Firme gesto del pontífice: fue Parolin quien comunicó a las Nunciaturas la postura vaticana Francisco aparta al Dicasterio de Comunicación de la gestión de la crisis por las uniones civiles
Más allá de la cuestión ahora convertida en secundaria (cómo se gestó la manipulación de las palabras del Papa y la ratificación de que no hacían referencia a una nueva Doctrina en la Iglesia sobe el tema), el hecho principal pasó a ser la nueva modalidad que eligió el Papa para dar su versión y divulgarla
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
Con un firme gesto que marca la vigencia del pontificado, el papa Francisco decidió apartar al Dicasterio de la Comunicación de la gestión de la crisis comunicacional derivada del documental "Francesco", y mandó al secretario de Estado Pietro Parolin a despejar las dudas creadas en las Nunciaturas de todo el mundo y a dar la versión oficial de lo sucedido.
Mientras la única respuesta de los otrora locuaces responsables de la cúpula de la Comunicación fue un mail interno llamándose a silencio hasta nuevo aviso, el Papa volvió a demostrar su genialidad para "salir por arriba" de las crisis y delegó en el secretario de Estado la aclaración de lo sucedido en torno a las (veremos, manipuladas) declaraciones del pontífice sobre las uniones civiles de personas del mismo sexo.
Con el Dicasterio separado de la gestión de la crisis, leído no por pocos como un tirón de oreja por su responsabilidad en la cadena de hechos que llevaron a que el director ruso Evegeny Afineevsky hiciera un copy-paste de dos declaraciones diversas del Papa, fue la Secretaría de Estado del Vaticano la que remitió un comunicado a los obispos de todo el mundo respecto a las declaraciones del papa Francisco sobre la unión civil de personas del mismo sexo, recientemente difundidas en el documental “Francesco”.
Vatican News aún no ha informado del hecho
De hecho, a más de 24 horas de haberse hecho pública, y mientras las Nunciaturas de todo el mundo han confirmado su autenticidad, el sitio Vatican News, supuesta ventana de la Santa Sede al mundo, aún no publicó el documento de Parolin a las 18 horas romanas del lunes.
Más allá de la cuestión ahora convertida en secundaria (cómo se gestó la manipulación de las palabras del Papa y la ratificación de que no hacían referencia a una nueva Doctrina en la Iglesia sobe el tema), el hecho principal pasó a ser la nueva modalidad que eligió el Papa para dar su versión y divulgarla.
The attached (in Spanish) was sent Oct 30 via a Latin-American nuncio at the request of Sec of State, to provide “some elements for a proper understanding of certain expressions of the Holy Father” in the Francesco doc. pic.twitter.com/pet1Q5xmIV
— Austen Ivereigh (@austeni) November 1, 2020
El texto, en el que se da la versión completa de los hechos, es el siguiente:
Algunas afirmaciones, contenidas en el documental “Francisco” del guionista Evgeny Afineevsky, han suscitado, en días pasados, diversas reacciones e interpretaciones. Se ofrecen por lo tanto algunos elementos útiles, con el deseo de favorecer una adecuada comprensión de las palabras del Santo Padre.
Hace más de un año, durante una entrevista, el Papa Francisco respondió a dos preguntas distintas en dos momentos diferentes que, en el mencionado documental, fueron editadas y publicadas como una sola respuesta sin la debida contextualización, lo cual ha generado confusión. El Santo Padre había hecho en primer lugar una referencia pastoral acerca de la necesidad que, en el seno de la familia, el hijo o la hija con orientación homosexual nunca sean discriminados. A ellos se refieren la palabras: “las personas homosexuales tienen derecho a estar en familia; son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso”.
El siguiente párrafo de la Exhortación apostólica post-sinodal sobre el amor en la familia Amoris Laetitia (2016) puede iluminar tales expresiones: «Con los Padres sinodales, he tomado en consideración la situación de las familias que viven la experiencia de tener en su seno a personas con tendencias homosexuales, una experiencia nada fácil ni para los padres ni para sus hijos. Por eso, deseamos ante todo reiterar que toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar “todo signo de discriminación injusta”, y particularmente cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que se refiere a las familias, se trata por su parte de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida» (n. 250).
Una pregunta sucesiva de la entrevista era en cambio inherente a una ley local de hace diez años en Argentina sobre los “matrimonios igualitarios de parejas del mismo sexo” y a la oposición del entonces Arzobispo de Buenos Aires al respecto. A este propósito el Papa Francisco ha afirmado que “es una incongruencia hablar de matrimonio homosexual”, agregando que, en ese mismo contexto, había hablado del derecho de estas personas a tener cierta cobertura legal: “lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil; tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”.
El Santo Padre se había expresado así durante una entrevista del 2014: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar las uniones civiles para regular diversas situaciones de convivencia, movidos por la exigencia de regular aspectos económicos entre las personas, como por ejemplo asegurar la asistencia sanitaria. Se trata de pactos de convivencia de diferente naturaleza, de los cuales no sabría dar un elenco de las distintas formas. Es necesario ver los diversos casos y evaluarlos en su variedad”.
Por lo tanto es evidente que el Papa Francisco se ha referido a determinadas disposiciones estatales, no ciertamente a la doctrina de la Iglesia, numerosas veces reafirmada en el curso de los años.