"Ha sido el asistente personal en las dificultades en las que luchaba D. Carlos, como un sparring de boxeo" José Cobo, pequeño pero grande y no por la mitra, sino por el corazón

José Cobo, con Toño Casado, al término del Vía Crucis en La Almudena
José Cobo, con Toño Casado, al término del Vía Crucis en La Almudena Archimadrid / Ignacio Arregui

"Es un tipo de pequeña estatura, mirada profunda, siempre con una sonrisa en la cara entre pícara y amable y una voz cálida y amistosa. Le conocí en la puerta de su casa dándome la bienvenida, allá en una sencilla Parroquia de Aluche"

"Jose Cobo ha sido el asistente personal en las dificultades en las que luchaba D. Carlos, como un sparring de boxeo; que si juicios, que si publicaciones dañinas y terribles contra la Iglesia, el Papa y sus obispos, que si murmuraciones venenosas y otros problemas..."

José Cobo ha sido nombrado Arzobispo de Madrid por el Papa Francisco. Es un tipo de pequeña estatura, mirada profunda, siempre con una sonrisa en la cara entre pícara y amable y una voz cálida y amistosa. Le conocí en la puerta de su casa dándome la bienvenida, allá en una sencilla Parroquia de Aluche. Me llamó la atención su gran cordialidad, sus habilidades como cocinero y su gran preocupación por el barrio.

Porque su Parroquia no era un simple templo para administrar sacramentos, sino La Casa de Dios abierta a todas las personas del entorno, “hospital de campaña” que diría el Papa Francisco, conocedora de los problemas cotidianos de la gente. Un gran cura Jose Cobo, como decimos en la Iglesia, un “buen pastor” que cuida de cada una de sus ovejas sean blancas o negras o cabrillas más retorcidas...

José Cobo

Después le hicieron Vicario, que es el que ayuda al obispo, y más tarde llego a ser Obispo auxiliar, que es el que ayuda también al Arzobispo en este caso Carlos Osoro, que tiene muchas personas a las que atender, como es Madrid.

Madrid es una Archidiócesis, o sea, una diócesis muy grande y muy compleja. Hay personas con muchas sensibilidades y posicionamientos diferentes. Porque la Iglesia no es una secta donde todo el mundo repite lo mismo. Hay gente para todo, algunos con muy mala baba por cierto, pero muchos maravillosos dentro de sus estilos y carismas siendo miles de personas al servicio de una ciudad como Madrid, curando, acogiendo, integrando, celebrando, en fin, transmitiéndoles con palabras y obras el Evangelio de Jesús.

Jose Cobo ha sido el asistente personal en las dificultades en las que luchaba D. Carlos, como un sparring de boxeo; que si juicios, que si publicaciones dañinas y terribles contra la Iglesia, el Papa y sus obispos, que si murmuraciones venenosas y otros problemas... A todos ellos plantó cara con prudencia y valentía siempre fiel a su Obispo, recibiendo más de un golpe barriobajero, pero sin perder nunca el ánimo y el buen humor.

Visitó parroquias, estuvo en primera línea con el proceso de justicia a las victimas de abusos con el valiente Proyecto Repara, y está muy cercano en su corazón a las realidades difíciles de nuestras sociedad como el paro, la inmigración, la polarización social, los jóvenes...

Visitó parroquias, estuvo en primera línea con el proceso de justicia a las victimas de abusos con el valiente Proyecto Repara, y está muy cercano en su corazón a las realidades difíciles de nuestras sociedad como el paro, la inmigración, la polarización social, los jóvenes...

Ahora lo hacen Arzobispo. Pero él nunca ha ambicionado esas cosas. En La Iglesia, que somos humanos como todos, hay gente que desea cargos y poder. Lejos de Jose Cobo esos deseos que autocombustionan con fiereza a unos pocos. El sirve a La Iglesia. Porque está absolutamente enamorado de su vocación y quiere a su Iglesia como a su madre, por cierto, una andaluza maravillosa.

Cobo, con Juan Cuatrecasas en el encuentro organizado por RD

Los padres de Jose son unos señores sencillos que han educado muy bien a su hijo, en el saber y la fe de la gente humilde y de pueblo. Vinieron desde Jaén y aún no han perdido ni el acento ni la gracia que les dieron al nacer. Porque nuestro nuevo arzobispo es superfamiliar, con su hermano, sus sobrinos, y sus amigos que le quieren y le admiran. La Iglesia de Madrid es la familia en la que se crio y en la que creció. Sabe de sus grandes valores y dolores y por eso su amor es verdadero y su entrega consciente y alegre.

El Papa Francisco, que fue elegido en singular casting por el Espíritu Santo ha nombrado a dedo a este nuevo pastor de Madrid. Dios le cuidará y le dará luz para guiarnos y acompañarnos en estos tiempos difíciles para todos en los que hay tantos retos que afrontar. Puede sentirse seguro en medio de la tempestad, pues es plenamente consciente de que Jesús sigue vivo en esta humana barca de la Iglesia que avanza empujada por el Espíritu Santo. El ha venido a servir y ya lo lleva haciendo toda la vida. Quiere crear comunión y anunciar a este mundo de hoy a Jesús. Jose Cobo, pequeño pero grande y no por la mitra, sino por el corazón.

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