"Caminar sinodalmente es más lento, pero permite avanzar juntos y con más solidez" Caminar juntos

Sinodalidad
Sinodalidad

"Jesús no para de recorrer su país de un extremo a otro, llevando la presencia y el mensaje de Dios. Pero, también, una vez resucitado, Jesús continúa caminando con y entre nosotros"

La Iglesia es de Dios y nosotros somos sus colaboradores. La sinodalidad es, pues, el camino para aprender a escuchar juntos la voluntad de Dios para su pueblo. Y para que esto sea posible hace falta que participemos todos los miembros de la Iglesia.

Hay una actividad de Jesús que siempre lo acompaña en su ministerio, a pesar de que muy a menudo queda solo apuntada. Jesús, durante su vida terrenal, camina y camina mucho. Desde el comienzo de su ministerio, los Evangelios describen cómo Jesús «recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios» (Mc 1,39). Jesús no para de recorrer su país de un extremo a otro, llevando la presencia y el mensaje de Dios.

Pero, también, una vez resucitado, Jesús continúa caminando con y entre nosotros. Cristo resucitado se encontró con dos discípulos que iban a Emaús «y se puso a caminar con ellos» (Lc 24,15).

Este camino Jesús no lo hace solo, lo hacía acompañado de los discípulos en Israel, y lo quiere continuar haciendo con nosotros en pleno siglo XXI. Este «caminar juntos» con Jesucristo y bajo la guía del Espíritu Santo es el significado de la palabra «Sínodo».

La Iglesia es de Dios y nosotros somos sus colaboradores. La sinodalidad es, pues, el camino para aprender a escuchar juntos la voluntad de Dios para su pueblo. Y para que esto sea posible hace falta que participemos todos los miembros de la Iglesia.

Caminar juntos

Por este motivo, el Papa ha invitado a toda la Iglesia a participar en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que este mismo fin de semana se inaugura en el Vaticano y que abordará el tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión».

En el proceso de escuchar qué dice el Señor a todo el Pueblo de Dios, el papa Francisco ha querido que el camino se inicie en cada diócesis con una primera fase que empezará el próximo fin de semana y se prolongará hasta el mes de abril. Caminar sinodalmente es más lento, pero permite avanzar juntos y con más solidez.

Como Iglesia diocesana ya tenemos cierta experiencia de esta sinodalidad, por ejemplo, en el trabajo de reflexión y discernimiento, que ha culminado en el Plan Pastoral Diocesano ¡Salgamos! Justamente el desarrollo de este Sínodo coincidirá en el tiempo con el nuevo objetivo del Plan Pastoral que empezaremos a trabajar a partir del Adviento: el discernimiento.

Sinodalidad: tiempo de escuchar al Espíritu
Sinodalidad: tiempo de escuchar al Espíritu

Sinodalidad y discernimiento son dos caminos para encontrar la voluntad de Dios. Ahora bien, mientras la sinodalidad es el camino para descubrir juntos la voluntad del Señor para el Pueblo de Dios, el discernimiento es la vía para descubrir personalmente la voluntad de Dios para nuestras vidas particulares.

Tanto el objetivo diocesano del discernimiento como la propuesta pontificia del Sínodo son dos caminos que se encuentran y que convergen, desde los cuales podemos avanzar para encontrar lo que el Espíritu quiere para la Iglesia universal, para la Iglesia particular que peregrina en Barcelona, así como para cada uno de nosotros. Dios nos continúa hablando y hay que aprender a escucharlo para que seamos fieles al Evangelio y audaces en la propuesta de la Buena Noticia de Jesús.

Queridos hermanos y hermanas, la sinodalidad nos enseña, a la luz del Espíritu, una manera eficaz de avanzar y de superar los conflictos. El Espíritu Santo se sirve de nosotros para mostrar la voluntad de Dios. Por eso, ya desde ahora, os animo a todos a intensificar la oración y a hacer juntos este camino sinodal y de discernimiento. Que Nuestra Señora del Rosario nos ayude.

† Card. Juan José Omella
Arzobispo de Barcelona

Primero, Religión Digital
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