El arzobispo de Valencia invita a vivir la fe con vigor, como san Vicente mártir, "en esta época difícil que vivimos" Cardenal Cañizares: "No podemos estar ausentes en el conflicto, necesidades o problemas de la sociedad"
El cardenal presidió la Misa de Pontifical y procesión por los Lugares Martiriales en el día que la Liturgia de la Iglesia celebra la fiesta del joven diácono oscense San Vicente mártir
La pequeña procesión pudo realizarse gracias a un parentésis en su actividad de la borrasca “Gloria”
En su homilía, el prelado comentó la especial inclinación que tiene por el mártir e invitó a todos a defender su fe con vigor, con fuerza, con convicción, más en estos difíciles tiempos de crisis de todo tipo que vivimos
Por la tarde, Cañizares ofició una Misa en rito Mozárabe en la Iglesia del Monasterio de sant Vicent de la Roda o de la Roqueta, basílica sepulcral del santo conocida como "Ecclesia mater" de la Iglesia Valenciana
En su homilía, el prelado comentó la especial inclinación que tiene por el mártir e invitó a todos a defender su fe con vigor, con fuerza, con convicción, más en estos difíciles tiempos de crisis de todo tipo que vivimos
Por la tarde, Cañizares ofició una Misa en rito Mozárabe en la Iglesia del Monasterio de sant Vicent de la Roda o de la Roqueta, basílica sepulcral del santo conocida como "Ecclesia mater" de la Iglesia Valenciana
| Baltasar Bueno , corresponsal en Valencia
“San Vicente mártir fue uno de los santos más famosos de la antigüedad cristiana, pues su martirio (probablemente por la crueldad del mismo) tuvo una repercusión inmensa en todos los territorios del imperio romano”.
El cardenal arzobispo Antonio Cañizares presidió la Misa de Pontifical y procesión por los Lugares Martiriales en el día que la Liturgia de la Iglesia celebra la fiesta del joven diácono oscense Vicente, quien sufrió Pasión y Muerte en Valencia durante la última de las persecuciones del Imperio Romano contra los cristianos.
Estuvo acompañado por el Cabildo Catedralicio y por todos los diáconos permanentes existentes en la Diócesis, a quienes dedicó especiales palabras en su homilía, en la que señaló que los cristianos de hoy siguen estando perseguidos a causa de su fe. La catedral estaba llena, a pesar del mal tiempo que desde hace tres días está azotando la Comunidad Valenciana. La pequeña procesión que hace estación en los Lugares Martiriales del santo pudo realizarse gracias a un parentésis en su actividad de la borrasca “Gloria”.
No obstante, en los últimos años, estas celebraciones tienen poca asistencia, en comparación con otras festividades, pues siendo san Vicente mártir el más famoso a nivel de la Iglesia Universal, le ha ganado en popularidad la del dominico san Vicente Ferrer aquí en esta ciudad cuya Iglesia se fundó con el martirio del diácono.
En su homilía, el prelado comentó la especial inclinación que tiene por el mártir e invitó a todos a defender su fe con vigor, con fuerza, con convicción, más en estos difíciles tiempos de crisis de todo tipo que vivimos, duros para vivir el Evangelio y predicar la Palabra de Dios, para lo cual los cristianos tenemos el gran ejemplo de san Vicente mártir. No podemos cerrar los ojos a los momentos duros que atravesamos, donde se ha perdido las referencias a los valores morales. Una sociedad amenazada por la pobreza y el hambre y donde se viola la vida humana aún antes de nacer.
En tiempos de crisis -dijo Cañizares- es bueno volver a los orígenes, reavivar en este caso las raíces de nuestro cristianismo, y no estar ausentes en el conflicto o en las necesidades y problemas de la sociedad, de nuestro entorno. Recordó a Juan Pablo II cuando decía que había que recobrar el vigor pleno del espíritu y la valentía de una fe vivida y la lucidez evangélica que nos haga promotores de diálogo y justicia. Con san Vicente mártir es necesario recobrar el gozo de ser Iglesia y asumir con responsabilidad el dinamismo de nuestra condición cristiana. Para la Iglesia pidió ser respetada en su condición de estar dedicada al anuncio del Evangelio. “Que san Vicente mártir nos guíe y anime”, fue la frase final de su intervención, que se prolongó durante 21 minutos.
Concluida la Misa a la que han asistido las primeras autoridades civiles (PP, CS y Vox) – entre los que estaba el Senador del Reino y Presidente de la Orden del Santo Sepulcro en Valencia, Fernando de Rosa- y militares, se ha organizado la tradicional procesión que hace estación en los lugares donde estuvo detenido, martirizado y murió el diácono Vicente, todos adornados con palmas y murta alrededor de la Catedral, por estar asentada ésta sobre la ciudad romana, siendo acompañada la imagen del santo, de madera plateada del siglo XVIII, obra del escultor José Esteve, por su Cofradía y por los Cavallers Jurats de sant Vicent Ferrer, santo éste que tomó el nombre del primero, al nacer en el siglo XV en el mismo día que murió el diácono.
Els Cavallers Jurats, que estrenaban Lugarteniente General, Xavier Catalán y Aznar, obsequiaron a todos los asistentes con un pequeño librito titulado “La pasión de san Vicente mártir en su contexto histórico”, bellísima obra del Catedrático de Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología san Vicente Ferrer de Valencia, Miguel Navarro Sorní, quien en su preámbulo explica que “San Vicente mártir fue uno de los santos más famosos de la antigüedad cristiana, pues su martirio (probablemente por la crueldad del mismo) tuvo una repercusión inmensa en todos los territorios del imperio romano”.
Por la tarde, Cañizares ofició una Misa en rito Mozárabe en la Iglesia del Monasterio de sant Vicent de la Roda o de la Roqueta -como también se le conoce al santo en Valencia- basílica sepulcral del santo conocida como “Ecclesia mater” de la Iglesia Valenciana, según feliz expresión del canónigo e historiador mossén Vicente Castell Maiques, al ser este templo lugar donde ininterrumpidamente, desde su fundación, se ha oficiado y conservado el culto católico, incluso durante la larga dominación islámica del territorio.