El Sínodo dedicado a la Amazonía convocado por el papa Francisco hasta el 27 de octubre volvió a reafirmar hoy su preocupación por el rostro social del pulmón verde del mundo, y durante la sesión matutina de este martes los padres sinodales sugirieron la creación de "un Observatorio permanente de derechos humanos y la protección de la Amazonía".

"Se debe escuchar el grito de la tierra y de los pueblos amazónicos, dando voz sobre todo a los jóvenes, porque se trata de justicia intergeneracional", justificaron los padres sinodales que participaron hoy de la undécima congregación general, con la presencia en el Aula del papa Francisco.

Según relató luego un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano, la discusión de hoy se centró "en los problemas que surgen de la colonización, la migración interna y el avance de los modelos económicos depredadores y colonialistas, que a menudo matan".

"Esto implica la expropiación y el desalojo de las comunidades originales de sus territorios, obligados a migrar contra su voluntad", agregaron los participantes.

"Por el contrario, los pueblos indígenas en movimiento deben ser incluidos en sus peculiaridades a través de un cuidado pastoral específico, para que sus derechos humanos estén siempre garantizados y ambiental, en particular el derecho a ser consultado e informado antes de cada acción en el respectivo territorios"

La crisis migratoria amazónica

Además, se trató en el Aula la cuestión de que “las diversas crisis migratorias se han dado a razón de la llegada de diversos flujos migratorios. Se ha tratado de proponer una colaboración entre las iglesias para acompañar a los migrantes”.

En esa dirección, uno de los participantes en el encuentro con la prensa de este martes, el padre Giacomo Costa, planteó que en la congregación de la mañana se “ha planteado establecer un observatorio amazónico cultural para seguir el caminar de la Iglesia en esta región”.

Sobre ese punto, la brasileña Marcia María de Oliveira planteó en el briefing cotidiano que "en la Amazonía existen diferentes flujos migratorios, aquellos que viene de fuera, de los países vecinos y los flujos migratorios de los pueblos indígenas, internos con los que tenemos que trabajar”.

El misionero escalabriniano Sidney Dornelas aseveró por su parte que "es necesario que se formen redes entre las Iglesias y las comunidades para poder acoger a los migrantes que pasen por ahí, poder acompañar a los diferentes flujos migratorios”.

“Esta labor de acompañar a los migrantes será un punto importante de este sínodo, hay muchas cuestiones que van desde la acogida, los documentos, la parte legal y la inserción en las comunidades. El acompañamiento a los migrantes en la Amazonía es un tema principal, la Iglesia hace suyo esto y muchas veces los Gobiernos no están preparados para acogerlos y asistir a los migrantes y en esto la Iglesia los acoge”, agregó.