Después de dos meses, tras el destierro de 19 líderes religiosos, sin declaraciones por parte de la Iglesia Sacerdotes nicaragüenses en el exilio rompen el silencio: "Luchen por anunciar a Cristo. No tengan miedo"
"Jesucristo está con nosotros, no los va a dejar solos (a religiosos y feligreses), como no me ha dejado solo a mí", señala el padre Harving Padilla
Esta Semana Santa les tocará a los hermanos laicos, con toda la formación que la Iglesia venía dándoles, ejercer la labor pastoral y misionera
| Elmer Rivas
Ambos religiosos apoyan la organización de un viacrucis para orar por Nicaragua desde Costa Rica. En una conferencia de prensa en la que convocaron a los feligreses, junto a sacerdotes costarricenses, también se refirieron al “contexto histórico y difícil” que sufre Nicaragua.
"Harving Padilla: Siempre hay persecución, siempre hay dificultad para ejercer la labor pastoral. Los hermanos sacerdotes religiosos de allá, tienen que estar coaccionados a las decisiones del Gobierno"
“La Iglesia siempre ha continuado su actividad religiosa. No tiene esa libertad que tenía antes de salir a la calle, pero siempre ha acompañado al pueblo, desde su estructura como Iglesia. No se va a callar en el dolor, en el sufrimiento. La Iglesia estará siempre con su pueblo”, aseguró Vallejos.
Los sacerdotes "están coaccionados" en Nicaragua
En el caso del sacerdote Harving Padilla, es la primera vez que habla en casi dos años y cinco meses de haberse exiliado en Costa Rica. Salió del país en octubre de 2023, tras permanecer casi año y medio recluido en el Seminario Mayor Arquidiocesano La Purísima, en Managua, donde se resguardaba de las amenazas de la dictadura.
En mayo de 2022, fue sitiado por la Policía en su antigua parroquia San Juan Bautista de Masaya, donde corría el riesgo de ser encarcelado. Esta vez respondió a las preguntas de CONFIDENCIAL:
-¿Cómo describe la situación que viven los sacerdotes y religiosos en Nicaragua en este momento?
-Siempre hay persecución, siempre hay dificultad para ejercer la labor pastoral. Los hermanos sacerdotes religiosos de allá, tienen que estar coaccionados a las decisiones del Gobierno.
"El flagelo de la pobreza, la falta de empleo; todo lo que se vive en Nicaragua está obligando a nuestros hermanos a salir de nuestra patria"
-¿Cómo se siente la feligresía en Masaya y el interior del país? ¿Cómo están viviendo la fe?
-Salí de Masaya para evitarle a mis feligreses esa presión que había referente a mi persona. Constantemente había asedio, cerraban calles que no les permitían ir a misa. Mi decisión fue para una mejor vida pastoral de los feligreses. Decidí salir, entre comillas, porque al final fue que me sacaron del lugar. Ahora les tocará a los feligreses dar esa esperanza en el Señor y seguir orando, unidos en la oración para que todo esto vaya cambiando.
-¿Cómo está haciendo la Iglesia para continuar su labor profética, su labor pastoral?
-Es muy difícil porque en muchas comunidades no hay sacerdotes que celebren eucaristías. Ahorita viene la Semana Mayor, muchas comunidades estarán sin vivir su vigilia pascual. Les tocará a los hermanos laicos, con toda la formación que la Iglesia venía dándoles, ejercer esa labor pastoral y misionera.
-¿Cuál es la realidad de los feligreses? ¿Cuáles son sus principales preocupaciones?
-El flagelo de la pobreza, la falta de empleo. Todo lo que se vive en Nicaragua está obligando a nuestros hermanos a salir de nuestra patria. Y esto es muy doloroso porque es algo que las encuestas lo dicen, pero que la gente lo está viendo allá, en los barrios, en cada comarca, en cada departamento. La gente misma que se conoce sabe muy bien que el fulano y zutano va de viaje, porque no hay empleo, porque no hay seguridad. Y es duro saber eso.
Sacerdotes y laicos: "No tengan miedo"
La cruzada del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia ha mermado su capacidad pastoral, especialmente con el destierro y exilio de decenas de sacerdotes incluidos tres obispos, el congelamiento de sus cuentas bancarias, la confiscación de sus bienes, la prohibición de procesiones religiosas, la vigilancia política de los templos, y las amenazas y encarcelamiento de laicos católicos. Es decir, la Iglesia perseguida en Nicaragua celebrará la Semana Santa 2024, más crucificada que el año anterior.
En dos meses, nadie sabe públicamente cómo están los obispos y demás sacerdotes desterrados el 13 de enero de 2024. La jerarquía católica en Nicaragua y la Santa Sede guardan silencio sobre este destierro masivo.
Los sacerdotes exiliados en Costa Rica aseguraron también desconocer las razones del silencio. Sin embargo, optaron por ofrecer palabras de ánimo a los religiosos y feligreses que viven bajo estado policial en Nicaragua.
“Luchen por anunciar a Jesucristo, verdad y vida. Es muy difícil ejercerlo en Nicaragua, pero no tengan miedo. Jesucristo está con nosotros, no los va a dejar solo, como no me ha dejado solo a mí”, dijo el sacerdote Padilla.
El sacerdote costarricense Edgar Gamboa, vicario de la parroquia San Isidro Labrador, del cantón Vázquez de Coronado, en San José, llamó a los nicaragüenses a “no dejar de celebrar la pascua, aunque no sea como están acostumbrados y que no se sientan solos”.
“No tengan miedo, estamos con ustedes. Queridos laicos, no dejen solos a sus sacerdotes. Hermanos sacerdotes, no dejen solos a los laicos. Aquí estamos orando por ustedes”, exhortó el cura costarricense.
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