Las víctimas acusan al obispo de Astorga de ser "el mejor aliado de los abusadores" Jesús Fernández, sobre los abusos sexuales en su diócesis: "Con las víctimas no vamos a llegar a ningún acuerdo. No tienen derecho a recibir compensaciones económicas"
Según el obispo de Astorga, los sacerdotes condenados por abusos sexuales “ya han recibido una condena canónica de prohibición de tener contacto con menores y de escuchar confesiones, y con eso es suficiente”
"Si ya es una injusticia grave atentar contra la indemnidad sexual, causando un incalculable daño a las víctimas en su esfera psicofísica y en el normal desarrollo de su personalidad, mayor injusticia es todavía poner trabas, excusas y obstáculos para no reparar esos daños"
Monseñor Fernández entendió el ofrecimiento de un acuerdo como “un intento de coacción o chantaje, cuando es su deber ético, moral y jurídico reparar el daño causado”
Una vez que el Obispo de Astorga ha decidido dar carpetazo y enterrar toda posibilidad de arreglo extrajudicial, a las víctimas no les queda otro camino que confiar en los Tribunales de Justicia del Estado
Monseñor Fernández entendió el ofrecimiento de un acuerdo como “un intento de coacción o chantaje, cuando es su deber ético, moral y jurídico reparar el daño causado”
Una vez que el Obispo de Astorga ha decidido dar carpetazo y enterrar toda posibilidad de arreglo extrajudicial, a las víctimas no les queda otro camino que confiar en los Tribunales de Justicia del Estado
El calvario de las víctimas de abusos sexuales es largo, casi eterno. Primero, porque tardan muchos años en asumirlo y, a veces, cuando lo hacen, los delitos ya han prescrito. Pero lo que más les duele es que, cuando se deciden a denunciar, sea la propia institución eclesiástica la que convierta su calvario en un infierno, negándose a hacer justicia y a reparar.
Ese infierno es el que están viviendo en carne propia Emiliano, Isidro y Javier, abusados por dos curas victimarios de Astorga y, ahora, revictimizados por el propio obispo, Jesús Fernández, que se niega en redondo a resarcirles. Con duras palabras, sin piedad alguna y hasta de malas maneras.
A finales de diciembre de 2021, Emiliano e Isidro, dos de las víctimas de los abusos cometidos por el sacerdote Ángel Sánchez Cao, recibieron en sus teléfonos móviles sendos mensajes de whatsapp enviados por el Obispado de Astorga. Les comunicaban que el sacerdote Ángel Sánchez Cao había sido condenado canónicamente. Eso sí, sin expulsarle del estado clerical; simplemente se le prohibe confesar y mantener contacto con niños hasta los 80 años.
Aún así, una vez reconocida la culpa y el daño causado, tanto a Emiliano como a Isidro se les abría una puerta a la esperanza de lograr una reparación integral. Pero su esperanza se vio radicalmente frustrada por la negativa a hacer justicia del obispo de Astorga, Jesús Fernández, que se desmarca así de la “línea oficial” de la Conferencia Episcopal Española. Más aún, Emiliano e Isidro ni siquiera han podido conocer el contenido de la sentencia condenatoria de su abusador.
Hace unos meses, los abogados de Emiliano, Isidro, y de Javier (víctima de otro sacerdote diocesano, José Manuel Ramos Gordón) mantuvieron una reunión con el obispo de Astorga, para transmitirle el interés de las víctimas en que sean reparados los daños causados. Pero, como cuentan las víctimas, informadas por sus representantes, la respuesta de monseñor Fernández fue tajante: “No vamos a llegar a ningún tipo de acuerdo. Con la condena canónica es suficiente”.
En la citada reunión, el obispo de Astorga intentó, además, justificar su postura, aduciendo que los sacerdotes condenados por abusos sexuales “ya han recibido una condena canónica de prohibición de tener contacto con menores y de escuchar confesiones, y con eso es suficiente”.
Según los abogados de las víctimas, la respuesta del obispo es incomprensible, por la falta de fundamento y sensibilidad jurídica que demuestra, puesto que, una vez acreditados los daños, entienden que procede un justo resarcimiento a los perjudicados: “Si ya es una injusticia grave atentar contra la indemnidad sexual, causando un incalculable daño a las víctimas en su esfera psicofísica y en el normal desarrollo de su personalidad, mayor injusticia es todavía poner trabas, excusas y obstáculos para no reparar esos daños”.
Más aún, según las tres víctimas citadas, el obispo de Astorga entendió el ofrecimiento de un acuerdo como “un intento de coacción o chantaje, cuando es su deber ético, moral y jurídico reparar el daño causado”.
Y es que, como aseguran los abogados de las víctimas “lo más lógico y prudente antes de emprender cualquier acción judicial es intentar un arreglo amistoso, que evite una batalla en los tribunales que será larga, costosa y que, en este caso, podría prolongar innecesariamente el sufrimiento de las perjudicados, por la negativa del Obispo a reconocer la obligación que tiene de reparar los daños, que ya han sido reconocidos por las propias autoridades de la Iglesia”.
“El Obispo de Astorga se posiciona como un aliado de los abusadores”
Para Emiliano, Isidro y Javier, la postura del obispo de Astorga -negándoles una justa reparación de los daños causados- lo posiciona como un aliado de los abusadores. “No es comprensible humana, ni jurídicamente, que el obispo de Astorga pisotee nuestros derechos. Actuar así es otra forma de proteger y encubrir los abusos. No se puede decir que la condena canónica basta para resarcir el daño”, explican.
Por eso, a juicio de las víctimas, el obispo de Astorga muestra más empatía con los abusadores que con las víctimas que vivieron el horror de los abusos sexuales. “La Iglesia no puede consentir que uno de sus representantes denigre de esta manera a las víctimas o que un Obispo defienda más a unos depredadores sexuales que a las víctimas”, dicen, tremendamente dolidas, mientras se preguntan qué hará el Papa Francisco, cuando llegue a sus oídos lo que ha dicho monseñor Fernández y la postura que mantiene respecto a las víctimas de abusos en su diócesis.
“Hay que buscar una reparación para las víctimas” (Papa Francisco)
Emiliano, Isidro y Javier están profundamente decepcionados con la actitud del obispo de Astorga, que se aparta así de la doctrina oficial de la Iglesia predicada públicamente por el Papa Francisco desde 2018: "Acabar con esto no significa simplemente pasar página, sino buscar una cura, una reparación, todo lo necesario para curar las heridas y devolverle la vida a tanta gente".
Una vez que el Obispo de Astorga ha decidido dar carpetazo y enterrar toda posibilidad de arreglo extrajudicial, a las víctimas no les queda otro camino que confiar en los Tribunales de Justicia del Estado.
Religion Digital ha contactado con el despacho de abogados que dirige la defensa de las víctimas, para preguntarles por las manifestaciones del obispo de Astorga, sin que hayan querido hacer por el momento valoraciones. Sólo contestaron que “tanto daño hace causar un mal a otro, como negarse a repararlo. Ahora tendrán que ser las autoridades judiciales quienes decidan, en el momento oportuno”.
Nuestro portal también se puso en contacto con el obispo de Astorga, para conocer su versión de los hechos, pero monseñor Fernández nos contestó esta simple frase: “Yo no he tenido ninguna reunión con las víctimas de Sánchez Cao. Eso es todo”. Pero sí se reunió con los abogados de las víctimas, que, lógicamente, lcontaron a sus defendidos el fracaso de la reunión con el prelado.
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