Libro-entrevista sobre la vida del cardenal y su relación con el mártir salvadoreño Rosa Chávez: "La amistad con Monseñor Romero fue muy profunda, muy sólida y muy leal"

(Vatican News).- Esta obra se articula en cinco partes, las preguntas y respuestas son un recorrido por la infancia y adolescencia de Gregorio Rosa Chávez en su contexto familiar (primera parte); la vocación sacerdotal en sus primeros años de juventud (segunda parte); el sacerdocio, el trabajo con monseñor Óscar Romero y las tensiones sociales del país salvadoreño (tercera parte); el servicio como obispo auxiliar y el trabajo por los diálogos de paz (cuarta parte). La última parte de la entrevista está centrada en el inesperado cardenalato y varias reflexiones entre las que sobresalen el proceso de canonización de Óscar Romero (quinta parte).

'Premio Nobel de Fidelidad'

La frase “Premio Nobel de Fidelidad”, que hace parte del título del libro, nace de una expresión pronunciada por el papa Francisco, durante el encuentro que sostuvo con los obispos de Centroamérica, en Panamá el 24 de enero 2019. En esa ocasión, el papa Francisco reflexionó sobre la figura de monseñor Óscar Romero y aludió a la entrañable amistad y fidelidad de Gregorio Rosa Chávez hacia el arzobispo salvadoreño martirizado el 24 de marzo de 1980.

Para el cardenal Rosa Chávez este libro es un agradecimiento a tanta gente que acompañó su camino. “Espero que sea un recuerdo de la amistad con todos aquellos que encontré en mi camino”, aclara el purpurado salvadoreño, y añade: “Mucha gente ha pedido que escriba mis memorias y en esta sencilla fórmula de la entrevista, he encontrado una manera de responder a ese legítimo deseo”.

Testimonio de una gran amistad

Al entrevistar al autor del libro-entrevista, padre Ariel Beramendi, Vatican News le preguntó: ¿qué le dejó este trabajo?. El sacerdote dijo que, mientras recorría el camino de la vida del cardenal Gregorio Rosa Chávez y monseñor Romero juntos, le quedó un gran testimonio de una amistad entre ambos. Le quedó marcada la vocación que vivió Gregorio Rosa Chávez como religioso, obispo y luego cardenal, con todas las dificultades del contexto histórico, social-político que le ha tocado vivir.

Hablando sobre la vida del cardenal Rosa Chávez, Beramendi afirmó que su experiencia de vida, como sacerdote, luego obispo auxiliar de San Salvador, hizo que trabajara al lado de monseñor Óscar Romero y eso le costó años de marginación en la misma Iglesia, señaló Beramendi.

El papa Francisco lo nombró Cardenal, transformándolo en el único purpurado Obispo Auxiliar en la historia de la Iglesia

Después de vivir el drama de los Escuadrones de la Muerte, monseñor Gregorio trabajó en los diálogos de paz que deseaban sembrar reconciliación después de tanta muerte. Al final de su vida pastoral, cuando ya parecía que iba a cerrar su ciclo como obispo auxiliar "vitalicio", los obispos presentan su renuncia a los 75 años, el papa Francisco lo nombró Cardenal, transformándolo en el único purpurado Obispo Auxiliar en la historia de la Iglesia.

"'Monseñor, ¿cuál es el primer recuerdo que tiene usted de su niñez?'", es la primera pregunta de una extensa entrevista en la que he raspado memorias de su juventud, he tocado nervios descubiertos y he abierto cajones de sastre para confeccionar, gracias a "monseñor Gregorio", el semblante de un hombre de fe con esperanzas, sueños, dificultades, alegrías y tristezas. Un hombre auténtico diría yo. La franqueza del coloquio nació de una antigua amistad porque nos conocíamos por el trabajo en el ámbito de la comunicación; cuando nos volvimos a encontrar en marzo del 2017 nació la idea: ¿por qué no hacemos un libro?”.

Beramendi expresó su alegría de haber publicado este “testimonio escrito porque necesitamos peregrinos que han dejado signos en el camino, y padre Gregorio, que no siempre ha sido tratado con rosas, ha dejado muchos signos luminosos”, señaló. A la pregunta si el Papa tiene conocimiento de su obra; de ser así cuál fue su reacción, Beramendi dijo que recientemente, fue recibido por el Papa, fue con un grupo de personas y al saludarlo, le dijo a Francisco que el libro de “monseñor Gregorio” estaba listo. Él le respondió: “él es un santito”.

"Tiempos demasiado acelerados"

Ante los micrófonos de Vatican News, el purpurado recordó que a San Romero le faltó realizar muchos planes que tenía en mente. Un plan pastoral, darle más tiempo a sus sacerdotes, estar con ellos, visitarlos y escucharlos. Pero como dijo Rosa Chávez, no hubo tiempo, vivían tiempos demasiado acelerados.

El cardenal Rosa Chávez dijo que le sorprendió la amistad que existió con Mons. Romero, haber sido para él alguien con quien compartir sobre todo los momentos difíciles de su vida. Hubo una amistad muy profunda, muy sólida. Fue una lealtad entre ambos a toda prueba.

En el libro-entrevista el cardenal habla de la importancia de tres personas en su vida: su padre, Monseñor Romero y el papa Francisco. Su padre fue para él un hombre que, con coherencia, inculcó los valores en sus hijos, por medio de su ejemplo. Con Romero, la amistad, la confianza que San Romero le tuvo. Y su relación con el papa Francisco, ya conocía al cardenal Rosa Chávez, y siempre ha sido muy cordial con el purpurado. Le ha depositado su confianza.