David López Royo Empeñados en dividirnos
"Hay políticos empeñados en dividirnos, no paran de trabajar porque los españoles estemos avocados a tirarnos los trastos unos a otros"
"Es inaudito que se quiera tumbar al que no coincide con tus principios utilizando los servicios públicos que pagamos entre todos, por ejemplo, la sanidad o la educación para intentar desprestigiar a los gobiernos elegidos por una mayoría democráticamente"
"Por favor que no nos dividan, que los médicos y sanitarios son de lo mejor que tenemos en nuestra democracia y que los ciudadanos les estamos muy agradecidos"
"Hy políticos empeñados en dividirnos, pues bien, los ciudadanos debemos empeñarnos en unirnos y exigirles que trabajen conjuntamente"
"Por favor que no nos dividan, que los médicos y sanitarios son de lo mejor que tenemos en nuestra democracia y que los ciudadanos les estamos muy agradecidos"
"Hy políticos empeñados en dividirnos, pues bien, los ciudadanos debemos empeñarnos en unirnos y exigirles que trabajen conjuntamente"
Vivimos tiempos recios, frase de Santa Teresa y sobre la Santa escribí una columna de opinión en octubre por motivo de su fiesta, que fue el 15 de octubre.
Hay políticos empeñados en dividirnos, no paran de trabajar porque los españoles estemos avocados a tirarnos los trastos unos a otros. Su estrategia es la división y que nos alejemos de todo aquello que nos ha traído progreso económico y social.
Los ciudadanos en las próximas elecciones deberíamos de castigar a quienes, hoy, no paran de generar división.
Lo cierto es que los que sufrimos sus improperios y su falta de entendimiento deberíamos echarlos ejerciendo nuestro derecho democrático de votar libremente, todavía esto lo podemos hacer; pero quién sabe si en un futuro tendremos libertad y capacidad para hacerlo.
Una sociedad democrática se basa en salvaguardar una serie de derechos fundamentales y en la división real de los tres poderes que deben de regir la existencia de la misma, el legislativo, el ejecutivo y el judicial y esto está en peligro.
Si miramos y observamos nos podremos percatar que estos políticos consideran que, saltándose los procesos democráticos, obviando entre otros temas los órganos consultivos, van a lograr instaurar su democracia. Hay otros que entienden que utilizando la bazofia de la descalificación y el insulto pueden conseguir más votos. Hay otros que inauguraron hace años la persecución a través de los escraches, otros tienen como objetivo terminar con la organización territorial recogida en la Constitución del 78.
En fin, ya podemos ver el nivel que utilizan nuestros representantes políticos, seguro que los hay en ambas Cámaras (Congreso y Senado), en los Parlamentos Autonómicos, en las Diputaciones Provinciales y en las Corporaciones Municipales, que no se identifican con los que están degradando nuestra democracia poco a poco. Éstos son los que creen en los procesos democráticos, hacen uso de la educación de las reglas de nuestra democracia, pues bien, los ciudadanos tenemos que buscarlos y lograr que se rebelen contra todos aquellos representantes políticos que buscan dividirnos y conducirnos a un clientelismo político que acabara con la libertad que tenemos. Lo deben hacer utilizando las reglas democráticas e incluso uniendo fuerzas, aunque sean de formaciones políticas distintas.
Una gran mayoría de los ciudadanos estamos aburridos de los políticos que pretenden romper nuestra convivencia.
Es inaudito que se quiera tumbar al que no coincide con tus principios utilizando los servicios públicos que pagamos entre todos, por ejemplo, la sanidad o la educación para intentar desprestigiar a los gobiernos elegidos por una mayoría democráticamente. Está bien que los profesionales de la sanidad púbica exijan mejores condiciones y más recursos, y, desde luego los que ejercen la misión de gobernar deben de escuchar sus demandas; pero, también, es cierto que la sanidad no es un problema de la Comunidad de Madrid, es, diría yo, la búsqueda de una respuesta conjunta de todas las Comunidades Autónomas, porque visto lo visto y con los datos reales que se disponen la situación de la atención sanitaria pública es similar en todo el conjunto del Estado Español.
Pero en el caso de la sanidad sería necesaria una reflexión sosegada entre los representantes políticos de todos los colores. El sistema, siendo muy realistas, tiene que acometer cambios porque si no lo que hoy es un problema de España y no, únicamente de la Comunidad de Madrid, será un problemón de magnitudes incalculables. Pero los políticos en cuenta de ponerse a trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones lo que hacen es generar división, por ejemplo, entre la sanidad de gestión pública y gestión privada. Siendo muy realistas, si la inmensidad de ciudadanos que utilizan la sanidad privada a través de diversas compañías de seguro dejase de hacer uso de este sistema, tendríamos un grave problema. Entonces ¿por qué se empeñan en generar una guerra entre ambos sistemas? Es inaudito y además supone generar un ataque hacia un sistema sanitario, como es el privado, que, siendo sinceros, utilizamos bastantes millones de ciudadanos.
Y la reflexión que deberíamos hacernos debería estar basada en la búsqueda de una colaboración conjunta. Desde luego el sistema sanitario hay que replantearlo, tal y como está vamos a un colapso. Hay que replantear las estructuras sanitarias y esto conlleva dar importancia a la atención primaria dándole una dimensión adecuada y una gestión diferente, instaurar, de una vez por todas, un sistema de atención sociosanitaria y replanificar los hospitales de agudos, es decir de cirugías de alta especialización. Además, sería muy conveniente establecer un soporte de gestión en todas estas áreas que estuviera basado en una estructura de servicios bajo la figura de los Consorcios de Gestión Sanitaria y Sociosanitaria.
Se equivocan los políticos que buscan la confrontación utilizando, en este caso la sanidad, como punta le lanza contra los gobiernos autonómicos que no son de sus principios ideológicos, porque en el fondo no buscan solucionar los problemas que pueda tener la sanidad sino intentar arañar votos para ver si son ellos los que podrán alcanzar el poder que ahora no tienen. Los ciudadanos no somos ignorantes y somos muy conscientes que su preocupación no está en buscar soluciones sino en generar tensión política.
Los médicos, por otra parte, son muy conscientes que lo que pretenden solamente podrá tener solución si existe una planificación conjunta en todas las Comunidades Autónomas, porque el problema no está en la atención primaria de Madrid, el problema y, de esto, son conocedores en que el modelo de atención sanitaria precisa de una reestructuración y reorganización. Hay que diseñar un sistema distinto. En Cataluña, sin ir más lejos, el modelo de gestión hospitalaria es diferente al resto de los existentes en España. Para hacer este cambio hace falta la colaboración pacifica, responsable y profesional de los sanitarios. Su visión es muy necesaria y no puede obviarse, hay que tenerla muy en cuenta.
Se necesita valentía y por esta razón lo que precisamos los ciudadanos es ver a los políticos trabajando conjuntamente y no al frente de manifestaciones que terminan siendo manipuladas por los propios partidos políticos. Esto, además, a los médicos y al conjunto de los sanitarios tampoco les favorece, no conviene que se dejen manipular.
Por favor que no nos dividan, que los médicos y sanitarios son de lo mejor que tenemos en nuestra democracia y que los ciudadanos les estamos muy agradecidos; pero el tema no está entre la primacía de una sanidad pública en contra de una sanidad privada, esto es lo que nos quieren hacer creer los políticos interesados en dividirnos. La verdadera cuestión se halla en la búsqueda de un trabajo conjunto y de una colaboración entre todos los profesionales sanitarios, o es que son mejores profesionales los que trabajan en una sanidad pública que los que lo hacen en una sanidad privada y viceversa. Verdaderamente el problema está en rediseñar el sistema sanitario, podremos mirar en otra dirección.
Una posible solución está en lo que propuse en mi tesis doctoral.
Lo dicho hay políticos empeñados en dividirnos, pues bien, los ciudadanos debemos empeñarnos en unirnos y exiHgirles que trabajen conjuntamente.
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