(Estos días llueven deseos de felicidad por doquier. ¿Qué harás tú, lector amigo, para que esa felicidad me llegue y te llegue? Porque nada germina si no se siembra y se cultiva.
He aquí el sueño y la esperanza de un "profeta de la felicidad", un humanista que nos anuncia "mejores tiempos", posibles, reales, concretos, que ya están brotando. ¿Qué haremos tú y yo para regar esa felicidad "real" que nos presenta?) JdA.
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Una primavera se anuncia, aunque haya algunos que la nieguen o pretendan ignorarla. En un futuro no demasiado lejano no habrá más que oír a los viajeros que cruzarán el Planeta por uno u otro motivo.
Cuando vuelvan a casa relatarán las coincidencias que habrán observado en todas partes.
El testimonio de esos viajeros supondrá un auténtico relato coral, tan unánime y deseable que nos parecerá un sueño. Un sueño al que llamaremos "Los Nuevos Tiempos". Estas serán sus palabras, portadoras de las coincidentes ideas presentes en la Primavera de los Nuevos Tiempos, que ya está germinando y revelando el futuro del mundo.
. La Guía
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Los "nuevos tiempos" poseen una guía que orienta hacia una dirección concreta. Su dinámica central se basa en una misma aspiración que anima los actos de las personas. Esa aspiración se dirige hacia la búsqueda y manifestación de la belleza y de los dones del ser humano y del potencial que contienen.
Puede afirmarse que la energía motriz que impulsó todo fue el despertar de la conciencia de millones de seres humanos. Un canto íntimo que les anunció que podían ser libres y que la ruta hacia la libertad era un camino que partía del encuentro fraterno. La transformación siempre ha seguido un movimiento que va de lo pequeño a lo grande, todo ayer empezó pequeño para ser hoy grande.
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Esa aspiración transformadora ha alcanzado a todas las personas, de cualquier edad y posición social. Todas se han sentido llamadas a la construcción común y así se ha llevado a cabo el progreso, sin dejar a nadie fuera.
Desde esa voluntad común, el desarrollo permanente de los sentidos de proporción y armonía han dejado obsoleta la posibilidad de dominio, político o económico, de unos pocos sobre muchos.
Esa guía cuenta también con una referencia clara: "La Declaración Universal de los Derechos Humanos".
La experiencia nos demuestra que el progreso alcanzado es hijo de la complejidad. Sin embargo, todo se lleva a cabo con actos relativamente simples, basados en llevar a la práctica aquello que el despertar de la conciencia demanda en cada momento. Desde esa coherencia, las personas han dejado de apoyar todo cuanto no se dirige a reforzar la belleza del ser humano.
El tránsito transformador se basó fundamentalmente en un asociacionismo comprometido, en un voto lúcido (orientado hacia candidaturas surgidas del entramado social) y en un consumo responsable, orientado por la conciencia. Un consumo que se manifestó como una fuerza desconocida hasta entonces.
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Los Procesos Sociales
. Toda la arquitectura de los "Nuevos Tiempos" descansa sobre el acto individual. Es un acto dotado siempre de "humanidad", que es consciente de la relación entre causa y efecto. Esos actos conscientes e individuales se asientan en la realidad de que no vivimos aislados y, por tanto, colaboran decisivamente en la construcción de la comunidad.
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Un proceso social especialmente desarrollado es el de la educación, ya que es la mayor y más poderosa fuente de "igualdad de oportunidades". La tarea a desarrollar en el ámbito educativo no se basa en el aseguramiento de una cobertura de mínimos, sino que se concreta en una cobertura educativa que rechaza el "mínimo común divisor" y aspira siempre al "máximo común múltiplo".
Todo ser humano tiene el inalienable derecho de llevar tan lejos como sea capaz sus aspiraciones. La posibilidad de que alguno no pueda hacerlo por razón de su género, ha quedado erradicada. La paridad no ha dejado de crecer hasta llegar a ser una realidad plena.
El reconocimiento de que la espiritualidad y su libre ejercicio es un derecho inalienable está plenamente arraigado. El despertar de la conciencia trajo consigo una espiritualidad dialogante, rotundamente abierta y ajena a esclavitudes jerárquicas.
Los "Nuevos Tiempos" confirman que sin información no es posible formarse opinión ni ejercer realmente la libertad. Los Medios de Comunicación, cuando son independientes, suponen una magnífica forma para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos. La importancia de los Medios hace que se considere su independencia como un bien público que debe ser protegido.
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La Economía
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Los "Nuevos Tiempos" aportan propuestas transformadoras sobre la economía y su finalidad, sobre el mercado, la empresa, el trabajo, la riqueza y el sistema financiero.
El propósito y finalidad última de la economía es la cohesión social, por encima del enriquecimiento. Y la cohesión social tiene como consecuencia natural la reducción de la desigualdad.
El desarrollo económico se considera vinculado al adecuado uso de los recursos naturales y al cuidado del Planeta. Todo hecho económico se basa en un exigente desarrollo de la proporción y la armonía con la incorporación permanente de la sostenibilidad. Por tanto la economía es siempre una auténtica economía de la Tierra.
Las distintas sociedades del mundo han logrado invertir la relación entre los modelos social y económico, poniendo el segundo claramente al servicio del primero. El propósito de la vida en común, (qué queremos hacer y cómo lo queremos hacer) será lo que fundamentará la acción económica. Nada resultará impensable, ya que habremos aprendido que ser capaces de concebir algo es el primer paso para hacerlo realidad.
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El Estado
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En los "Nuevos Tiempos" el Estado sigue estando integrado por una comunidad o por varias, de acuerdo con las diversas tradiciones y hechos históricos. Desde esa posibilidad, el Estado ha variado notablemente su posición de ancla cerrada en un espacio del planeta, para convertirse en un lugar abierto y permeable que busca el punto de encuentro subrayando la coincidencia y acogiendo la diferencia.
Otra variación muy significativa es la relación que las personas mantienen con el Estado. Un Estado eficiente y bien organizado no tiene que ser un Estado omnipresente. Los ciudadanos no tienen que entregar su libertad al Estado ni caer en una situación de dependencia respecto a él.
Nadie espera que el Estado resuelva ningún asunto que las personas, trabajando juntas, puedan resolver por y desde sí mismas. La pregunta correcta no es "qué puede hacer la comunidad por mí", sino "qué puedo hacer yo por mi comunidad".
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El Mundo
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El despertar de la conciencia supone, antes que nada, la generación de una firme voluntad de ir al encuentro del otro. Nunca hasta entonces se habrá sentido que la unidad entre los seres humanos es cierta, que cada persona aporta su valor concreto a esa "unidad" y que esa "unidad" lo es de todos. Y que ese "todos" debe ser entendido siempre como la Humanidad entera.
Las personas entregan, sin reservas, su brillante individualidad a su comunidad. Esta entrega constituye la potente semilla del avance colectivo. El éxito, el progreso y la felicidad del mundo dependen de que cada individuo trabajé por su comunidad y de que cada comunidad colabore con el resto para el bien de "todos". Que cada comunidad sea para el mundo como cada persona es para su comunidad.
Los “Nuevos Tiempos” están por llegar, lo que esos viajeros nos contarán en el futuro son hoy realidades en estadio incipiente. Que la semilla se haga primavera dependerá de que nuestra conciencia despierte, empapándose en la profunda aspiración del ser humano de avanzar hacia la colaboración, la paz, la fraternidad y el progreso de cada "uno" y de "todos".
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Marià Moreno (1)
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P.D.: El texto precedente es solo la síntesis escueta del artículo de D. Marià Moreno: "Relato General de los Nuevos Tiempos".
