El mundo sigue lleno de pobres, presencias incómodas para el que vive bien, invisibles para muchos. La pobreza es un estado angustioso de vida que te hace asomar a la cuenta en números rojos y las facturas sin pagar; el presente es una jaula de donde escapar y el futuro es un trampolín ante los cocodrilos. Si tienes hijos o personas al cargo multiplica tu angustia por mil, pensando cómo vas a llenar el puchero o si los Reyes Magos se acordarán de tus niños llenos de mocos y ropa prestada.

Para cierta burguesía a veces católica también, el pobre es un objeto necesario para darle limosnas y ejercer la bondad  de la que va vestida con visón y quiere asegurarse buena plaza en el más allá. La palabra “pobres” es muy recurrente en los documentos  de las congregaciones religiosas. Por ejemplo, casi todas ellas surgieron “para los jóvenes pobres” y en muchas ocasiones sus colegios ya se dedican a niños monos y adinerados de familias bien.

Sin embargo los pobres necesitan Buenas Noticas. Necesitan el Evangelio de Jesús, porque nos habla de justicia, de esperanza, de dignidad, de hermandad. Vamos, de un mundo nuevo que todos necesitamos, pero especialmente los que sufren una existencia llena de estrecheces, hambre y sueños sin cumplir.  Sigue habiendo muchos cautivos, presos de la tristeza, la depresión, dependientes del sexo, de las drogas en general o todos del móvil, cacharrito que nos roba el tiempo y la capacidad de encuentros verdaderos. Muchos ciegos que contemplan el mundo como un negro telón llenos de prejuicios o depresión. Muchos oprimidos por el paro, por la desilusión, por la violencia, por la injusticia total…

Por eso Jesús es la medicina necesaria para sanarnos.  Muchos son los cristianos, ungidos y elegidos, que llenan el mundo de Buenas Noticias. Ellos son una Buena Noticia para los demás. Porque trabajan por quitar el sello de la pobreza y aupar a la gente a la vida digna que Dios quiere para todos. La Iglesia que llena de luz a las personas para enfrentarse a estos complejos y oscuros tiempos, libera de la culpa y sana las heridas de los cautivos y oprimidos. Y no solo lo hace con palabras bonitas, también necesarias, sino con gestos, con esfuerzo, dando la propia vida y el propio tiempo por los que sufren, porque ellos son sus hermanos, y ve en cada uno de ellos al propio Jesús. Ese  sí que es un acto de adoración y contemplación: descubrir la presencia real de Jesucristo en cada uno de los que duermen en los bancos, de los que están en las colas del hambre, de los apenas caminan oprimidos por la cruz de mil desgracias… Caritas no es una simple ONG sino los miles de voluntarios ungidos por Dios para hacer la tarea de Jesús, que no es solo repartir arroz, sino llenar de dignidad y salud la vida de las personas. Y así tantos grupos y organizaciones cristianas o no cristianas que hacen el mandato de Dios. Una Iglesia, una cruz, es señal de "aquí ayudamos a la gente". Los cristianos trabajan por una sociedad mejor. Verdad verdadera.

Tú también tienes un papel en este plan, claro.

Si eres pobre, si te sientes oprimido, ciego, cautivo, Dios te va a mandar un amanecer lleno de esperanza con alguna persona enviada por Él que te ayudará.

Y también eres tú hoy el elegido para llevar Buenas Noticias a los demás. La vida es para disfrutarla pero sobre todo para transformarla para que todos vivan una existencia como Dios soñó para ellos.

Tú eres el Elegido, la Elegida. Haz lo que puedas, pon el corazón y Jesús hará milagros. Ya verás.

AVISILLOS

¡La Vecina de Jesús va a por su 5ª Edición! ¡Gracias!! Si no lo has leído ya estás tardando.

Gracias por vuestras felicitaciones de cumpleaños.

He estrenado “Soñando con Don Bosco”, una canción muy chula y fresquita.