Crítica al fútbol.

Si por algo no me gusta el fútbol, es por la mayoría de los aficionados. El fútbol es una especie de imán que atrae a los peores sujetos sociales, sobre todo machistas, fascistas, antifascistas, nacionalistas y patriotistas exacerbados. Pero también atrae a otros individuos que ven en el fútbol el lugar idóneo y más justificado para la ofensa burda y gratuita.

En la política, si un político comete fraude fiscal o miente en su currículo, es rápidamente criticado y se exige su dimisión. En el fútbol en cambio, nadie pide la dimisión a un Messi o a un Cristiano Ronaldo por fraude, e incluso, si algún jugador viola a una muchacha, no se pide tampoco la dimisión. En el fútbol es curioso como lo peor vale y se mira para otro lado. En ocasiones con frecuencia las malas acciones de los futbolistas llegan a ser peores que las de los políticos, y aun así a esos personajes se los defiende o venera. El caso de Maradona es un gran ejemplo: drogadicto, maltratador, defraudador, machista, insultón, etc, el historial de este personaje es tremendo y en el fútbol aun así se lo llega venerar (aunque por fortuna cada vez menos).

Pero los propios clubes de fútbol no combaten como es debido ni a violentos ni a insultones. Parece que rivalizar implica insultar, y no explicarle a los aficionados que el fútbol es un deporte que debe tener cierto honor. Pero aun así, quien más debe velar por el honor en el fútbol como las federaciones de fútbol, no hacen lo suficiente. Es vergonzoso lo que hemos visto días atrás con aquellos violentos venidos del este de europa, y ni a la FIFA y ni a la UEFA le interesa tomar medidas contundentes contra los clubes que no combaten a este gentuza.

Por todo esto y más, no me gusta el fútbol. Cada uno con sus gustos, pero no encuentro motivos para interesarme este deporte.
Volver arriba