Varias diócesis, en bancarrota: han debido abonar 281,6 millones de dólares Las denuncias por abusos a menores en la Iglesia estadounidense se triplicaron en 2019
En total, se produjeron 4.434 denuncias, que afectan a 2982 miembros de la Iglesia. Más de un millar de ellos se han demostrado creíbles. Los denunciantes son, en su mayoría, hombres de entre 40 y 60 años que sufrieron abusos en su infancia
El número podría aumentar, debido a que estados como Nueva York, Nueva Jersey o California han cambiado las leyes de prescripción, permitiendo a los supervivientes de hace décadas presentar demandas contra la Iglesia y otras instituciones
| Jesús Bastante Agencias
Los datos son terroríficos, aunque por difícil que pueda parecer, encierran una realidad esperanzadora. A lo largo de 2019, las denuncias por abusos sexual a menores contra la Iglesia estadounidense se triplicaron respecto al año anterior, llegando a 4.434, según un informe difundido este jueves por el Episcopado norteamericano. La cifra resulta espectacular, en comparación con 2017 (693 acusaciones) o 2018 (1.451). El crecimiento es exponencial.
El incremento se debe, entre otras cuestiones, a que las víctimas de décadas pasadas se han atrevido a denunciar, gracias a que varios estados, como California, Nueva York o Nueva Jersey, han modificado sus leyes de prescripción, permitiendo a los supervivientes volver a plantear sus demandas. Una buena noticia para las víctimas, que ven cómo a su dolor no tiene por qué sumarse el olvido.
De hecho, sólo 37 de las nuevas acusaciones registradas se produjeron en 2019, menos de 1%. Una barbaridad, en todo caso. De esta cifra, según el informe, ocho denuncias tenían fundamento, mientras que el resto fueron desestimadas o se encuentran bajo investigación.
Programas de compensación y bancarrotas
El incremento de demandas ha llevado a varias diócesis a asumir que podrían declararse en bancarrota, como sucediera en los años posteriores al escándalo de 'Spotlight'. Así, a lo largo del año pasado, la Iglesia católica abonó 281,6 millones de dólares para cubrir gastos relacionados con las acusaciones.
Diversas diócesis han establecido programas de compensación para las víctimas que han presentado reclamos creíbles por abusos, y otras se han declarado en bancarrota.
