El trastorno por déficit de atención no causada por la hiperactividad.
Lo últimos 6 años he sido más consciente de la existencia de este problema, y ha sido fruto de no pocas de mis preocupaciones, pues este tipo de alumnos no son para nada normales aprendiendo matemáticas, y su problema no solo es ignorado por sus profesores, sino que son numerosos los docentes que se cuestionan que este problema exista. Otra cuestión curiosa es como ignoran los sicólogos como se manifiesta este problema en las matemáticas, y siempre que he pedido o buscado explicaciones, me he encontrado con un terreno inexplorado por la sicología. Hasta primaria los sicólogos tienen una idea de como es este problema en los alumnos, de secundaria en adelante no tienen ni idea y ninguno ha logrado darme una recomendación eficaz. ¿Cuál es el motivo? Pues es sencillo, no existen sicólogos que sean matemáticos y dedicados a la enseñanza de las matemáticas. De hecho, la mayoría de sicólogos odian las matemáticas, y en su carrera pasaron con más pena que gloria por una o dos asignaturas de estadística. Curioso es que amando la sicología, no se hayan preocupado nunca por como se desarrolla el ingenio en las matemáticas, o como una persona usa la lógica y la abstracción en las matemáticas más avanzadas. Realmente, cuando un sicólogo o un pedagogo habla de matemáticas, me recuerda a los astrónomos de antes de la invención del telescopio, no sabían más que la posición de algunas estrellas y de los planetas visibles en el firmamento, pero sabían tan poco sobre ellos, que les parecía adecuado el modelo de epiciclos de Ptolomeo para describir el movimiento planetario.
Pero volvamos al asunto, los alumnos con déficit de atención (no ocasionada por la hiperactividad) y según mis observaciones en las que puedo equivocarme, se caracterizan por una memoria a corto plazo en matemáticas tan preocupante, que su fracaso escolar en esta materia está casi por completo garantizado. De hecho, son varios los alumnos con este problema que logro en una clase que aprendan a realizar algo tan simple como el producto escalar de vectores, y en la clase siguiente ya han comenzado a olvidarla. Y si sino se lo recuerdo semanalmente, en unas semanas, son capaces hasta de olvidarse que eso ya se lo había explicado. No puedo decir de ellos que el nombre de su problema, trastorno por déficit de atención, sea de lo más acertado, pues algunos te prestan una atención y te preguntan numerosas dudas y con un interés mayor que el de los clásicos alumnos que se pasan las clases en otro mundo. No son alumnos que no atiendan, son alumnos que por alguna razón no asimilan los conocimientos que tratan de aprender hasta convertirlos en memoria a largo plazo.
Hablar con los profesores de estos alumnos llega a ser inútil. Cuando un profesor del colegio o instituto examina a uno de estos alumnos, llega a la conclusión obvia de que le falta base, y cree que su problema se debe a que es un vago. Si trabajas con el alumno y tratas de informar al profesor de lo que observas y sucede, generalmente o no te creen o pasan de ti o te mandan al orientador escolar, eso si, hay que presentarles informes de sicólogos que sean capaces de acreditar que esos alumnos se olvidan de un producto escalar de vectores o de una integral, y dado que los sicólogos no saben ni de vectores ni de integrales, y tampoco han desarrollado un test o investigación para el aprendizaje en áreas más avanzadas de las matemáticas, no tengo nada que pruebe o demuestre mis observaciones salvo mi palabra de persona pagada por los padres de estos alumnos. Credibilidad por tanto no poseo.
Este año he desistido de mi última alumna con déficit de atención (no causada por hiperactividad) de 4º de ESO, la ayuda y comprensión de la profesora totalmente nula. Una carta que envié al instituto describiendo el problema causó revuelo y escándalo. Las matemáticas es la única materia que suspende, la de matemáticas la amedrenta para que no pregunte cosas “obvias”, por lo que mi exalumna dejó de preguntar y pasó la profesora a decir que su actitud es de pasota o distraía en clase. Por fortuna pasará de curso porque solo con matemáticas de 3º de ESO y 4º de ESO no podrán hacerla repetir, y más si todo lo demás está aprobado y lo está aprobando. Pero la chiquilla ha renunciado a un bachillerato de ciencias de la naturaleza e ingeniería, así como al bachillerato de sociales. Tendrá que estudiar humanidades o artes.