(Vatican News).- “Retomar el llamado a trabajar por el bien común, denunciar la falta de compromiso y la indiferencia”, es el objetivo del mensaje de los obispos al final de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), celebrada del 7 al 11 de febrero. Bajo el título “Rema mar adentro y echen las redes” (Lc 5,4) el documento episcopal reflexiona crudamente sobre la realidad social, política y judicial en la nación centroamericana.
“La construcción del bien común cada vez parece más inalcanzable frente a las demandas naturales de tantos en nuestra sociedad que viven empobrecidos y excluidos. Las alternativas que ha ofrecido históricamente el Estado han sido exclusión, explotación y persecución”
La desigualdad que hiere
Los obispos guatemaltecos expresan su solidaridad a las personas y comunidades que además de las consecuencias de la pandemia, sufren otros males: “Nos hiere la desigualdad, el manejo deficiente de los recursos y la rampante corrupción”, dice el episcopado al lamentar la postración de tanta gente por la miseria y la absoluta falta de oportunidades.
No obstante, el episcopado reconoce los esfuerzos de “superación y emprendimiento" de los guatemaltecos que, a pesar de los obstáculos, “luchan, se mantiene en pie y se superan encontrando inspiración en la fe. “En nuestro pueblo – aseguran los obispos - hay una reserva humana esperanzadora muy importante que afirma su dignidad y busca salir adelante”
Una flagrante desidia
El poder judicial es puesto en discusión por la CEG que una vez más reclama la postergación del remplazo de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, un “imperativo constitucional” que lleva un retraso de dos años, lo que “constituye una flagrante desidia” por parte del sector legislativo y judicial del país.
"Urge acelerar con honestidad la elección de magistrados y de Fiscal General y cumplir con los plazos para su designación. Urgen legisladores que fortalezcan un sistema de justicia que retome leyes olvidadas y exigidas por la constitución de la república e implemente nuevas leyes necesarias"
En este sentido, el episcopado sugiere no sólo que en el proceso de postulación de los candidatos participen profesionales probos que actúen con independencia y profesionalismo, sino que se retomen los Acuerdos de Paz aún sin cumplir, porque -recuerda - “las consecuencias de la impunidad son graves y que la no aplicación de la ley y la justicia provoca más violencia”.
No solo pandemia
Ante el derecho humano que defiende el acceso a los servicios de salud, los obispos denuncian que no se trata de una emergencia causada por la pandemia sino de un problema que se arrastra desde hace años y al que se suma la desnutrición infantil, la falta de oportunidades y recursos para incrementar el desarrollo en el área rural, el desempleo, emigración e inmigración. En otras palabras, la CEG se remite a los informes sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas (ONU) que colocan a Guatemala en “el puesto 129 de 189 países”.
En el camino sinodal: evangelización
Al concluir su mensaje, el episcopado recuerda el camino sinodalde escucha y participación que acaba de comenzar toda la Iglesia invitando a cumplir la propia misión al estilo de San Pablo VI quien afirmaba: “entre la evangelización y la promoción humana existen lazos muy fuertes”.
"En estos momentos decisivos de la historia de Guatemala estamos llamados como creyentes a cumplir las enseñanzas de Jesús, Él nos mostró que la opción por los pobres es el corazón del discipulado, y que nuestras acciones de caridad deben manifestarse también en la dimensión política, que privilegia el bien común por encima de cualquier otro interés particular"
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