| RD/Archidiócesis de Bogotá
El pasado viernes el cardenal Rubén Salazar Gómez recorrió y observó los daños causados a la Catedral Primada de Colombia, la fachada de la Casa Consistorial, la Capilla del Sagrario y las instalaciones del Palacio Arzobispal durante las marchas que se adelantaron el jueves en todo el país y que en Bogotá concluyeron en la plaza de Bolívar.
Algunos de los manifestantes encapuchados arrancaron la polisombra que protegía la catedral y las estructuras adyacentes y rayaron todas las paredes con pinturas de diferentes colores y con frases soeces. Luego, vándalos, lanzaron piedras contra la puerta de la Capilla del Sagrario, cuya estructura de entrada es de vidrio templado con marco de aluminio, de alto valor.
El padre Edison Sahamuel, director de patrimonio de la arquidiócesis de Bogotá, recalcó en entrevista concedida a El Catolicismo: “estos actos de vandalismo desdibujan todo el sentido de las cosas, de las marchas, y atentan contra estos inmuebles especiales con un valor no solo a nivel religioso, sino significativo en todos los aspectos; con instalaciones que hablan y recogen la historia de Colombia y atentar contra estos no tiene ningUna justificación, son patrimonio de la Nación que finalmente nos pertenecen a todos”, aclaró.
Los arreglos de las paredes de la catedral y la curia arzobispal durarán varias semanas ya que no es fácil desmanchar las piedras de estos inmuebles, se requiere de una técnica especial y mucho trabajo. Así mismo, la adecuación de la puerta de la Capilla del Sagrario tomará varios días de labores. Todas estas reparaciones ascienden a más de 80 millones de pesos (más de veinte mil euros).