Muchos me preguntan: ¿Por qué pudiendo leer, sobre Jesús, a Pagoda, a Piñero, a Sobrino, a Queiruga, pasas el tiempo leyendo a Kazanzakis o Hemingway? Porque todos los interesados por Jesús conocen a esos autores. Por el contrario, muchos de esos interesados están convencidos de que solo hablan y se interesan por el Nazareno creyentes o estudiosos. ¿Y a quién va a interesar más que a lo creyentes?, preguntó uno. Lo que dices es una concesión fehaciente de tu ignorancia, le replicó alguien. Jesús es un personaje histórico que interesa positivamente a todo estudioso de la historia, de los movimientos intelectuales, de las religiones, de los creadores de corrientes espirituales. Muchos de los que detestan a Jesús es porque confunden a Jesús con la Iglesia y con los curas. Se puede afirmar que todos los que detestan a Jesús son anticlericales. Por el contrario, no todos los anticlericales detestan a Jesús. Muchos críticos de la Iglesia y anticlericales se interesan y admiran a Jesús. “Jesús, Dios para los creyentes, es históricamente un personaje interesante desde muchos puntos de vista”