Rouco acaba de reventar la manifestación contra el aborto del 17-O.
La importancia de Rouco y de los obispos llega aún más lejos. Los obispos de manifestación contra el aborto es la mejor portada de los periódicos con la que puede levantarse el 18 de octubre España. Y esto daría la vuelta al mundo, de lo contrario la marcha puede acabar siendo un fiasco y Zapatero levantarse al día siguiente pensando que no todo ha sido tan negro como lo pintaban.
Y ahora viene lo que esperáis que diga, y es que Rouco también es un hipócrita. Como Camino. Mucho criticar contra el aborto y mirad como luego cuando hay una respuesta seria como se descuelga. Ahora toca preguntarse de que sirven esas homilías. Pues no valen nada porque quien las escribe no mueve ni un pie.
Agregó además otra crítica. Es absurdo manifestarse contra gays y lesbianas y mentir descaradamente sobre las causas de la crisis familiar, y sin embargo ante la muerte de criaturas inocentes ser incapaz de ir de manifestación. También alucinante que antes agarre un avión el cardenal para irse a recibir un premio a su persona en la patagonia que manifestarse por la vida de los nasciturus. Y desde luego, bien que se dedica el Cardenal a perder el tiempo. Las prioridades del Cardenal han quedado claras, al igual que sus intereses.
Que me vengan las críticas de los meapilas, ahora les va a tocar justificar nuevamente lo injustificable. Tal vez hablarán de la agenda del Cardenal, que los obispos no deben de ir en manifestación alguna, o tal vez nos dirán que Rouco debe reservarse para dialogar con el gobierno. ¿En serio alguien cree que Zapatero hará caso a Rouco si no es capaz de hacerle caso a sus consejeros de economía sobre no subir los impuestos? Lo único que queda para paralizar la ley es una gran manifestación o derribar al gobierno. En cualquier caso, la manifestación trabajaría en un sentido y en el otro.