"El escándalo es mayúsculo, la música de fondo persistirá durante bastante tiempo" Belorado no es sólo el “marrón” de Iceta
Las Clarisas de Belorado están con demasiada frecuencia en los medios de comunicación. Es, sin duda normal, ya que el morbo alimenta este culebrón. Los personajes en juego es posible que inspiren alguna serie en breve.
Sorprende cada día más, que nadie viera venir los acontecimientos o sospechara de que en ese convento las cuestiones doctrinales no estaban muy claras y los temas económicos de las posibles ventas tampoco.
En cualquier caso, esta movida está haciendo mucho daño a la ya maltrecha y envejecida vida contemplativa. En la opinión pública se esta deslizando una desconfianza hacia los monasterios que no es justa, ya que en ellos hay todavía miles de hermanas que han dado toda su vida en esa “kénosis” profunda y no podemos ni debemos juzgarlas a todas por el mismo rasero.
En cualquier caso, esta movida está haciendo mucho daño a la ya maltrecha y envejecida vida contemplativa. En la opinión pública se esta deslizando una desconfianza hacia los monasterios que no es justa, ya que en ellos hay todavía miles de hermanas que han dado toda su vida en esa “kénosis” profunda y no podemos ni debemos juzgarlas a todas por el mismo rasero.
Insisto qué sabían la Federación de las Hermanas, los franciscanos encargados de asistirlas, el Vicario Episcopal para la Vida religiosa de la Diócesis…¿Nadie levantó la liebre o sospechaba algo? ¡Qué extraño!
Finalmente, esto no es un problema sólo de Iceta, sino también de estos estamentos. Espero que la CEE y la Confer no dejen sólo al obispo en este marrón, ya que esto afecta a toda la Iglesia española.–
| José Luis Ferrando Lada
Desde hace varias semanas las hermanas Clarisas de Belorado están con demasiada frecuencia en los medios de comunicación. Es, sin duda normal, ya que el morbo alimenta este culebrón. Los personajes en juego es posible que inspiren alguna serie en breve. Al final, todo esto resulta muy triste y sorprendente.
Triste, ya que como se suele decir puede acabar como el rosario de la aurora. Y sorprende cada día más, que nadie viera venir los acontecimientos o sospechara de que en ese convento las cuestiones doctrinales no estaban muy claras y los temas económicos de las posibles ventas tampoco. Aunque al final no sabemos si lo segundo a llevado a lo primero. En cualquier caso, un marrón de mucho cuidado de incierto desenlace final de momento.
En cualquier caso, esta movida está haciendo mucho daño a la ya maltrecha y envejecida vida contemplativa. En la opinión pública se esta deslizando una desconfianza hacia los monasterios que no es justa, ya que en ellos hay todavía miles de hermanas que han dado toda su vida en esa “kénosis” profunda y no podemos ni debemos juzgarlas a todas por el mismo rasero. Vidas enteras dedicadas al “ora et labora”, intercediendo por los problemas de la Iglesia y de las personas. Vidas muy sacrificadas y con muchas muestras de santidad en los claustros.
¿Qué ha pasado en Belorado? La respuesta la tienen las hermanas concretas de ese monasterio que están en grado de dar razón de su actitud. Desde fuera, y a la luz de la propia experiencia y de ciertas informaciones podemos sospechar que se han dejado llevar de personajes poco creíbles, a los que les han dado cancha: ¿No había, ni hay nadie que se haya podido reunir con la madre superiora para buscar una solución consensuada? ¿No hay entre las hermanas ninguna, excepto la que sensatamente se largó, que haya levantado el blasón del diálogo? ¿Se enteran todas de lo que está pasando, o algunas más que otras? ¿Las mayores están al cabo de la situación?
¿No había, ni hay nadie que se haya podido reunir con la madre superiora para buscar una solución consensuada? ¿No hay entre las hermanas ninguna, excepto la que sensatamente se largó, que haya levantado el blasón del diálogo? ¿Se enteran todas de lo que está pasando, o algunas más que otras? ¿Las mayores están al cabo de la situación?
Muy triste para los creyentes y para los que pensamos que la vida contemplativa como vocación de servicio a la Iglesia tiene todavía sentido. Pienso en esas religiosas que al final de su vida, por no se que razones, se ven envueltas en un problema eclesial muy complicado. Por eso uno se pregunta, inocentemente: ¿Quién pierde y quien gana en este asunto? ¿Qué hay en realidad en juego en este embrollo? ¿Todas las hermanas son conscientes de sus decisiones? ¿Es posible que se sientan internamente coaccionadas y mermadas de libertad?
Pero insisto qué sabían la Federación de las Hermanas, los franciscanos encargados de asistirlas, el Vicario Episcopal para la Vida religiosa de la Diócesis…¿Nadie levantó la liebre o sospechaba algo? ¡Qué extraño!
Finalmente, esto no es un problema sólo de Iceta, sino también de estos estamentos. Espero que la CEE y la Confer no dejen sólo al obispo en este marrón, ya que esto afecta a toda la Iglesia española.
Independientemente del final de la historia, el escándalo es mayúsculo, y aunque la noticia se irá poco poco desvaneciendo con los calores del verano, sin embargo la música de fondo persistirá durante bastante tiempo.
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