Le conocí personalmente hace bastantes años al ingresar ambos al mismo tiempo como correspondientes en la Real Academia de Cultura Valenciana. Me asombró siempre por sus grandes cualidades humanas, su polifacetismo, su espiritualidad, su gran capacidad de trabajo, su potencia cantora y musical, su gran inteligencia y su don de ubicuidad. Dios le había dotado de grandes y excepcionales cualidades. Seguro que se habrá presentado ante Él con la satisfacción de quien ha sabido administrar bien sus talentos.

Nació en Casas Bajas (Valencia) pueblecito del interior en la zona fronteriza con castilla y Aragón. Ha muerto en la residencia de sacerdotes ancianos y enfermos Betania de Quart de Poblet a los 90 años de edad con las botas puestas, pues junto con su hermano Jesús, también sacerdote y un año menos de edad, no han parado de hacer cosas por la Catedral de Segorbe, de la que ambos eran canónigos eméritos, y por la Iglesia de su pueblo natal. A ambos templos con su fortuna personal regalaron sendos monumentales órganos. Su deseo era que todo lo que tenían fuera para Dios.

José Blasco escribía con suma elegancia, componía música mejor y era un gran orador. Un sacerdote renacentista que batalló en los más diversos y variopintos frentes. Su gran formación humanística le sirvió de gran ayuda en su tarea evangelizadora, especialmente como apologeta. El amor a la Iglesia lo demostró tanto en Segorbe como en Casas Bajas, lo expresó con profundidad y ternura su hermano Jesús en la bendición del órgano de la Iglesia por el cardenal Cañizares. Ambos estaban muy unidos.

Su tesis doctoral versó sobre 'Historia y derecho en la Catedral de Segorbe. Antecedentes histórico-jurídicos y derecho privilegiado'

José, con 23 años, ganó por oposición la plaza de organista de la Catedral de Segorbe. Más precoz imposible. Se diplomó en la Escuela Superior de Música del Instituto Católico de París, profesor del Seminario de Segorbe, capellán castrense en Madrid, Barcelona y Valencia. Alcanzó el grado de teniente coronel capellán castrense. Era doctor en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Comillas y Diplomado en canto gregoriano. Su tesis doctoral versó sobre “Historia y derecho en la Catedral de Segorbe. Antecedentes histórico-jurídicos y derecho privilegiado”.Fue nombrado  Canónigo Prefecto de Música Sacra de la iglesia Catedral de Segorbe. Escribió varios libros de los que destaca “Salmos responsoriales populares y aleluyas”, texto, partitura  y música en mp3 de los tres ciclos litúrgicos, siguiendo el espíritu del Concilio Vaticano II. Era capellán cantor de la Iglesia del Real Colegio Seminario de Corpus Christi de Valencia.

 Recordaba siempre las palabras de Pablo VI "No siempre ni en todas partes -lamentaba el Papa- se siguen las indicaciones del Concilio. Muchos labios permanecen mudos, sin participar en el canto". Y decía: “Resulta penoso, por otra parte, constatar que, en general, cualquier otro elemento del culto (oro, plata, mármoles, ornamentos y flores) es más apreciado y tenido en cuenta por los responsables eclesiásticos que el que debiera ser imprescindible servicio musical, parte integrante, como hemos señalado más arriba, de la acción litúrgica solemne.” A propósito de la guitarra, defendía que “se debe evitar que su uso abusivo constituya un asalto contra el órgano tradicional y el armonio, llegando en muchos casos hasta su práctica eliminación del culto”. Por la intención pastoral que le movía dispuso que podía ser reproducida libremente, gratis, sin permisos, la obra para su interpretación en los actos litúrgicos. Salmos que se dieron a conocer Doy gracias a las Clarisas del Monasterio de la Inmaculada y San Pascual de Madrid, los domingos en la Misa de Radio COPE para toda España.