“Son muchos los testimonios de quienes lejos de los reflectores, viven de manera callada, discreta, generosa y fiel a su ministerio” escribe monseñor Óscar Domínguez Couttolenc, Obispo de Ecatepec y Responsable de la Dimensión Episcopal del Clero en la introducción del subsidio publicado por el episcopado para la celebración de la jornada.
Monseñor Domínguez pone de relieve la huella dejada de manera “indeleble” por muchos presbíteros en su "caminar con el pueblo de Dios", pero reconoce también, que los efectos de “esta nueva época” han menoscabado la vida de muchos de ellos. “Los abusos de poder, conciencia y sexual – lamenta - han traído dolor y tristeza a nuestra Iglesia, particularmente en las víctimas de estas conductas de algunos miembros consagrados”. En este contexto, los obispos mexicanos subrayan que uno de los desafíos más importantes para el episcopado es la formación, atención y acompañamiento de los presbíteros para que los fieles encuentren en ellos sacerdotes maduros y bien formados, “fuertes, santos, pero también amados”.
La Conferencia episcopal mexicana exhorta especialmente a los laicos para que correspondan con la oración, cercanía y apoyo el ministerio de sus sacerdotes. También invita a los equipos diocesanos de la Pastoral Presbiteral y a los diversos movimientos eclesiales a delinear iniciativas creativas y participativas que fortalezcan la vida y ministerio de los sacerdotes en México. “A todos los presbíteros los exhorto a estar preparados humana, espiritual y pastoralmente, para responder a esta nueva realidad”, concluye.