Del 5 al 7 de abril, con la presidencia de honor de la infanta Elena Zamora, sede del I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos

Zamora, sede del I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos
Zamora, sede del I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos Asociación Internacional de Tauromaquia

Un comité de honor integrado por personalidades del ámbito eclesiástico, político e institucional, del mundo del periodismo, la cirugía taurina o el ámbito universitario trabaja desde hace semanas para poner en valor la figura del sacerdote taurino

La infanta Elena ha aceptado la Presidencia de Honor del I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos, que se celebra del 5 al 7 de abril en Zamora. El foro reunirá a un comité de honor integrado por personalidades del ámbito eclesiástico, político e institucional, del mundo del periodismo, la cirugía taurina o el ámbito universitario trabaja desde hace semanas para poner en valor la figura del sacerdote taurino, según informó en un comunicado.

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La Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), entidad promotora del este encuentro, recibió la comunicación oficial del jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, con la aceptación de la Presidencia del Comité de Honor por parte de la infanta Elena de Borbón.

Encuentro Internacional de Sacerdotes y Capellanes Taurinos

Se trata de un hecho de «importancia trascendental» para el Encuentro que, organizado conjuntamente con la Delegación de Patrimonio del Obispado de Zamora, se celebra en Zamora entre el 5 y el 7 del próximo mes de abril y «representa un impulso importante para la organización, comprometida desde hace semanas en lograr que la figura de los sacerdotes taurinos, salga reforzada».

A través del programa de actos que configuran el encuentro, en buen número abiertos al público, y que en breve se dará a conocer, podrá constatarse la importancia del capellán que en el contexto de una plaza de toros representa a la Iglesia católica en una ceremonia que «no es un juego, porque lo que ocurre es real, tan real como la sangre, la vida y la muerte».

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