Un domingo cualquiera
Porque sí hay, por ejemplo, espacio para pasear: un hermoso pedazo de esta inmensa selva que emerge en medio del Amazonas y se llama Isla de Yahuma. Naturaleza salvaje que cobija las casitas de apenas 25 familias ticuna ("nosotros somos católicos"), gente humilde, simpática y acogedora que nos esperaba ya de mañana. El animador, Kalín (en la fiesta del aniversario del pueblo desfila con su Biblia muy solemne), lo tenía todo preparado, y apenas llegamos nos acomodaron en casa de César y Diana. "¿A qué hora es la reunión?" - pregunto. "A las 9" - me contesta.
La campana escolar (Kalín aporreando con un hierro un balón de gas viejo) avisa a todos y la celebración comienza a la hora prevista, o sea, a las 10. La dinámica que utilizamos es parecida a la de Yahuma I Zona porque son comunidades semejantes: contar los mitos ticuna y relacionarlos con el Bautismo. Acá también hay una larga lista de niños para ser bautizados, y asimismo se requiere traducción, tal vez más que allí. Kalín muestra sus dificultades, pero la señora Ruth nos ayuda a narrar y a traducir:
El rey Yoxi ocultaba a su esposa Techi a su hermano Ipi, porque sabía que era un irresponsable y un loco, pero éste los escuchaba reir cuando estaban juntos en la noche y sabía que algo había... Así que aprovechó para ir a investigar y a buscar un día que Yoxi estaba de caza.
La mujer estaba escondida dentro de una flauta, pero Ipi bailaba, hacía tonterías, cantaba hasta que la hizo reír y así la encontró y la hizo salir soplando. Entonces hamaqueó con ella y la dejó embarazada.
(Aquí la gente se escachurraba de risa).
Cuando llegó y vio la barriga de su esposa,Yoxi se molestó mucho con ellos. Llegado el momento nació el niño, y entonces Yoxi ordenó a Ipi que fuese a buscar el fruto del huito para pintar y bañar a su hijo, y luego le sacó el pelo para que sea una nueva criatura, tenga buena vida y esté protegido.
Entre relatos y comentarios vamos intercalando canciones fáciles que les enseño repitiéndolas, y resulta que tienen buen oído, cantan muy entonaditos. Leo el texto del día, Mt 28, 18-20, y trato de conectarlo con su cosmovisión explicando que el Bautismo es también ritual de purificación, limpieza y protección. El bautizado ticuna es una nueva criatura, miembro del pueblo de Dios. El jugo de huito fortalece la fuerza vital del niño, para que Dios le dé buena vida y lo acompañe siempre con su Espíritu. No se si se han enterado de algo, pero yo he disfrutado como un enano.
El resto de la jornada es un tiempo de gratuidad, estando sencillamente con ellos y haciendo lo que se hace allí los domingos: nada. Es decir: descansar, conversar, ver el partido de fútbol embarrado, convivir, los niños jugar… Kalin está pendiente de nosotros, con su amabilidad habitual y sus detalles: nos regala refresco después de la “misa”, nos trae masato de su mamá, pescado asado... Entre unos y otros nos han invitado a todo: almuerzo de arroz con lagarto, café en la noche, desayuno con chapo de plátano y pan...
El rato antes de dormir, Kalín me cuenta que tiene su mujer y que les nació una hija pero murió a los cuatro meses. "¿Que tienes tu esposa? ¡Y no me la has presentado, bandido!". "Está ahí en la hamaca". Y me la presentó. Ella 17 años, y él 19, ahí nomás, lo fácil que se casa esta gente. Al rato armamos la carpa y a acostar; en el silencio de la noche se oían los tremendos ronquidos de Isidoro, y a continuación el llanto quedo de la aterrorizada bebe de esta familia y los suaves susurros de su papá tranquilizándola. Me hacía risa, y también la broma de la mañana: "A mí ya me han hecho la pelazón pero no del todo, queda algo de cabello". Con la imagen de las carcajadas del personal me quedé dormido, tranquilo y feliz.
César L. Caro