La catedral de París seguirá siendo gratuita tras su reapertura Alejandro Arredondo: el mexicano que 'salvó' Notre Dame mapeando sus cimientos entre las cenizas

Alejandro Arredondo, junto a la catedral de Notre Dame
Alejandro Arredondo, junto a la catedral de Notre Dame

Le tocó coordinar a un equipo que utilizó escáneres 3D y drones de alto rendimiento para crear una "nube de puntos" de Notre Dame. Eso permitió tener una maqueta digital de alta precisión que sirvió para realizar las obras de reconstrucción de las zonas destruidas

"Como todo el techo se cayó después del incendio, hubo una nube de plomo que se estableció alrededor de la catedral. Y eso es tóxico para la salud", indica el arquitecto mexicano, por lo que los trabajadores tenían que usar equipos como monos de protección y mascarillas de varios filtros

Las previsiones apuntan a que la catedral gótica de París recibirá entre 14 y 15 millones de visitantes anuales, cifra que la convertiría en el lugar más visitado de Francia, algo por encima de Disneyland París (más de 10 millones en 2023), y mucho más que el Louvre, Versalles o la torre Eiffel, todos ellos de pago

El día que ardió Notre Dame, el arquitecto mexicano Alejandro Arredondo llevaba dos años viviendo en París y su tristeza fue igual a la de los franceses que vieron en directo la destrucción del templo. No sabía aún que con su trabajo, y el de muchos otros, el templo reabriría apenas cinco años y medio después.

Su participación en la reconstrucción vino de la mano de una empresa para la que este especialista nacido en Coacalco (en el Estado de México) llevaba trabajando tan solo unos meses aquel fatídico 15 de abril de 2019.

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"No sabía que aquel día iba a cambiar mi vida y mi trayectoria", rememora Arredondo en una entrevista con EFE, a escasos días de la gran reapertura del próximo sábado.

Junto a muchas otras, su empresa fue una de las seleccionadas para arrimar el hombro en la gesta de reconstruir Notre Dame en el menor tiempo posible, un esfuerzo presupuestado en 700 millones de euros que ha incluido desde las más altas tecnologías hasta los oficios más tradicionales, como el de cantero o carpintero.

A Arredondo, en concreto, le tocó coordinar a un equipo que utilizó escáneres 3D y drones de alto rendimiento para crear una "nube de puntos" de Notre Dame. Eso permitió tener una maqueta digital de alta precisión que sirvió para realizar las obras de reconstrucción de las zonas destruidas.

Macron visita Notre Dame
Macron visita Notre Dame

"Consistió básicamente -explica- en tomar las medidas y pasar por todos lados, tanto por el interior, como por el exterior de la catedral", incluidos los rincones prácticamente inaccesibles tras el incendio.

Existen muchas maquetas del templo, detalla Arredondo, e incluso pueden encontrarse con una mera búsqueda en internet, pero no necesariamente se ajustan fielmente al estado real de la catedral: ni "todos los muros están derechitos", ni "todas las ventanas están perfectamente redonditas" en un edificio con más de 850 años de historia.

"Una renovación de este tamaño merece lo más fiel a la realidad", opina este egresado de la Universidad de Monterrey, formado también en Barcelona (España).

Un choque emocional

El mapeado comenzó solo unos días después del incendio y era un puente necesario ante el reto de conjugar la tecnología y el saber hacer del siglo XXI con el espíritu y las técnicas de una catedral gótica, ya que muchos elementos prácticamente no se utilizan en la arquitectura contemporánea.

El grueso de la labor del equipo coordinado por Arredondo se prolongó hasta 2021, aunque posteriormente han seguido interviniendo de forma puntual en la reconstrucción hasta este mismo 2024.

Notre Dame, restaurada

"Tuvimos que estar muy en la urgencia" porque fue un evento totalmente inesperado, cuenta, aunque en realidad tener esta clase de registros de todos los monumentos patrimoniales sería una estrategia muy útil de conservación, sobre todo en caso de catástrofes como esta.

Aquellas primeras visitas de su equipo no solo supusieron "un choque emocional" al ver el edificio destruido, recuerda, sino que también fueron el periodo con más retos porque la accesibilidad era muy complicada.

"Como todo el techo se cayó después del incendio, hubo una nube de plomo que se estableció alrededor de la catedral. Y eso es tóxico para la salud", indica el arquitecto mexicano, por lo que los trabajadores tenían que usar equipos como monos de protección y mascarillas de varios filtros.

A nivel profesional, para Arredondo este ha sido "un proyecto que pasa una vez en la vida" y, desde luego, el más importante de su carrera.

La catedral de Notre Dame sufrió un incendio en 2019
La catedral de Notre Dame sufrió un incendio en 2019 EFE

"Hay mucha gente que tiene un enlace con esta catedral, mucho cariño, mucho amor. Es un edificio que, desde mi punto de vista, une a las personas", comenta.

Así lo valora también desde su propia experiencia al ser, en cierta medida, como embajador de México y de Latinoamérica en esta gesta tan francesa, que para el país ha sido una cuestión de Estado.

"Hubo mucha gente que trabajó -agregó- y era impresionante cómo cada persona dio lo mejor de sí".

Como experto, él mismo certifica que la celeridad con la que se ha restaurado la emblemática catedral, que no es solo un edificio religioso sino también un símbolo de París y de la historia de Francia, es bastante "increíble" y algo que no está al alcance de cualquiera.

"Admiro mucho a todos los que han participado", asegura. 

La Virgen de Notre Dame de París
La Virgen de Notre Dame de París EFE

Por otro lado, la reapertura de Notre Dame va a dar un impulso al ya intenso turismo en París, y el Gobierno francés ha planteado un debate -rechazado por la Iglesia francesa- sobre si los visitantes deberían pagar por la entrada.

La oficina de Turismo de París prevé que esta semana de reapertura el número de turistas aumentará en la ciudad un 18 % respecto a su equivalente del año pasado, incluso si el festivo religioso del 8 de diciembre cae en domingo, lo que complica los viajes.

Entre 14 y 15 millones de turistas

Las previsiones apuntan a que la catedral gótica de París recibirá entre 14 y 15 millones de visitantes anuales, cifra que la convertiría en el lugar más visitado de Francia, algo por encima de Disneyland París (más de 10 millones en 2023), y mucho más que el Louvre, Versalles o la torre Eiffel, todos ellos de pago.

Dado que la reapertura de la catedral va a ser progresiva y que en el primer fin de semana el acceso estará muy restringido por motivos de seguridad, la Oficina de Turismo de París señaló que no prevé "movimientos inusuales" de los flujos turísticos estos próximos días en la zona, a pesar del claro aumento de visitantes.

Además, la oficina no va a organizar ninguna actividad ni recorrido especial en relación con la reapertura más allá de la programación prevista por la archidiócesis, aunque sí ofrecerá toda la información disponible sobre la catedral, como hacía antes del incendio de 2019.

Notre dame de París
Notre dame de París

París cerrará este año con 37 millones de visitantes, un gran aumento respecto a los casi 24 millones de 2023, gracias al fuerte empuje de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del pasado verano.

El enorme flujo de visitantes que se espera para Notre Dame, tanto fieles católicos como turistas, llevó a la ministra de Cultura, Rachida Dati, a plantear a finales de octubre que los visitantes paguen por entrar al templo más famoso de Francia y uno de los más conocidos en todo el mundo. Según esa idea, los fondos obtenidos se emplearían en la conservación del abundante patrimonio religioso francés.

"Con solo cinco euros por visitante se recaudarían 75 millones de euros (unos 80 millones de dólares) al año. Notre Dame de París salvaría a todas las iglesias de París y de Francia", señaló Dati en una entrevista con el diario Le Figaro

"Con solo cinco euros por visitante se recaudarían 75 millones de euros (unos 80 millones de dólares) al año. Notre Dame de París salvaría a todas las iglesias de París y de Francia", señaló Dati en una entrevista con el diario Le Figaro.

Negativa del Arzobispado de París

Sin embargo, el arzobispado de París, encabezado por Laurent Ulrich, rechazó de plano la idea de cobrar por permitir la entrada a un templo, incluso a los turistas.

"Mantenemos sin cambios nuestra posición sobre el necesario libre acceso a las iglesias y catedrales", zanjó de forma clara Ulrich en la presentación de los eventos de la reapertura. Aún así, el arzobispo reconoció que esa gratuidad "no está en contradicción con la preocupación por salvaguardar el patrimonio religioso". Antes del incendio, los visitantes tenían que pagar para ver el tesoro de Notre Dame o para ascender a sus torres, lo que incluía presenciar de cerca las famosas campanas de la catedral.

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