Espacio de escucha y apoyo a creyentes LGTBI "El Amigo que Escucha" surge en CRISMHOM, comunidad cristiana ecuménica LGTBI+H de Madrid
Hace unos días surgió la oportunidad de hablar en nuestro blog de Diálogos del espacio “El Amigo que escucha”, un servicio público de escucha y apoyo a creyentes LGTBI creado por CRISMHOM, comunidad cristiana ecuménica LGTBI+H de Madrid. Desde DiáLogos, vimos desde el primer momento la relevancia de esta propuesta como expresión del mejor futuro, inclusivo y plural, de la Iglesia.
Hoy, Juan Sanz Concejo, coordinador de “El Amigo que escucha”, nos presenta CRISMHOM y por qué ha surgido la iniciativa “El Amigo que Escucha”.
| Juan Sanz Concejo
Queridos Javier y Rafael:
Escucha, Israel (DT 6, 4) exhorta el libro del Deuteronomio. A menudo se ha dicho que este es el primer mandamiento que recibió el pueblo de Dios. Así, la escucha cobra un gran valor como medio de relación con Él.
Teorizar sobre la Palabra de Dios puede llegar, incluso, a resultar sencillo; mas ¿nos es fácil vivirla? Si el pueblo de Dios hoy somos todos, a todos nos pide que escuchemos. No siempre podemos. En nuestro día a día es fácil dejarnos llevar o bien por una vorágine de activismo cristiano, o bien por unos ideales neoliberales y nihilistas. Y en medio de todo esto, ¿dónde ponemos a Dios? ¿Tenemos tiempo para escucharle?
En las luces y las sombras de mi proceso vital de escucha y seguimiento a Dios encontré CRISMHOM, comunidad cristiana ecuménica LGTBI+H de Madrid, una comunidad plural e integradora. Su objetivo es mostrar que dos realidades que tantas veces se han visto como incompatibles e, incluso, contrarias pueden ser vividas en una misma persona, ayudando a sanar a personas dañadas, además de conciliar a las Iglesias cristianas y al colectivo LGTBI. Si antes ser LGTBI (lesbiana, gay, transexual, bisexual o intersexual) y creyente desintegraba a la persona, ahora son dos realidades que la integran, y CRISMHOM ayuda a ello.
Expliquemos, para nuestros lectores, en qué consiste CRISMHOM a partir de su definición.
En primer lugar, es una comunidad. La mejor forma de expresar este concepto es hablando del ambiente que se respira, fraternal e inclusivo.
En segundo lugar, CRISMHOM es cristiana. Se pone a Dios en el centro y las oraciones de los jueves orquestan la vida de la comunidad. Y es cristiana ecuménica, al reunir a personas de las diferentes Iglesias cristianas: católicos, anglicanos, evangélicos...
En tercer lugar, CRISMHOM es LGTBI. Lo integran lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales; además de heterosexuales, esa es la razón del +H. Si el objetivo es construir, se ha de empezar contando con todas las personas que desean formar parte de ello. Por esta razón, CRISMHOM tiene diferentes espacios para cada persona: participa en la pastoral de acompañamiento a familias de personas LGTBI que está desarrollando la Archidiócesis de Madrid y en las manifestaciones del Orgullo LGTBI; organiza con regularidad oraciones, eucaristías, formaciones, retiros espirituales y convivencias. Así mismo hay grupos de jóvenes, de padres, de fe y vida, de personalización de la fe, de acompañantes espirituales, Proyecto Trans y “Amigo que Escucha”.
CRISMHOM es una comunidad donde yo mismo he sido acogido y he podido recibir, para luego dar y ofrecer mi escucha. Y así es como comencé a formar parte de “El Amigo que Escucha”. Este es un servicio público de escucha y apoyo a creyentes LGTBI y abierto a quien lo necesite. Está orientado a personas que precisen hablar de su fe y de su realidad sexual o identidad de género. No obstante, también atiende a los ámbitos familiar, social, eclesial, laboral y sanitario.
Comencé hace dos años, al oír que necesitaban voluntarios. Desde entonces he tenido la oportunidad de escuchar, junto con mi equipo, a gente de diversas edades y situaciones: un hombre que sentía que se alejaba de Dios al estar con otros hombres, dos mujeres que querían empezar un grupo como CRISMHOM en otra provincia, un chico al que habían echado del seminario por ser homosexual... Más adelante, me pidieron que coordinara este proyecto. Me sentí como Jeremías con su frase solo soy un niño (Jr. 1, 6), pero decidí aceptar. Pasé a organizar los turnos y determinar quiénes cubriríamos la atención presencial de cada viernes, además de atender el correo electrónico. A través de este correo, he podido hacer, también, que se sientan escuchadas personas de Latinoamérica, que al haber heredado una educación y espiritualidad ortodoxasviven con angustia su realidad de creyentes LGTBI. Por otro lado, también cabe compartir el apoyo de uno de mis compañeros, el cual se encarga del teléfono, y que recibe y escucha llamadas de personas en momentos de crisis.
Se preguntarán ¿y todo esto por qué? Pues bien, porque al escuchar a estas personas estamos escuchando a Dios, dado que Él nos dijo: cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis (MT 25, 40). Todas estas personas, marginadas por pertenecer a un colectivo minoritario suponen una teofanía, una manifestación de Dios. Y, como explica Bernardo Pérez Andreo en su publicación en este mismo medio de Religión Digital, al escuchar a toda esta gente, llevarles a Dios y hablarles de su amor, vivimos y practicamos el sacerdocio del pueblo de Dios.
Ahora la pregunta que puede surgir es “¿y para qué les escribo yo estas líneas?” Es muy sencillo, para que podamos seguir escuchando a Dios y construyendo su Reino. Si alguno de ustedes es LGTBI y requiere hablar o es acompañante espiritual, sepa que puede contar con “El Amigo que Escucha". Si necesita hablar, ahora alguien le escucha. Los creyentes nos hemos enamorado de un Dios que murió en una cruz porque Él se enamoró de cada uno de nosotros y de nosotras primero.
Con intención de acoger y sanar heridas, “El Amigo que Escucha” está disponible los viernes de 19:00 a 21:00 en la sede de CRISMHOM, calle Barbieri 18; a través del teléfono 91 521 22 49 y del correo electrónico amigoqueescucha@crismhom.org .
Juan Sanz Concejo
Coordinador del Amigo que Escucha
Miembro de CRISMHOM