Lectura crítica de las redes sociales
Ocurrió en México en el verano de 2018. En los días anteriores muchas personas reenviaron un whatsapp en el que se advertía sobre la presencia de una red de secuestradores de niños involucrados en el tráfico de órganos.
La noticia no era cierta pero tampoco era descabellada. Ya había ocurrido en algún otro lugar y en algún momento.
Cuando dos personas aparcaron su vehículo junto a una escuela algunos vecinos pensaron que podían ser los secuestradores. Para evitar altercados la policía detuvo a los visitantes.
A través de las redes sociales los vecinos afirmaron que habían secuestrado a unos niños y que éstos estaban llorando dentro de su vehículo. De esa forma alentaron a la gente a acudir a la comisaria.
Un grupo de personas asaltó la comisaria cogió a los dos detenido y los quemó hasta su muerte.
Una persona difundió por las redes sociales imágenes muy impactantes sobre lo ocurrido comentando con orgullo que los vecinos se hubieran organizado para linchar a los dos supuestos ladrones de niños.
La Fiscalía del Estado, finalmente, dijo que esos dos hombres no habían participado en ningún delito.
Las redes sociales no fueron, directamente, las asesinas pero sí actuaron como la chispa incendiaria.
MORALEJA:
Por las redes sociales hay noticias falsas que se extienden cómo la pólvora. Seamos críticos con ellas antes de darles credibilidad y de contribuir a difundirlas.