante el sesgo que estaba dando de los hechos realmente ocurridos, acusó sin reparo: “Ya lo he dicho, no todos los sacerdotes, pero sí todos fuimos testigos [de] como la Iglesia se convertía, no todas las iglesias, pero muchas se convirtieron en cuarteles donde salían los grupos armados a atacar a la población y a atacar a las unidades de policías todos los días”.
En esta deriva hacia la creación de una única versión de los sucedido, insistió el mandatario de lo que cada ves es más un régimen autoritario en que la policía pasó aquellas fechas acuartelada, sin cargar contra los manifestantes: “La policía con la orden de no responder a esos ataques, como sacerdotes, profanando a Cristo, sin ningún respeto a Dios, le decían a los criminales que tenían a ahí atrapado, amarrado, pintado, golpeados, sangrando, a un joven nicaragüense, a una mujer a un policía, como luego le regaban combustible y le pegaban fuego y como ellos mismos filmaban el crimen. Eso no lo ven los fariseos que visten de sotanas y que hablan en nombre de Cristo”.
Sin embargo, y según señala 100% Noticias, "durante las protestas del año 2018, la Iglesia católica exigió a Ortega el fin de la represión policial que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dejó como resultado a 355 personas fallecidas.
Prohibiciones en Semana Santa
Desde aquellos hechos, el régimen de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, no ha hecho más que acorralar a la Iglesia y a los obispos, como a Rolando Álvarez, a quien mantiene en la cárcel con una condena de 26 años. La última provocación a la Iglesia tuvo como objeto la prohibición de las procesiones durante la Semana Santa, estrambótica medida para la que tuvo una no menos delirante justificación:
“Ahora en Semana Santa, para evitar manipulaciones se les dijo [a los sacerdotes] que realizaran las actividades [procesiones] ahí en las iglesias o cerca de las iglesias. Ya algunos de ellos empezaron a tronar porque querían sangre. Ellos quieren sangre, quieren muerte, quieren que se quemen las escuelas, los hospitales, quieren destrucción”, bramó.
“Le pedía a Dios que me diera paciencia, que me diera paciencia y mientras tanto tratar de persuadirlos en los famosos diálogos para que suspendieran los tranques de la muerte y ahí muchos de los obispos que estaban participando, alentando a los terroristas, o hijos del demonio, obispo de Satanás, no pueden ser obispos de Cristo, no pueden andar con esa cruz en el pecho, enlodan esa cruz cuando la andan en el pecho, profanan el Santísimo cuando lo levantan en sus manos manchadas de sangre y esto no tiene nada que ver con el cristianismo, ni con Cristo, ni con el catolicismo”, clamó Ortega.
El Vaticano, "igual que Nerón"
En su diatriba, Ortega -que estos días ha expulsado al representante de la Unión Europea en el país en tanto recibía con todos los honores al ministro de Exteriores ruso-, cargó también contra el Vaticano.
“Cristo nunca dijo que había que hacer un Estado, nunca dijo eso Cristo, ¿dónde lo dice Cristo?, que me lo demuestre un cura donde dijo eso Cristo que había que hacer un Estado y el Estado Vaticano es un Estado más en el mundo, es un Estado más, tiene sus bancos, tiene sus policías, tiene su centro de inteligencia y tiene un mando totalmente vertical, ahí no hay democracia, tiene un mando vertical, a como lo ejercían los emperadores romanos, igual como lo hacía Nerón, como lo hacía Calígula”.
En su 'sermón, Ortega señaló que “Cristo da la vida sin pelear, da la vida en paz, el sacrificio de Cristo es sublime, es extraordinario y si hay un héroe en toda la historia de la humanidad, ese héroe es Cristo y no tiene nada que ver con lo que paso aquí a lo largo de los años, cuando ese intento del golpe de Estado, ojalá los obispos y los sacerdotes reflexionen, que piensen en Cristo un poco y que empiecen a actuar como cristianos y no que se sientan, porque tienen un hábito o porque tienen una sotana, tienen la fuerza y la autoridad de hacer lo que les da la gana”.
"Pobres diablos, que Dios los perdone"
“Pobres diablos, que Dios los perdone como yo los perdono, yo los perdono, yo no guardo odio para ellos. Nunca he guardado odio y recuerdo que siempre he tenido presente ese 'hazme un instrumento de tu paz, Señor'", peroró el dirigente en una especie de arrebato místico.
“Una cosa es creer en Dios, una cosa es creer en Cristo y otra cosa es creer en lo que llamó Cristo fariseos, sepulcros blanqueados y que los sacó a latigazos del templo, porque Cristo no se fue a vivir al templo, sino que se fue a vivir con el pueblo, con los pobres”, señaló Ortega.
Francisco: "Una dictadura grosera"
Tras meses de guardar silencio ante las provocaciones, expulsiones del nuncio, obispos, sacerdotes y religiosa, hace unas semanas finalmente el papa Francisco se pronunció de una manera corta y elocuente sobre Daniel Ortega y su gobierno: "Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige [Daniel Ortega]. Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas".
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