Josep Miquel Bausset Carta al Gobierno del País Valenciano
"Quiero que ustedes sean sensibles al grito, muchas veces desesperado de los desamparados y también a las necesidades de las personas más vulnerables de nuestra sociedad"
"Quiero que trabajen para normalizar nuestra lengua. Que sea respetada y que se acabe la discriminación lingüística que padecemos los valencianos"
Muy Honorable Presidente o Presidenta de la Generalitat del País Valenciano
Muy Honorables Consellers y Conselleres
En esta nueva etapa en el autogobierno que comenzará en el País Valenciano quiero dirigirme a ustedes para animarlos a trabajar por un País Valenciano basado en la justicia, en la libertad y en la fraternidad. Un País donde nunca los más fuertes no abusen ni pisoteen a los más débiles y donde por medio de la justicia, reine la libertad y el entendimiento entre los valencianos.
Querría que su trabajo estuviese encaminado a acabar con el hambre, sobre todo el de nuestros niños. Quiero que se esfuercen más y más para que nuestros pequeños puedan crecer en libertad y de esta manera puedan llegar a ser hombres y mujeres libres.
Quiero que ustedes sean sensibles al grito, muchas veces desesperado de los desamparados y también a las necesidades de las personas más vulnerables de nuestra sociedad.
Quiero que trabajen para que la naturaleza sea respetada y protegida, que cuiden el medio ambiente, y que sean sensibles a los problemas de los agricultores, siempre los últimos en todo.
Quiero que trabajen para acabar con el paro y para que nuestros jóvenes, que están fuera de nuestro País, con un trabajo precario, puedan volver a nuestra tierra.
Quiero también que intenten acabar con los desahucios y que el derecho a la vivienda y a un hogar digno, sea un derecho respetado por todos, como manda la Constitución.
Quiero que trabajen para hacer posible un diálogo entre el Gobierno y los bancos y demás entidades financieras. Que comprendan los bancos que, en medio de una crisis brutal, ellos que han sido rescatados con el dinero de todos, ahora es el momento de ayudar a los más desvalidos, que no les pisoteen.
Quiero que ustedes, como nuevo gobierno del País Valenciano, en su noble servicio a los ciudadanos, como hombres y mujeres llamados a desempeñar un cargo público, sean honrados, que rechacen cualquier tentación para no caer en la corrupción y en el soborno, que no se dejen llevar nunca por el fraude y por la mentira. Y que se preocupen, de verdad, por el bien de los ciudadanos.
Quiero que trabajen para normalizar nuestra lengua. Que sea respetada y que se acabe la discriminación lingüística que padecemos los valencianos. Que nuestro niños y jóvenes puedan estudiar en valenciano, sin las barreras y las dificultades que ponían otros gobiernos.
Quiero que sean sensibles a los inmigrantes y a los refugiados que huyen del hambre y de la muerte, alejando de la sociedad valenciana la intolerancia y el fundamentalismo, que son contrarios al mandamiento del amor fraterno.
Quiero también que trabajen incansablemente por una sanidad universal y de calidad y por unos servicios sociales y una enseñanza al alcance de todos, sin los recortes inmorales que sufrimos anteriormente, sin las listas de espera escandalosas en los hospitales.
Quiero que tengan una especial sensibilidad por los más desvalidos, que los enfermos dependientes sean atendidos con eficacia y que los pensionistas puedan vivir con dignidad y no con la pensión de miseria que cobran muchos de ellos.
Quiero que los niños (sobre todo los más necesitados) tengan más becas para libros y para comedores y que nadie se vea excluido de la enseñanza por carecer de medios económicos.
Quiero que trabajen por acabar con el racismo, la xenofobia y cualquier tipo de ideología totalitaria, que no hacen sino degradar la humanidad.
Quiero que ustedes tengan un sueldo digno, sí, pero que no sea abusivo y que sean ejemplos de sobriedad, de austeridad y de solicitud por las personas que más padecen.
Quiero que el Gobierno Valenciano tenga una administración más sencilla y más austera, y a la vez, funcional, eficaz y más práctica, sin tantos asesores, ni aduladores.
También quiero que el Gobierno del País Valenciano que pronto se formará, esté bien cohesionado, sin recelos ni desconfianzas entre sus miembros, dispuestos a trabajar conjuntamente y con generosidad, sin insultos ni zancadillas.
Seguro que si trabajan por todo eso y por muchas otras cosas que me he dejado en el tintero, los valencianos agradeceremos el esfuerzo de nuestro gobierno, que ha de servir, más que mandar.