Iglesia boliviana alza su voz para defender la democracia Bolivia: Asonada militar genera caos en La Paz
Inusual movimiento de tropas militares amanazaron la toma del palacio de gobierno y todo el mundo reaccionó de inmediato. Se temía un golpe de Estado.
"Confiamos y nos ponemos en las manos de Dios, pues nosotros siempre estaremos a favor de la democracia”, afirmó la hermana Margarita Canchari, presidenta de la Conferencia de Religiosos y Religiosas.
“Por el momento, hay que esperar qué hay en el fondo”, dijo la religiosa.
“Por el momento, hay que esperar qué hay en el fondo”, dijo la religiosa.
| Aníbal Pastor N. periodista
Sorpresa e incertidumbre marcaron la vida de la ciudadanía el pasado miércoles 26 de junio en Bolivia. Un inusual movimiento de tropas militares amanazaron la toma del palacio de gobierno y todo el mundo reaccionó de inmediato.
La Iglesia al igual que las organizaciones populares y de trabajadores, no demoraron en alertar y movilizarse en favor de la democracia. Han pasado varias décadas de los golpes militares en América Latina pero la memoria de violación de los derechos humanos sigue fresca.
Gracias a las redes sociales, el mundo entero reaccionó en el mismo sentido. A las pocas horas, organizaciones internacionales, ministros de Estado, cancilleres, líderes y gobernantes, apelaban a la cordura y al respeto al sistema democrático en Bolivia.
“Confiamos y nos ponemos en las manos de Dios, pues nosotros siempre estaremos a favor de la democracia”, señaló en estas intensas horas la hermana Margarita Canchari Valdivia RJM, presidenta de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Bolivia (CRB), cuando fue consultada en directo por Religión Digital.
Afuera del palacio de gobierno, un tanque derribaba la puerta principal, y el general Juan José Zúñiga, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas, arremetía contra el gobierno de Luis Arce. A los pocos minutos, el general era depuesto y se nombraba una nueva cúpula militar, ahora supuestamente más fiel al gobierno.
La hermana Margarita expresó que los hechos eran toda una sorpresa. Declaró: “Gracias a Dios, hoy por hoy, no tenemos todavía enfrentamientos. Pero la población, y todas las organizaciones sociales y políticas, están a favor de la democracia porque no queremos un golpe de Estado”. Así de claro.
La presidenta de la CRB agregó que Bolivia es un “país que ha ido dando pasos en el proceso para reconquistar la democracia y para nosotros sería un caos tener un golpe de Estado. En este momento, a través de los medios de comunicación, se está convocando a todas las organizaciones sociales, políticas y al pueblo en general a salir a las calles para defender la democracia. Vamos a ver si los militares regresan a sus cuarteles y qué trascendencia tendrá todo esto. Aún no lo sabemos, pero confiamos y nos ponemos en las manos de Dios porque nosotros siempre estaremos a favor de la democracia”.
En paralelo, la Conferencia Episcopal Boliviana emitió un breve comunicado rechazando el golpe de Estado. En este texto, también hizo un llamado “a que se respete el orden constitucional y se busquen espacios de diálogo para solucionar los conflictos”. El presidente de los obispos, monseñor Aurelio Pesoa, junto con proporcionar el texto del comunicado, confesó a Religión Digital que no era tiempo para hacer más comentarios y que se necesitaba “recolectar más elementos para tener mayor claridad en la apreciación”.
El panorama se hizo más confuso cuando, pasdas las horas, surgió el audio de una conversación entre el general Zúñiga y el Presidente Arce, que daba cuenta de que ambos habrían planeado esta asonada militar para sacar rentabilidad política por parte del gobernante. Así surgió en los análisis un supuesto autgolpe de Estado.
El tema ha estado presente en la narrativa oficial, mientras que la oposición critica las acciones del gobierno como una forma de consolidar el poder y silenciar a sus críticos. Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza, tanto en el ámbito político como en la ciudadanía, que busca estabilidad y progreso en medio de un contexto de crisis económica y social permanente.
El episcopado boliviano ha hecho continuos llamamientos a la paz y al término de las confrontaciones políticas violentas. El último fue formulado en abril pasado al concluir su asamblea plenaria. Sin embargo, los obispos también han perdido credibilidad debido a las numerosas denuncias de abusos sexuales clericales y sus consecuentes encubrimientos, que han resultado ser un verdadero techo de vidrio que silencia la voz profética en favor de la dignidad humana.
Por ahora, si esta asonada militar era un golpe o un autogolpe de Estado, tomará tiempo dilucidarlo. “Por el momento, hay que esperar qué hay en el fondo”, concluyó la religiosa Margarita Canchari.