"Solo pido una mirada… una genuina, que te abrace, que te reconozca tu lugar en la familia" Sacerdote casado: "Saben que somos curas y sin embargo se regodean en obligarnos a ser sin serlo… suena hasta perverso"

Ignacio Puente y su familia
Ignacio Puente y su familia

"No necesitamos miradas blandas, palmaditas en la espalda y actitudes supuestamente misericordiosas que esconden más la mirada del hermano mayor que la del menor de la parábola"

"No me humilla reconocerme pecador y necesitado, cuando mi pecado deja al descubierto la grandeza  de la misericordia y fidelidad de Dios"

"Que loco que en la Iglesia uno tenga que mendigar que lo miren! Solo pido una mirada… una genuina, que te abrace, que te reconozca tu lugar en la familia… Somos curas che!"

"Puedo decir sin contradecirme que vivo mi ser cura de una forma plena. Obvio que me falta celebrar y me sangra el alma cada vez que la Iglesia nos maltrata y no nos reconoce"

El tema del celibato como condición indispensable para recibir, y ejercer, el ministerio sacerdotal no escapa a la dinámica de lo que, no solo en la Argentina, denominamos “la grieta”. Depende en el lado de la misma que nos ubiquemos, la opinión que defendemos y la biblioteca que leemos. Muchos experimentan, cuando nos ven discutir del tema, que la cosa pasa más por un Boca/River,  Real Madrid/Barsa, que por verdaderos argumentos que privilegien el bien y la tarea principal de la Iglesia en el mundo de hoy: hacerlo presente a Jesús en la vida de la gente, la evangelización.

Son interminables, y hasta tediosos, los innumerables estudios que buscan defender una teoría u otra. Y, en general, terminan parcializando el tema llevándonos a unos y a otros a posturas irreductibles. Más que defender una cosa o la otra terminamos denostando o menospreciando al que piensa diferente. Los lleva hasta el éxtasis calificarnos como adúlteros, infieles, pecadores, concubinos hasta el paroxismo de hereje, cismático, apóstata, blasfemo, sacrílego etc. Por otro lado nos escandaliza ver como del otro lado de la grieta pululan calificativos como: homosexuales, pedófilos, amancebados, carreristas clericales, misóginos… etc.

Ordenado por Bergoglio
Ordenado por Bergoglio

Pareciera que nada bueno, ni genuino, hay del otro lado de la grieta. Juzgamos con tanta dureza que el deleite pasajero que nos da creernos mejores que nuestros hermanos nos endurecen el rostro y el corazón. Confieso que hay tantos colectivos a la defensiva, y a la ofensiva, en este tema que han hecho de algo a discernir con Dios y con la Iglesia, algo que nos lleva a expresiones poco felices, “prefiero morirme a cambiar la ley del celibato”, si entendemos la vida como un continuo lugar de transformación de la historia por el espíritu santo.  La historia de la salvación es dinámica y nadie quiere pecar contra el espíritu santo atrincherándose en posturas irreductibles.

En buscar caminos está la cosa. Los curas casados, como todo colectivo, hemos pasado del ostracismo preconciliar a una dolorosa búsqueda de reconocimiento, lugar y rol dentro de la Iglesia. El problema es que muchas veces la Iglesia no sabe qué hacer con nosotros y al ser nosotros testigos de que hay otros caminos en la gran crisis sacerdotal de hoy, somos incomodos. Y, entonces, pululan actitudes impostadas y, algunas veces, mal intencionadas.

"No necesitamos miradas blandas, palmaditas en la espalda y actitudes supuestamente misericordiosas que esconden más la mirada del hermano mayor que la del menor de la parábola" "Solo pido una mirada… una genuina, que te abrace, que te reconozca tu lugar en la familia”

Ignacio Puente
Ignacio Puente

Meses atrás desde el CELAM se pusieron en contacto con un colectivo de curas casados con representación en toda América Latina, en realidad este colectivo se puso en contacto pero hay que reconocer que el famoso final del N0 200 de Aparecida pesó e hizo que un grupo de tres obispos nos escucharan. Después de un interminable relato de la situación de cada país, o región, que dejaba traslucir dolores, luchas, luces, alegrías y sombras… los Señores obispos nos invitaron a trabajar en comisión y hacer propuestas con la mirada puesta en el Sínodo/Asamblea... Se trabajó, se elaboraron ideas y propuestas, se presentaron trabajos consensuados y discutidos y… en los documentos de trabajo para la Asamblea no se refleja nada de lo propuesto para discutir en dicha Asamblea.    

"Que loco que en la Iglesia uno tenga que mendigar que lo miren! Solo pido una mirada… una genuina, que te abrace, que te reconozca tu lugar en la familia… Somos curas che!"

Ignacio Puente el día de su boda
Ignacio Puente el día de su boda

El sacramento del orden imprime carácter, eso no hay lado de la grieta que lo discuta. No se discute si lo somos o no, quien lo haga tiene que estudiar teología. Tampoco está en discusión que todos nosotros recibimos el sacramento previa promesa de ser célibes “con la gracia de Dios”. Algunos plantean la falta de libertad al hacer la promesa, queda para los teólogos la validez del sacramento cuando se manifiesta la falta de libertad a la hora de asumir una condición para recibirlo. No es mi caso. Cuando prometí ser célibe creí que podía serlo, y suplique la gracia necesaria para ser fiel a esa promesa. No se me otorgó, no pude, no conté con la naturaleza necesaria para mantenerlo sin perder sanidad mental y afectiva. Dios me fue mostrando otros caminos y yo tuve que sacrificar al “hijo de las promesas”.

"No me humilla reconocerme pecador y necesitado, cuando mi pecado deja al descubierto la grandeza de la misericordia y fidelidad de Dios" "Saben que somos curas y sin embargo se regodean en obligarnos a ser sin serlo… suena hasta perverso"

Ignacio Puente
Ignacio Puente

Nuestro lugar en la familia comienza reconociendo que somos parte de ella, que no somos ex nada, ni podemos contentarnos con vivir la vida en contradicción con nosotros mismos. Si la santidad consiste en llevar a la plenitud eso “único e irrepetible” que somos, pecan contra el Espíritu Santo  los que nos plantean vivir en el infierno existencial de la contradicción en nosotros mismos. Si somos curas, y lo somos, no existe santidad para nosotros que no pase por vivir nuestro ser curas en plenitud. Ojo! No estoy diciendo con esto que la Iglesia no puede poner condiciones para el ejercicio público del ministerio, lo que estoy diciendo es que no puede haber dialogo genuino, ni reconocimiento necesario, si no empezamos a reconocer del otro su realidad ontológica, es cura! Después vemos como acomodamos los melones en el carro, pero es un melón, y está en el carro!

"Puedo decir sin contradecirme que vivo mi ser cura de una forma plena. Obvio que me falta celebrar y me sangra el alma cada vez que la Iglesia nos maltrata y no nos reconoce"

Señor obispo, cuando habla con nosotros está hablando con un cura, con un sacerdote de su presbiterio. No con alguien que está en la vereda del frente. Vivimos y sangramos con usted y la Iglesia. Sí, sí  sabemos, somos conscientes, que no merecemos nada por serlo, pero Dios un día lo quiso así. Las quejas al patrón de estancia, no pierda el tiempo con el peón!  Somos curas! Revindicamos y celebramos serlo. Mírenos, trátenos una vez aunque sea con dignidad y respeto, no por nosotros… pero si por ser hijos de Dios! Hijos de Dios que recibieron el orden sagrado!

Ignacio Puente
Ignacio Puente

No busque atajos y auto justificativos para no hacerse cargo de la responsabilidad que tiene como obispo. Usted tiene una responsabilidad con nosotros, yo no le pedí que la asuma, se la pidió el patrón el día que lo ordeno sucesor de los apóstoles! Linda la fiesta y el poder que con ella viene no? La mitra, el báculo, el escudo! Pero temo recordarle que había letra pequeña, esa que está al final del nombramiento y que uno por la emoción ni lee… tiene que ser pastor de todas sus ovejas, de todas. De nosotros también.

Que se le va hacer, la mitra no viene gratis… no nos haga favores, no me ablande la mirada, hágase cargo, comprométase conmigo y con su Señor. Encontremos ese lugar mirándonos con verdad, sosténganos a Jesús y a nosotros esa mirada que nos habla del padre que usted quiere ser! Busquemos caminos que no dejen a nadie tirado al costado. Mire que simple mi propuesta, de obvia parece fácil, pensar que mueve montañas de prejuicios y desconfianzas. Mirémonos, reconozcámonos de verdad y encontremos caminos que tengan como única finalidad hacer que Jesús sea conocido y amado.

Ignacio Puente
Ignacio Puente

Primero, Religión Digital

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