Políticos que me dan miedo
Me da miedo la persona que se dice creyente pero que desprecia y manipula al pobre y olvida que los inmigrantes son hijos de Dios.
Me da miedo la demagogia del político que aplaude a la policía que persigue a inmigrantes y que mira para otro lado cuando esa misma policía, para defender la democracia, detiene a políticos corruptos.
Me da miedo la visión sesgada de la realidad que tiene un político que no reconoce que los inmigrantes no son invasores sino personas desesperadas que huyen del hambre y de la violencia.
Me da miedo que un político no quiera abordar las causas por las que tantos inmigrantes huyen de sus países. Que no quiere hablar de las dictaduras o del interés de las multinacionales, con la complicidad de su gobiernos, por hacerse con los recursos de países que merced a esos recursos no son pobres pero sí empobrecidos, ya que no les dan ni las migajas de los beneficios obtenidos.
Me da miedo el político que fomenta el odio y cuyo discurso está en contra del humanismo que emana de los Derechos Humanos y de la Doctrina Social de la Iglesia.
La inmigración es, ciertamente, un asunto complicado y difícil. No lo va resolver el buenismo demagógico de algún político, porque es un problema que va mucho más allá de un país determinado que debe preocupar y ocupar a la comunidad internacional. Y en la búsqueda de soluciones no ayudan los discursos xenófobos y racistas de otros políticos. Por eso estos políticos me preocupan. Y por eso me ocupo en denunciarlo.