David López Royo La luz del espíritu
"Hoy los católicos celebran una fiesta grande, la presencia del Espíritu Santo. esta festividad debería de estar muy presente en nuestras vidas. Dejarnos iluminar por el Espíritu Santo podría conducirnos a la paz y a la concordia"
"Sigue el conflicto de Ucrania. Al mismo tiempo, en muchos países de esta Unión se estaban originando movimientos políticos populistas y de tendencias muy extremas. La Unión Europea, necesita de políticos que no miren hacia otro lado"
"En el ámbito latino, existen dos citas con las urnas muy importantes, una es la de las elecciones autonómicas en Andalucía y la otra es la elección del presidente de la República de Colombia"
"La de Andalucía, tiene todos los visos de ser una campaña, con un porcentaje muy elevado, de perfil nacional. En Colombia Rodolfo Hernández es una incógnita total. Si resulta elegido y lo analiza, deberá de desterrar el populismo del que también hizo gala cuando fue alcalde de Bucaramanga y configurar un gobierno solvente"
"La situación política, económica, social y cultural de muchos países en este continente es terrible, circunstancias políticas y económicas están obligando a muchos ciudadanos a abandonar su tierra"
"Somos un país de cultura, todavía hoy mayoritaria, cristiana y católica que el Espíritu Santo inunde los corazones de quienes han decidido ser servidores, es decir de los políticos que buscan el bien común"
"En el ámbito latino, existen dos citas con las urnas muy importantes, una es la de las elecciones autonómicas en Andalucía y la otra es la elección del presidente de la República de Colombia"
"La de Andalucía, tiene todos los visos de ser una campaña, con un porcentaje muy elevado, de perfil nacional. En Colombia Rodolfo Hernández es una incógnita total. Si resulta elegido y lo analiza, deberá de desterrar el populismo del que también hizo gala cuando fue alcalde de Bucaramanga y configurar un gobierno solvente"
"La situación política, económica, social y cultural de muchos países en este continente es terrible, circunstancias políticas y económicas están obligando a muchos ciudadanos a abandonar su tierra"
"Somos un país de cultura, todavía hoy mayoritaria, cristiana y católica que el Espíritu Santo inunde los corazones de quienes han decidido ser servidores, es decir de los políticos que buscan el bien común"
"La situación política, económica, social y cultural de muchos países en este continente es terrible, circunstancias políticas y económicas están obligando a muchos ciudadanos a abandonar su tierra"
"Somos un país de cultura, todavía hoy mayoritaria, cristiana y católica que el Espíritu Santo inunde los corazones de quienes han decidido ser servidores, es decir de los políticos que buscan el bien común"
Hoy los católicos celebran una fiesta grande, la presencia del Espíritu Santo. Es verdad que se trata de una fiesta que, como muchas fiestas de la Iglesia Católica, queda diluida y si preguntáramos en la calle sobre la misma, un porcentaje muy elevado contestaría que no saben sobre qué le están preguntando.
La sociedad avanza y se van perdiendo tradiciones vinculadas a la Iglesia Católica; sin embargo, esta festividad debería de estar muy presente en nuestras vidas. Dejarnos iluminar por el Espíritu Santo podría conducirnos a la paz y a la concordia; el rencor y el conflicto permanente quedarían reducidos a su mínima manifestación. La sociedad necesita serenidad y estar alimentada por la fuerza de la convivencia.
Sigue el conflicto de Ucrania y, como ha sucedido anteriormente con otros conflictos, caerá en el pozo horrible del olvido porque no queremos reconocer que éstos están latentes. No aparecen en la prensa por lo tanto los damos por acabados.
El pasar de los días nos aleja del sufrimiento de una nación que está siendo destrozada, se ha superado la barrera de los cien días y Ucrania ha empezado a atravesar el túnel del olvido. Después de que pase el verano en el hemisferio norte habremos metabolizado la guerra en Ucrania y, de cara al invierno, que nos tendremos que enfrentar a las consecuencias de este conflicto, surgirán las dificultades y las divisiones en los países que han propiciado las sanciones contra Rusia por la necesidad de la materia prima energética. Ucrania terminará siendo una moneda de cambio, quisiera equivocarme y ojalá sea así; pero mucho me temo que acertaré.
Los europeos hemos vivido los últimos quince años sin querer reconocer lo que estaba ocurriendo en Rusia. Éramos conscientes de que la democracia estaba siendo orillada y aniquilada; pero nosotros, los europeos de la Unión Europea, decidimos mirar en otra dirección. Que los procesos electorales eran poco claros porque la oposición estaba siendo aniquilada ¡qué más daba! a la Europa de la Unión no le afectaba lo que estaba ocurriendo, nuestro nivel de vida no estaba siendo tocado. A nosotros solamente nos importaba la relación económica, en cambio a Putin tenía puestos los intereses en otros objetivos. Hoy somos conscientes de que estábamos equivocados.
Frente a esta anomalía existente en Rusia, la Unión Europea, según los políticos, está asentada en una sólida democracia y no hay de qué preocuparse, nuestras democracias son fuertes y seguras.
No obstante, al mismo tiempo, en muchos países de esta Unión se estaban originando movimientos políticos populistas y de tendencias muy extremas. Hoy día, gracias a la democracia que critican, controlan instituciones democráticas en las cuales no creen y que, sin embargo, les están ayudando a establecer poco a poco un espíritu feudal, en donde el vasallaje se puede convertir en la nueva manera de vivir.
La Unión Europea, necesita de políticos que no miren hacia otro lado y que den respuestas conjuntas a los enormes problemas a los que nos vamos a tener que enfrentar los ciudadanos.
Para que esto sea posible hay que empezar por hacer una catarsis política en los propios países desterrando a quienes pretenden romper la democracia. Los ciudadanos de cada país que conforman la Unión Europea deben de apartar en las urnas a los políticos que buscan la destrucción de la democracia, solamente de esta manera se podrá regenerar una sociedad que debe hacer que la convivencia, el respeto y la libertad sean tres pilares fundamentales en la existencia de un país democrático.
Nos debería de preocupar el camuflaje que muchos de nuestros políticos utilizan en las instituciones democráticas para atacar a la propia democracia que tenemos y que está salvaguardada por nuestra Constitución. Saben éstos que ésta es la garantía de que no puedan imponer lo que ellos quieren, por esta razón están haciendo todo lo posible para cambiarla, les molesta y les corta toda posibilidad de instaurar un vasallaje institucionalizado. Hoy día viven salvaguardados por el camuflaje de las apariencias, por esta razón los ciudadanos en las urnas tenemos que desplazarlos y reducirlos a la mínima expresión.
Los políticos sensatos y los partidos coherentes deben de esforzarse por seguir construyendo una democracia sólida y perenne alejada de las soflamas populistas que tienen como estrategia generar dependencia y clientelismo político.
Desde mi punto de vista, en el ámbito latino, existen dos citas con las urnas muy importantes, una es la de las elecciones autonómicas en Andalucía y la otra es la elección del presidente de la República de Colombia. Ambas se celebrarán en el mismo día, 19 de junio.
En Andalucía, si bien es cierto que los aparatos de los partidos políticos se quieren alejar de que su lectura se haga en clave nacional, la realidad es que este aspecto está cada día más asentado. La campaña electoral en Andalucía tiene todos los visos de ser una campaña, con un porcentaje muy elevado, de perfil nacional. Todas las fuerzas políticas representadas en las Cortes Generales saben que es así y, sobre todo, los nacionalistas de manera especial. Según sea el resultado veremos cambiar al PNV de estrategia, empezará a buscar interlocutores nuevos y el resto de los nacionalistas comenzarán a atornillar más y más al Gobierno para extraer todo lo que puedan, intuyen que el chollo que tienen puede verse limitado muy pronto.
Colombia se halla en una difícil situación; pero según se resuelva la misma podrá ser el punto de la culminación populista bolivariana, ya instalada en varios países del continente americano latino, o bien el punto de inflexión que ayude a tomar conciencia a los políticos que todavía creen en la democracia que es urgente cambiar la forma y la manera de hacer política.
Rodolfo Hernández es una incógnita total, las encuestas le dan como posible vencedor en la segunda vuelta, esto significará que el voto del centro derecha y también de una izquierda moderada se concentrará en su candidatura, sí es de esta manera él y sus asesores tendrán que hacer una lectura muy meticulosa de las razones del porqué fue elegido, deberá de desterrar el populismo del que también hizo gala cuando fue alcalde de Bucaramanga y configurar un gobierno solvente de técnicos y de políticos que sí crean en la democracia y en una manera nueva de hacer política.
He traído aquí las elecciones de Colombia porque desde España deberíamos realizar una lectura analítica de lo que está ocurriendo en el continente latino, siendo para un nuevo gobierno de nuestro país una zona a la que deberíamos de dedicar un gran esfuerzo, basado en cuatro áreas la diplomática, la económica, la social y la cultural.
La situación política, económica, social y cultural de muchos países en este continente es terrible, hace unos días los Estados Unidos pedía a España que recibiéramos a emigrantes llegados a este país de Centro América. Están dispuestos a enviarnos ciudadanos centroamericanos a España. Esto significa que existe un caos y una situación límite; pero tanto el caos como la situación límite está en los países de origen que por circunstancias políticas y económicas están obligando a muchos ciudadanos a abandonar su tierra.
Lo escrito, somos un país de cultura, todavía hoy mayoritaria, cristiana y católica. El Espíritu Santo ha descendido, produciendo el milagro en que quienes lo recibieron de que comenzaran a hablar distintas lenguas y a perder el miedo de salir a la calle para anunciar el mensaje de Cristo.
Precisamos hombres de espíritu sean o no católicos para que destellen valores que fortalezcan la democracia y no empleen a ésta para destruir la libertad. De verdad, deseo que el Espíritu Santo inunde los corazones de quienes han decidido ser servidores, es decir de los políticos que buscan el bien común desde la serenidad y la entrega. Andalucía lo necesita y Colombia también, sin olvidarnos de Ucrania.
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