13 de diciembre: Regueros de peregrinos acuden a la santa para que les guarde la vista desde el siglo XIV La ermita de santa Lucía, iglesia sanadora y de la mancebía
En ella recogía san Vicente Ferrer a las prostitutas en los días más sagrados del calendario litúrgico
La fundación de la Cofradía "Almoina de sancta Llucia" -la más antigua de la ciudad de Valencia en activo- lo fue en la Catedral de Valencia al poco de ser conquistada la ciudad por Jaime I. El rey Martín en 1399 le autorizó la construcción de un complejo hospitalario y capilla
| Baltasar Bueno, corresponsal en Valencia
Cada 13 de diciembre diminuta ermita de santa Lucía de Valencia, en el corazón de la ciudad, se convierte en populoso lugar de peregrinación de quienes van a impetrar a Dios, a través de la virgen mártir, salud para la vista.
De origen medieval, el eremitorio se salvó en guerra de la destrucción gracias a que milagrosamente se le consideró territorio francés por vivir allí una niña francesa a la que el estallido de la contienda le pilló visitando allí a un familiar.
En la actualidad, para los nostálgicos de la liturgia romana, los domingos se oficia Misa allí en latín, con los modos y formas antiguas. El lugar también es singular por haber sido centro de acogida y recogida espiritual de las prostitutas del barrio contiguo que fundara para protegerlas y rescatarlas san Vicente Ferrer. Lo hacía en los días más sagrados del calendario litúrgico. Aunque bastante desarticulado, el barrio chino sigue resistiendo en pie cerca de sus muros.
Fue iglesia de la mancebía donde se recluía a las mujeres de "moral distraída" durante la Semana Santa para predicarles, intentar convertirlas y, al menos, que no ejercieran la prostitución en los días de la "mort i passió" y de la Puríssima. San Vicente Ferrer, que recibió mandato y dinero del Consell de la Ciutat para instalar y organizar a estas mujeres, así lo dispuso.
La belleza de sus ojos
La idea de construir una ermita advocada a santa Lucía fue de la infanta doña Constanza, hija del rey de Sicilia, con la finalidad de fuera complejo habitacional y capilla lugar de acogida de pobres, huérfanos y desvalidos. Quiso además que cotitular de la capilla fuera otra siciliana, santa Águeda mártir. Ambas santas han gozado siempre de gran predicamento popular en Sicilia.
Lucía era muy guapa, un pretendiente se enamoró de ella, pero ésta no quería casar, pues consagró su virginidad a Dios. Le gustaban los ojos de Lucía y ella misma, para que le dejara en paz tomó una espada, se sacó los ojos y se los dio. Despechado, la denunció por ser cristiana, lo cual era delito en la Roma pagana. Cuando fue juzgada, incluso sin ojos, veía, cuentan sus biógrafos.
Siracusa es una ciudad pequeña preciosa, a orillas del mar, con un puertecito tranquilo y dos teatros clásicos, uno romano y otro griego, muy bien conservados, sobre todo el griego. Sus palacios e iglesias son de la época de Carlos III, cuando los españoles gobernaban Sicilia. La iglesia de santa Lucía hoy es del Estado y está convertida en un museo.
La fundación de la Cofradía "Almoina de sancta Llucia" -la más antigua de la ciudad de Valencia en activo- lo fue en la Catedral de Valencia al poco de ser conquistada la ciudad por Jaime I. El rey Martín en 1399 le autorizó la construcción de un complejo hospitalario y capilla sobre unos de su propiedad junto al Portal de Torrent y los sobrantes los cedió para que fuera construido el Spital dels Folls.
La Cofradía tiene hoy unos 10.000 cofrades. Su iglesia es Monumento Histórico Artístico Nacional. El 13 de diciembre es la fiesta de la titular, que consta sólo Misas y cantos de gozos. Largas colas se forman a lo largo del día para ver a la santa y recoger un pan bendecido y una estampa. La fiesta más austera, imposible. Sus antiquísimos Gozos proclaman: "Lucía, si en la conquista/ del Cielo tuviste gozo,/ alcanzad de vuestro esposo/ nos quiera guardar la vista."/
La capilla en este día es un sin parar de gentes que llegan de todas partes para pedirle a la "santa Abogada de la Vista" tener vista "d´ànima i cos", sobre todo salud para los ojos, de ahí el popular dicho "Que Santa Lucía te conserve la vista".
Por haber sido protegida en la guerra civil, conserva un importantísimo archivo histórico con pergaminos y documentos desde su fundación, así como valiosos elementos artísticos y de culto.