Cristiano
El cristiano cree en un viviente, Jesús, a quien reza, medita su vida y sigue su doctrina: amar a Dios y amar al prójimo. El amor a Dios y a los demás lleva al creyente a trabajar por un mundo justo, tanto como esté en su mano (: nada vale quien a nadie es útil), en el que todos disfrutemos de los mismos derechos y cada uno cumpla con sus deberes. Hay mil maneras de ser útil y ayudar. El cristiano puede ser rico, pobre, blanco, negro, amarillo, intelectual, analfabeto, de izquierdas, de derechas, sin partido, del Real Madrid, del Barça, comunista, capitalista o adoptar cualquier doctrina (siempre que está no niegue a Cristo ni persiga a los que creen en él). La fe en Cristo y el amor a los demás está por encima de todas las barreras, borra todos los límites. Los creyentes, normalmente, se unen en comunidad para vivir su fe. Estas comunidades reciben muchos nombres: católicos, protestantes, ortodoxos, evangélicos, anglicanos... Algunas se parecen mucho entre ellas, otras se diferencian más. Las diferencias se fundan en la diferente interpretar que unas y otras hacen de algunos pasajes de los textos fundacionales. La predilección por pobres y marginados, como condición del cristianó, no admite interpretación. Esa fue la elección de Jesús. "Lo que hacéis con uno de estos conmigo lo hacéis"