Primera misa pública desde su exilio en Europa del pastor encarcelado por el régimen de Daniel Ortega Desde Sevilla, el represaliado obispo Rolando Álvarez reza por "nuestra amada Nicaragua"

Rolando Álvarez en la  parroquia de Puebla de Los Infantes
Rolando Álvarez en la parroquia de Puebla de Los Infantes 100% Noticias

Todos mis fieles de Matagalpa, del campo y la ciudad, diciéndoles desde La Puebla de los Infantes: estoy orando por ustedes". Palabras del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien este martes ofició su primera misa pública desde que se vio obligados a exiliarse en Europa en la parroquia de Nuestra Señora de Las Huertas, en Puebla de Los Infantes, provincia de Sevilla

"Oramos por ustedes en este pueblo bello y gente maravillosa y por nuestra amada Nicaragua”, destacó el obispo, un canto de amor desde Sevilla a su patria

"Todos mis fieles de Matagalpa, del campo y la ciudad, diciéndoles desde La Puebla de los Infantes: estoy orando por ustedes". Palabras del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien este martes ofició su primera misa pública desde que se vio obligados a exiliarse en Europa en la parroquia de Nuestra Señora de Las Huertas, en Puebla de Los Infantes, provincia de Sevilla.

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El obispo de la Diócesis de Matagalpa, desterrado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tras permanecer varios meses encarcelado bajo falsas acusaciones, dirigió, al concluir la eucaristía, unas breves palabras a su querida diócesis y, como gesto simbólico, ofreció su pectoral a la Virgen de La Dolorosa, solicitando a la hermandad que lo guarde en un lugar significativo, según informa 100% Noticias.

“Quiero hacer ese gesto de amor, dejándole a la Virgen de La Dolorosa mi pectoral, y quisiera que esto pudieran contemplarlo todos mis fieles de Matagalpa, del campo y la ciudad ,diciéndoles que desde La Puebla de los Infantes: estoy orando por ellos y estoy haciendo este gesto de amor por ellos, por el Señor, por la Iglesia, por la Virgen Santísima, espero que la Hermandad de Nuestra Señora guarde este pectoral en manos de ella”, señaló el pastor, que tras ser liberado de la cárcel La Modelo, en Managua, y enviado al exilio en Roma, ha recalado en la archidiócesis sevillana.

Durante la homilía de esta eucaristía, Álvarez recordó la reciente carta del Papa a los fieles nicaragüenses. En ella, señaló, Francisco exhorta a que “no se olviden de la Providencia amorosa del Señor que nos acompañe y es la única guía central, precisamente en los momentos más difíciles donde humanamente se vuelve imposible poder entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no olvidar de su cuidado y misericordia”.

“Miremos a la Virgen Inmaculada -prosiguió el obispo de Matagalpa- , ella es el testimonio luminoso de esta confianza, ustedes siempre han experimentado su amparo eterno en todas sus necesidades y han mostrado su agradecimiento con una religiosidad muy hermosa y rica espiritualmente”.

Monseñor Álvarez instó a tener “la misma valentía que el carpintero de Nazaret, que sabía transformar un problema en una oportunidad anteponiendo siempre la confianza en la providencia que María Nuestra Señora de la Esperanza”.

Finalmente, en un momento lleno de emoción, no pudo olvidarse de enviar unas sentidas palabras a su país y a su gente, y más en un momento emblemático como el que se apresta a vivir su diócesis. “Para mí es un gusto una alegría y sobre todo una bendición estar celebrando con ustedes esta Santa Eucaristía en honor a Nuestra Señora de los Dolores, en la memoria de Nuestra Señora de la Esperanza, Nuestra Señora de la expectación, y debo decir también en las vísperas de los 100 años de fundación canónica de mi bendita y amada diócesis de Matagalpa en Nicaragua, oramos por ustedes en este pueblo bello y gente maravillosa y por nuestra amada Nicaragua”, destacó el obispo, un canto de amor desde Sevilla a su patria.

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