Toño Casado abre su blog en Religión Digital Arrimarsus al brasero
"Atravesamos tiempos complejos, cada uno confinados en nuestras casas. Miles de muertos y contagiados, mucha gente que se queda sin trabajo y ve su futuro como algo oscuro. Mentiras en la cifras, pérdida de confianza en los políticos…. Iglesias cerradas, eucaristías virtuales… El mundo se ha parado. Y eso nos hace pensar"
"Yo soy cura católico y artista, compleja y a veces explosiva combinación que me hace ver el mundo y la realidad con una perspectiva peculiar"
Pues sí, yo aprendí mucho de la fe y de la vida alrededor de un brasero, sobre todo en casa de mis abuelos. La gente sencilla está muy cerca de Dios y tiene una sabiduría de la vida más profunda que algunos profesores de teología muy sesudos y rebuscados que transformaban a Dios en un teorema de Pitágoras.
En este espacio de “arrímate al brasero”, voy a compartir de lunes a viernes reflexiones y anécdotas que puedan contribuir a hacer de la vida de los demás algo más divertido y luminoso. Yo soy cura católico y artista, compleja y a veces explosiva combinación que me hace ver el mundo y la realidad con una perspectiva peculiar. Siempre con la Palabra de Dios de cada día y la actualidad como fondo y punto de partida para enfrentarnos a nuestras a veces duras vidas.
Atravesamos tiempos complejos, cada uno confinados en nuestras casas. Miles de muertos y contagiados, mucha gente que se queda sin trabajo y ve su futuro como algo oscuro. Mentiras en la cifras, pérdida de confianza en los políticos…. Iglesias cerradas, eucaristías virtuales… El mundo se ha parado. Y eso nos hace pensar.
Por eso este rincón el intrincado universo de la red quiere ser como aquel viejo brasero de nuestra infancia. Un brasero al que había que arrimarse y cubrirse con las faldillas, todos juntos alrededor de ese calorcito, esa conversación, los platos de duralex, el vino de garrafa y la sopa. El calor de la familia nos daba fuerzas alrededor de las resistencias incandescentes y rojas que chamuscaban a un gato, que en mi caso se llamaba Misi, y que llegó a vivir casi 20 años, el record de los gatos, según las cuentas de mi abuela.
¡Vaya Semana Santa hemos vivido!. Vaya Pascua de Resurrección con cifras de muertos todos los días y curvas que no se doblegan. .. Jamás la olvidaremos.
Y seguramente, cuando seamos viejos, si es que llegamos con la que está cayendo, lo contaremos alrededor de esos aparatitos intergalácticos que ahora nos hablan y tienen nombre de muchacha, nuevos braseros futuristas que igual nos apagan la luz que nos ponen un pasodoble. Porque brasero siempre nos hará falta.